Recuerdos

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Cuando te conocí, la primera impresión que tuve de ti fue que eras muy curioso, hacías preguntas de todo tipo, querías conocerme, pero yo sólo te seguía la corriente.

Al principio nunca pensé en ti como una pareja, solo veía amistad. Con el pasar de los meses el amor fue llegando, todo parecía estar bien, hablábamos todos los días, nos tratábamos de forma tierna, siempre podía contar contigo y tú conmigo, lástima que eso no duró mucho.

Cuando me enteré de que me habías engañado, me dolió mucho, aunque de cierta forma ya lo sabía. Habías estado distante e indiferente, no me sorprendió cuando desapareciste, me sorprendió lo rápido en que me cambiaste.

Estuve muy mal esos días, no podía entender el porqué me habías dejado. No quería que fueras feliz con alguien que no era yo. En mi mente solo estaba vengarme y eso fue lo que hice.

Tenía tanto rencor, tanto odio, tanto dolor que no podía pensar, comer o dormir. Luego de que separé tu relación no me hablaste, me dolió aún más. Sin embargo ella y yo nos hicimos buenas amigas, teníamos algo en común, te odiábamos. Con el tiempo dejé de hablarle.

Pasamos tantos meses separados, yo conocí a varias personas pero nadie como tú. Ni siquiera me sentía la misma, había cambiado y tú lo notaste cuando nos volvimos a hablar, sé que te emocionaste, después de todo fui yo la que rompí el orgullo, no podía seguir así. Nos volvimos a ser buenos amigos, nos perdonamos, volvimos a comenzar de cero, esa vez nos fue muy bien. No puedo creer que lo haya arruinado todo por milésima vez.

Es increíble lo rápido que se puede cambiar del amor al odio, basta con no valorar algo hermoso que se tenía, es más fácil estropear todo que hacer las cosas bien. Nunca es tarde para comenzar de nuevo, sola o con alguien, la vida sigue.

Profundidad de un Corazón DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora