El fin

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Eda

Las últimas 3 semanas han sido complicadas.

O bueno, lo serían si no fuera porque estuve inconsciente la mayoría del tiempo.

Los recuerdos eran borrosos, y aunque recordaba muy bien algunas cosas (como haberle partido la nariz a alguien y probar por primera vez una mezcla extraña de vodka con melón y piña) habían otras que se me pasaban por alto.

Una de ellas era el como había llegado a la cama de Raine esta vez.

Este último tiempo me ha dejado quedarme en su casa mientras me recupero de toda la mierda en la que he estado metida las últimas semanas, y aunque de verdad me estoy esforzando en mejorar, aun tengo ciertos contratiempos.

Observo mi alrededor en busca de pistas de que me he perdido esta vez, pero ya ni si quiera me esfuerzo en recordar los detalles porque se que lo voy a olvidar de todos modos.

Sucede casi siempre que me despierto de mis largas siestas: Me levanto, observo a mi alrededor y luego, como si fuera por arte de magia, mi mente se queda en blanco.

No se exactamente desde hace cuanto está pasando, pero según mi razonamiento lógico llevaba un rato así

No tengo ganas de hacer nada, por lo que permanezco hecha un bollo entre las sábanas en busca de perder el conocimiento nuevamente. El aroma de Raine mezclado con jabón para la ropa me envuelve, tranquilizando todos mis sentidos y haciéndome sentir un poco menos incomoda.

Los minutos pasan y no emito ruido alguno mientras escucho las agujas del reloj moverse tortuosamente hacia la media noche.

Cierro los ojos para dormir nuevamente, pero de forma repentina, escucho una canción suave muy cerca de donde estoy.

Pego un brinco de la cama y miro hacia todas las direcciones en busca del origen del sonido.

Una brisa mueve ligeramente mi cabello y por unos segunos fijo la mirada en la ventana de la habitación que está entre abierta. La figura de Raine se oculta tras las cortinas blancas, y su cabello azulado destaca entre la vista de la calle oscura y vacía.

Desde que había llegado, a Raine ya no le gustaba pasar tanto tiempo en su habitación como antes. Claro, a no ser que yo estuviera consciente o necesitara algo.

No puedo evitar sentir una pizca de culpabilidad al oír la letra triste y melancólica que sale de la radio.

En contra de lo que mi cuerpo quiere, tiro las sábanas a un lado y doy media vuelta sobre la cama para bajar de esta y caminar hacia el alféizar.

Una vez que pongo un pue sobre el tejado, el viento me golpea, y mi cuerpo, que está solo cubierto por un ligero pijama que le pertenecía a Raine cuando tenía como ocho años y una enfermiza obsesión con los dinosaurio, empieza a temblar.

Siento las tejas clavarse en la planta de mis pies y casi de inmediato me arrepiento de no haberme puesto zapatos.

De forma torpe, me siento a su lado y dejo que mis hombros se relajen. Inclino levemente mi cabeza sobre su hombro, usándolo como soporte mientras veo los autos pasar.

Raine suspira débilmente tomando un sorbo de la limonada que tiene al costado. Hago una mueca de disgusto al ver que esta tiene hielo.

Hacen como menos 5 grados, pero eso no parece inmutarle en lo absoluto

—¿Ya te encuentras mejor? —Era como la décima vez que lo preguntaba, pero aún así asentí con la cabeza—. Quería disculparme por tratarte como mi proyecto, tu eres mucho más que eso y solo quería que sepas que—De forma rápida, coloco mi dedo sobre sus carnosos labios.

—Ya callate o volveré a irme —Bromeo con una sonrisa traviesa. La persona frente a mi no se ríe, más bien, se pone más nervioso que antes

Trago saliva al ver como sus ojos empiezan a vidrearse y su respiración empieza a cortarse

—Está bien, yo solo quería saber si todo estaba bien entre nosotros porque de verdad no quiero que esto se arruine porque eres muy importante y —Las palabras le salen tan rápido de la boca que se mezclan entre ellas.

Antes de que pueda finalizar la frase, preciono mis labios sobre los suyos.

Había besado muchas veces antes, pero nunca se había parecido a algo así.

Sus besos no eran salvajes, si no suaves y tímidos cargados de un amor tan profundo que era mucho mejor que cualquier otra sensación que hubiera sentido antes. Sus manos acarician mis mejillas con delicadeza antes de deslizarse por mi esponjado cabello. Sin ser demasiado bruzco, me empuja por los hombros abriendo una brecha entre nosotros.

—Pensé que ibas a marcharte, no a besarme —Comenta de una forma burlona. Ruedo los ojos y le doy un golpecito en el brazo

—Si quieres puedo hacer eso —Intento levantarme del tejado, pero casi de inmediato me jala hacia abajo para que vuelva a mi posición anterior.

Siento como un dolor se exparse por toda mi parte inferior una vez que me golpeo salvamente contra las tejas. Raine no lo nota y yo sonrío en un esfuerzo de que no lo haga.

Me acomodo mejor a su lado, volviendo a la misma posición en la que estábamos antes del beso. El aroma a su colonia llega a mi nariz mandando el mensaje a mi cerebro de que estoy a salvo.

Nada malo va a pasarme

Estoy bien

Puedo permitirme ser vunerable por un segundo

—Gracias por quererme a pesar de ser un desastre —No tengo el valor para levantar la cabeza y ver su expresión, pero apostaría a mi vida que es exactamente una mezcla híbrida entre entre preocupación, amor y pena.

—Gracias a ti, por enseñarme a vivir en primer lugar —No sabía en que momento exacto había hecho eso, pero ahora, no me importaba saberlo.

Su mano se dirige a mi barbilla y la levanta, ocasionando que nuestros ojos colicionen el uno con el otro. Una sonrisa tímida se convierte de inmediato en una de felicidad y alegría.

Ahí estaba, la única persona que apesar de todos mi errores, aún se había arriesgado a seguir a mi lado.

—Te amo Raine Whispers —Suelto sin pensarlo dos veces

—y yo te amo a ti Edalyn Clawthorne

Antes de poder decir algo más, sellamos nuestras palabras con un beso

Y este es el final
Quería agradecerles a todos los que apoyaron esta historia y quería disculparme si hay cosas que no tienen sentido o se solucionaron de forma muy rápida, es que ahora empecé a escribir otras historias y veía la necesidad de terminar esto para todos los que aún seguen aquí
Y nada eso, ojalá les haya gustado mucho

Byeeee



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