El fin de lo nuestro

27 3 0
                                    

Eda

Habían pasado exactamente 3 meses desde que había conocido a Raine Whispers, y desde aquel suceso, habían ocurrido varias cosas.

Si había algo que podía admitir es que sin duda su presencia en mi vida me había cambiado, porque ahora, sentía que por primera vez tenía un sentido seguir existiendo. Al ver el aprobado de mi examen de matemáticas, no puedo evitar saber que mi madre va a estar orgullosa.

Para ella siempre había sido una carga a comparación de mi hermana, por lo tanto, ahora podía relajarse un poco más respecto a todo lo que hacía.

La libertad que mi madre me otorgaba sin duda era buena para mi. Salía con Raine por ahí y hacíamos todo lo que queríamos. Había días en los que nos la pasábamos en la biblioteca ojeando sus libros favoritos, y habían días en donde nos la pasábamos vandalizando puentes abandonados a las afueras de la ciudad con mi pintura en aerosol. A Raine no le gustaba mucho esta actividad porque le disgustaba el hecho de poder tener una pequeña visita a la "carcel" por vandalismo, por lo que casi siempre hacíamos otras cosas.

Hoy por ejemplo, aprovechando que el calor golpeaba las calles y que no teníamos actividades extras habíamos pactado que íbamos a ir a su casa a jugar video juegos y ver películas hasta la tarde noche.

-¿Qué frituras quieres?-Cuestiona con dos bolsas en la mano. Unas son de barbacoa y las otras son de cebolla. Sin dudarlo le arranco la bolsa de barbacoa de las manos y la coloco en el carrito. Hoy no tenia ganas de tener aliento de cebolla.

-¿Llevamos las bebidas de siempre o probamos algo nuevo?-Agito dos latas de una bebida alcohólica en su cara y veo como titubea un rato

-Somos menores de edad-Recuerda con su expresión de sabelotodo. Ruedo los ojos y veo hacia mis costados

-¿Quieres o no?-Por su expresión, podía ver que no le interesaba en lo absoluto el probar aquellas latas-Está bien, compraremos las sodas de siempre-Dejo ambas en el estante de arriba de la tienda y agarro lo mismo de siempre. Raine se da la vuelta para ver que otras frituras puede comprar, y cuando lo hace, agarro tres de las latas del estante y la coloco adentro de mi mochila sin que nadie, ni siquiera mi acompañante se de cuenta.

No era la primera vez que robaba algo, incluso Raine había sido consiente de eso un par de veces cuando salíamos por ahí y volvía con paquetes de chicle que no recordaba verme pagar, pero era la primera vez que robaba algo más grande de los típicos dulces y chicles del mostrador en un lugar local.

Vamos con todas nuestras cosas a la caja y una vez ahí Raine paga todo con dinero que su madre le había dado. La cajera me observa las manos, como si supiera que soy capas de robar algo que se encuentre a mi paso. Debía admitir que mi pinta no ayudaba, pero la de Raine hacia que los vendedores no me presten tanta atención como solían hacerlo. Una vez terminamos de pagar salimos de la tienda.

-Esa mujer me da mala espina-Admito mientras me saco un chicle recién robado del bolsillo para metermelo a la boca

-¿Qué dijimos sobre robar Edalyn?-Raine de verdad había incapie en eso a veces, y aunque sabía que tenía razón, no quería determe

-Y eso que no has visto lo que metí en la mochila-En el medio de la calle, sin importarle los otros tramseuntes y autos, se detiene por completo

-¿Qué dijiste?-Lo observo en silencio, porque a diferencia de otras veces que parecía ligeramente decepcionado, ahora parecía cabreado

-Solo es una broma, sigamos caminando Whispers-Sin avisarme, me quita la mochila de un tirón y la abra en el medio de la acera, sacando las tres latas que había colocado ahí anteriormente

Rumors About Me-Raeda Donde viven las historias. Descúbrelo ahora