Demasiado Tarde (Un giro a la historia)

2.-El novio...

Julia POV

Estaba caminando por los pasillos del convento, conociendo el lugar, iba a estar un largo rato. Empecé a familiarizarme con el lugar. No era la gran cosa, pero era mejor que nada. De repente me choque con alguien.

- Con que Esperanza, eh.- Dijo él cómico.

- Ni siquiera soy buena mintiendo, esto va a terminar mal.

- Confia en mí, es por un tiempo.- Puso su mano en mi hombro, sentí unas cosquillas en el estómago, ¿acaso estoy enferma o que?

- Si usted dice...- Dije algo desconforme.

- Si, yo digo. Era esto o nada.

- Gracias, en serio. No sé por qué me banca en esta, pero le agradezco mucho.- Esbocé una sonrisa.

Tomás POV

Yo tampoco sabía por que la estaba ayudando... Algo en ella me hizo cometer semejante locura, algo de ella me llamaba la atención, me atraía... PERO NO DE ESA FORMA, TOMÁS.

- No me tenés que agradecer, vos estas metida en esto por culpa mía y de mí hermano.

- No, de su hermano, no se meta en su misma bolsa. Usted es distinto.- Me dijo mirándome a los ojos.

- Gracias.- Esbocé una sonrisa sincera.- Y descansá.

- ¡Cierto!¡Ya casi son las diez!- Dijo y salió corriendo, me dio ternura.

Julia POV

Me había hecho amiga de mis dos compañeras de cuarto, Diana y Nieves. No voy a mentir, me quedé dormida al toque, estaba exhausta.

Al otro día Nieves me sacó de la cama bruscamente.

- ¡Ay! Más cuidado, viejo. ¿No podías despertarme como alguien normal?

-Se hace tarde, Esperanza. Genoveva te ve y estás muerta.

- ¿La gorda esa?-Dije aún medio dormida.

- Basta, nos puede escuchar.- Dijo ella tentada.

- Bue, para. ¿Quien es, Iluminati que esta en todos lados?

- No te creas, acá las paredes escuchan, literalmente.- Me advirtió ella. Menos mal que me advirtió, tengo que tener cuidado con mi secreto.

Me peiné, vestí, y salí a desayunar, con cara de dormida aún. Esa tal Genoveva me acosó con preguntas, a las cuales respondí restandole atención. Después de un rato llegó Tomás y se río al ver mi cara de dormida.

- ¿Acostumbrándote a la rutina?-Rio.

- No me causa gracia.- Dije amarga.

- Bueno, tranquila, fue un chiste.

- No me enojé, solo que odio las mañanas.

- Me dí cuenta.- Dijo preparándose un café.- ¿Querés?

- No, gracias. No me gusta el café.

- Que raro. Aparte, te va a despertar. Insisto, yo te lo preparo, después si no te gusta no te lo tomás.

- No me lo imaginaba tan terco.- Bromeé.

- Tené un poco mas de respeto, chiquita.- Me regañó Genoveva.

- No es para tanto, Genoveva, no me ofendió.- Dijo mientras preparaba él café.- ¿Y Clara? Desde ayer que no la veo.

- ¿Quien es Clara?- Dije curiosa, por alguna razón me interesaba saber.