ᴄᴀʀʀɪʟʟᴏɴᴇꜱ ᴅᴇ ᴠɪᴇɴᴛᴏ

🎐Capitulo III🎐

" ¿Cuál es el problema contigo?
¿El problema eres tú?
No hay nada malo en ti
No te alarmes, eres radiante
Como un ángel "
🌸

Si Zenitsu tenía que reconocer algo era que por poco o mucho dinero que Suma le estuviera pagando por esas clases, realmente eran de ayuda.

Casi juntaba 50 dólares y ya podría saborear esa guitarra eléctrica color rojo cereza que brillaba en el exibidor de la tienda de música frente a él.
Según sus cálculos solo le faltaba poco más de 450 dólares, ¿Pero ya estaba en camino o no? A veces era cansado siempre ver el vaso medio vacío.

Todos los días pasaba frente a ese tienda y revisaba que el instrumento siguiera ahí. Y sin excepción ese dia así era. Pego más esos papeles gastado a su pecho y suspiro casi como úna adolescente enamorada antes de tener que apartar la vista y continuar caminado.

Perdido en sus pensamientos, Zenitsu desenvolvió el Dorayaki que había tomado del trabajo (Esperando que nadie lo notará) y le dio una gran mordida justo cuando escucho a alguien gritar su nombre haciéndolo dar la vuelta.

Para su sorpresa era ese hombre Uzui Tengen caminando en su dirección. Ambas manos estaban escondidas en su abrigo y una bufanda color gris rodeaba su cuello.
Las noches seguían siendo frías aún y Zenitsu tenía que irse a casa antes de que amenazara con nevar.

"Bueno, ¿A quien le debo el placer?" Uzui saludo de forma algo irónica pero sin la intención de ofender. "Mucho tiempo sin verte."

Zenitsu por el contrario trago el trozo de pan en su boca y miró hacia arriba para encontrarse con su mirada, sin devolver el tono juguetón que Uzui le dio, pero sin rechazarlo por completo finalmente respondió. "Nos vimos la semana pasada"

"¿De verdad?" El más alto cuestionó, rompiendo la mirada que sostenían centrando su atención en el pan a medio terminar del más bajito. "Debí echarte de menos o algo así, senti que paso mucho tiempo."

"No paso tanto." Zenitsu ignoro el comentario del albino. "Ven, siéntate", dijo levantando la mano para señalar un banco al otro lado de la calle.

Mientras cruzaban, Uzui se preguntó el por qué del aparente buen humor del rubio pues a comparación de su primer encuentro esta vez parecía más relajado. Debía ser el hambre.

Una vez juntos en aquella banca sobre la acera con la vista a la tienda de música frente a ellos y las farolas iluminando la avenida, Zenitsu extendió el brazo ofreciendo de su cena al otro hombre.

Uzui no dudo en aceptarlo y darle una mordida generosa, sabía al Dorayaki más delicioso que pudiera haber probado y antes de notarlo había terminado de comer el pan.

Comprobado la hora, Zenitsu decidió que estar así era agradable si no fuera por el frío y el echo de que ya no tenía cena.

"Estas temblando, ¿Dónde está tu bufanda?"

"Oh... eh... no tengo una."

"Hmm..." Uzui no supo que contestar, la envoltura del pan aún continuaba en sus manos. "Disculpa, me eh terminado tu pan."

"Esta bien, no tenía hambre."

Su estómago gruñó.

"No tenía tanta hambre." Se corrigió.

No tenía una bufanda, posiblemente se acabó su cena y más aún estaba seguro que ese rubio regresaría caminando de vuelta a casa por que no tenía dinero para el autobús, algo en él lo hizo sentir mal con respecto a esos detalles.

"Oi, Zenitsu ¿Qué te apetece cenar?" Se puso de pie escondiendo la basura del pan en uno de los bolsillos de su abrigo. "Creo que Suma hizo currie, a veces le quedan un poco duras las verduras pero sabe delicioso."