Intenso. Esa es la palabra que define mis sentimientos ahora mismo. Y he de admitir que me gusta tanto como me asusta. Había olvidado completamente lo que era sentirse así.
No se si esto es algo que empezaste tú, que empecé yo o fuimos los dos a la vez. Antes si entrabas a una habitación y estaba yo...no me daba cuenta. Pero ahora noto que has entrado, noto que me miras y se que estás ahí. Te veo mirarme con disimulo. Volverte si me estás dando la espalda. Sonreír cuando me saludas como no hacías antes.
Que si me hablas, me miras la boca y me muero de ganas de darte un beso. Que me pierdo en tus ojos y me perdería mil veces más.
No quería que me importara tanto todo esto, pero de repente lo hace. Y cuando me miraste fijamente, sin importarte nada más...
Que tengo que admitir que yo también lo hago. El mirar fijamente no, no por falta de ganas. Pero no quiero que nadie me descubra. Porque soy un libro abierto, se me nota todo lo que siento. Y solo me interesa que lo sepas tú si también lo sientes.
Pero el día que te veo...es un día más feliz que el día que no se nada de ti. Porque por mal día que tenga me lo arreglas con una sonrisa.
Y es que creo que una atracción tan fuerte tiene que ser mutua.
Que se me acelera el corazón tan solo con pensar en ti. Tus manos, tus ojos, tu sonrisa. Que cuando hablas me centro en escucharte aunque estés lejos. Porque me interesa cada palabra que salga de esa cabecita tuya.
Es raro sentirse así después de tanto tiempo. Creí que no me volvería a pasar. Tampoco recuerdo que fuese tan fuerte como ahora, quizás porque cada año que pasa tengo las cosas más claras.
Tengo que admitirte que me da un poco de miedo todo esto. Porque se lo que significa una decepción. Se lo que es desear tanto a alguien y no poder tenerlo. Se lo que es no actuar por miedo. Y es lo que mejor se me da.
Pero también es una tontería tener miedo. Porque no tengo nada que perder...y tú tampoco, o eso creo. Que el intento puede ser algo maravilloso. Creo que esto solo puede ir a mejor. Quiero conocerte, que me conozcas, hablar horas y horas contigo, quizás algo más.
Porque, ¿sabes? Las palabras se quedan cortas. Ni te imaginas las ganas que tengo de volver a verte. Y las ganas que tengo de que tú tengas las mismas. Que mi presencia mejore tus días. Que mi sonrisa te haga volar. Que desees perderte en mis labios.
Y no. No pienso cerrar la puerta a estos sentimientos. Porque aunque salga mal, ahora mismo es maravilloso. Y espero que tú tampoco lo hagas.
No tengas miedo, haremos que valga la pena.
ESTÁS LEYENDO
Al fin te encontré.
RomancePodría empezar diciendo que soy una chica normal. Pero en el fondo, no hay nadie normal. Todos somos distintos, y es lo que nos hace encontrarnos y distanciarnos. Y de estos movimientos surge la atracción, el amor, las amargas despedidas.