⸻Sinopsis-( 👀 )-.
Cuando Sandra, una quinceañera desorganizada y con tendencia a procrastinar, decide embarcarse en un intercambio escolar a Estados Unidos, jamás imaginó que terminaría viviendo en Filadelfia, "la cuna de la democracia" (y no de la...
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⸻ 𝗟𝗼𝗻𝗴 𝗜𝘀𝗹𝗮𝗻𝗱, 𝗡𝗬 ⸻
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⸻ Hugo's Pov —( 🦉 )—.
Con un simple «¿Sí?», puede empezar la conversación que podría poner tu paciencia y tus sentimientos a prueba.
Volvía del instituto arrastrando los pies, con la mochila medio descolgada de un hombro, mientras masticaba un chicle que hace media hora había perdido el sabor.
Una basura de chicle, de esos que compras rápido en la gasolinera y te dejan mal aliento al final. Una vocecita me decía que ya era hora de tirarlo.
A mi alrededor, las calles de Long Island parecían sacadas de un anuncio de televisión de los noventa: con césped perfectamente cortado, vecinos regando plantas y buzones con banderitas de colores.
Era una tranquilidad que, a veces, me ponía nervioso: en Sevilla, donde crecí, siempre había jaleo: gente en la calle, motos y coches pasando, risas en cada esquina... Aquí, en cambio, el mayor alboroto era el crujir de las hojas secas bajo mis deportivas.
Giré en la esquina de Oak Drive, como todos los días. La casa de los Hamilton se alzaba al final de la calle, con su fachada de ladrillo clarito y un jardín perfectamente cuidado. Aun no me acostumbraba del todo a llamarla «mi casa», aunque llevaba unos meses aquí. Sinceramente, no terminaba de sentirla mía.
Me acerqué al porche y casi me tropiezo con el skate que Alex había dejado tirado.
Alex Hamilton es el hijo de catorce años de la familia. Un chaval con demasiadas energías que, cuando no está pegado a la consola, se dedica a pasarme por la cara sus habilidades en el skatepark como si yo fuera un vejestorio.
—¡Moose, atrás! —oí la voz de Meredith, la señora Hamilton, desde el interior.
De inmediato, salió disparado Moose, el perro de agua, con sus rizos mojados y oliendo a champú de fresa. Inexplicable, pero a Meredith le encanta que Moose huela dulce. El animal se abalanzó sobre mí, dando brincos.
