🎐Capitulo XX🎐

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" Algunos dicen que mi amor no puede ser verdadero. Por favor, créeme, amor mío, y te lo demostraré. Te daré esas cosas que creías imaginarias. El Sol, la Luna, las estrellas, todo lleva mi sello. "

🌸


Desconoce el momento en que ha pasado toda una semana sin noticias de Uzui. Por supuesto, ahora esta aterrado. Terriblemente aterrado.

Una parte de Zenitsu no quiere presionar. Y sin embargo, la otra mitad solo quiere llorar y preguntar por qué como su fuera un niño pequeño.

'La siguiente parada es...'

Suena el anuncio del tren.

Zenitsu detiene su música, mirando hacia arriba mientras el tren silba. Todavía esta a unas pocas paradas de su destino camino al trabajo. Suspira, aumentando el volumen de su teléfono cuando alguien choca contra él mientras una vez más revisa su bandeja de entrada. No hay mensajes nuevos. Zenitsu casi salta fuera de su piel cuando siente una mano rozar su espalda. Se vuelve bruscamente y pilla a un hombre que se sonroja de color rojo brillante, con la mirada fija en el suelo. El hombre levantó la vista y mira sorprendido a Zenitsu antes de alejarse rápidamente, abriéndose paso entre la multitud.

¿Acaso ese hombre pensó que Zenitsu era una mujer?

El rubio pone los ojos en blanco, acurrucándose más en sí mismo. Claramente, confundido. ¿Acababa de sufrir acoso callejero? No está seguro, ¿Eso es lo que deben sufrir las chicas a diario? Es una mierda.

Sale de la estación de tren. Aún hay más camino por delante y el sol del medio día es realmente abrumador a pesar de estar en Otoño. Una vez más, toma su teléfono y marca a Tengen.

Una, dos, tres sonidos de espera. En la cuarta vez, Zenitsu cuelga y su mano tiembla.

Obviamente lo está evitando. Siente que su estómago se revuelve.

Ahora, Gyutaro esta a la vista de Zenitsu, al otro lado de la calle, parece estar en problemas, corre como si lo persiguieran. Con mucha prisa por cruzar la calle, se lanza al tráfico contra un semáforo en rojo; los neumáticos de los automóviles chirriaban con chillidos agudos y furiosos mientras los conductores frenan de golpe para evitar atropellarlo.

Logra cruzar en una pieza, ahora esta parado en el lado de la calle de Zenitsu, cuatro o cinco autos más allá del tramo de autos donde el rubio esta parado, respirando con dificultad.

Okey, ahora Zenitsu debería dar media vuelta y salir de su capo de visión. Así que eso hace, no se va a involucrar. Definitivamente no. Un pie frente al otro, comienza a caminar lentamente como si temiera hacer ruido en una transitada y muy ruidosa avenida.

"¡Oye! Uhm... ¡Zenitsu!" Grita la voz reconocible. El rubio se tensa de los hombros visiblemente y maldice internamente, mordiéndose el labio inferior antes de dar la cara. Mira por encima de sus hombros, hay un momento de vacilación.

"¡Oye!" Gyutaro vuelve a llamar. "¡Justo estaba pensando en ti!"

Una oleada de miedo recorre la columna vertebral de Zenitsu, la sangre corre tanto caliente como fría al mismo tiempo mientras observa al tipo acercarse. Agachándose ligeramente mientras corre, pistola en mano, un rubor febril sentado en lo alto de sus mejillas, sus ojos que parecen dos pupilas gigantes e hinchadas, brillando como los ojos de un animal salvaje.

Oh mierda, Oh mierda, Oh mierda.

La intensa presencia de Gyutaro lo abraza, Zenitsu ni siquiera está seguro del momento que se acercó tanto, pero su cuerpo es pequeño en comparación con él del pelo verde, logra ocultarlo dando la impresión de que solo es una pareja abrazada.

ᴄᴀʀʀɪʟʟᴏɴᴇꜱ ᴅᴇ ᴠɪᴇɴᴛᴏDonde viven las historias. Descúbrelo ahora