No resistí más. Tenía que hacer que esos labios fueran míos de nuevo o me iba a volver loco. La acerque a mí con delicadeza para rosar sus labios, pero fue lo único que logré.
-¿Qué te pasa? - casi grita al empujarme, me alejó de ella tan rápido que me quedé saboreando el dulzor de sus labios.
-¡¿Qué?! - Reclamé - ¿no somos novios?
-¡Es sólo actuación Kyuhyun! ¡Lo sabes bien!
-Es broma, es broma - reí como tonto, era realmente un tonto, cómo pude pensar en que ella aceptaría besarme si siempre que la beso me reclama, y sólo acepta porque es pura actuación - ¡tienes razón! Sólo estaba jugando con el momento - intenté aparentar
-¿Jugando con el momento? ¿A qué te refieres? - su ceño se fruncía una y otra vez, entre sorprendida y enojada
-Fue un impulso, me sentí... ¡olvídalo! Sólo fue eso, un impulso...
-No te entiendo... ¡¿por qué primero dices que estabas jugando con el momento y luego que fue un impuso?! - yo tampoco entendía, pero a ella. Acaso me había ilusionado al ver ese brillo en sus ojos que ahora se desvanecía a cada segundo que pasaba
-¿Olvídalo si?
-¡No! - me sujeto del brazo - no puedo olvidarlo porque ¡me estás confundiendo!
-El confundido aquí soy yo, ¡no tú!
-¿Y ahora con esto? - suspiró - no te quieras hacer la víctima - se tomó la frente e hizo todo su cabello hacía atrás - a ver Kyuhyun. ¿¿Puedes explicarme qué está pasando?? ¡Estoy muy, pero muy confundida!
-¿Y qué es lo que acabo de decir yo? - di una vuelta de 360 grados de desesperación - simplemente me deje llevar por el momento y quise besarte porque soy un mujeriego ¿ok? - su expresión cambio, sus ojos volvieron a brillar, pero no era ese hermoso y peculiar brillo, sus ojos se cristalizaron como si quisiera llorar, ¿acaso era yo el culpable? ese dolor en mi pecho apareció de nuevo
-Por un instante lo olvidé - suspiró y antes de que pudiera preguntar "¿qué?" ella continuó - que eres un mujeriego - ¿¿por qué me dolía que ella dijera esa palabra refiriéndose a mí?? Era muy extraño, no la entendía para nada, por un momento pensé que quería besarme, pero me rechazó y ahora... ¡¿qué es lo que quiere?!
-¿Preferirías que no fuera un mujeriego? - quise tratar de entenderla...
-Es tu vida, tú decides que hacer con ella - pero no se dejaba, era tan obstinada que no me dejaba ver más allá de esa barrera, sus sentimientos estaban bajo una gran muralla de hielo que no me dejaba atravesar, no sabía que pensaba, qué quería, pero aun así sentía que la estaba lastimando ¡¿Quién entiende a las mujeres?!
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Me aleje de él porque ya no quería seguir a su lado. Tarado, definitivamente el más tarado de todos. ¡NO LO ENTIENDO! Primero se porta tan egocéntrico que no lo soporto, después saca un lado dulce, amable y tierno que me hace disfrutar de su compañía y al último arruina todo, portándose como un verdadero imbécil.
-Me voy a casa
-¡Yo te llevare!
-¡NO! Quiero que me dejes sola
-No puedo hacerlo tu viniste conmigo y...
-No quiero que te me acerques ¿entiendes? Me voy a casa, SOLA. Tu haz lo que quieras, no me importa -quise caminar, pero tomo mi mano impidiendo que avanzara- ¡Déjame sola! -Le grite y una lagrima rodo por mi mejilla. El me miro sorprendido y me soltó
- ¿Qué te pasa?
-¡Que te importa! Ya te dije que no tienes que fingir cuando estamos solos
-¡No te entiendo! -Reclamo- Tú me pediste que fuéramos novios y...
-¡Y me di cuenta que fue un error! ¡Jamás debí meterme en esto yo!... ¡Olvídalo! -El miraba confundido y claro que no iba a entender si en estos momentos ni yo me entendía. Corrí lo más rápido que pude antes de que me alcanzara de nuevo y me subí al primer taxi que vi. Le indique la dirección de mi casa y me dejo en la puerta. Cuando abrí, solo estaban las chicas de servicio que hicieron una reverencia al verme. Mi appa no estaba y eso lo agradecía inmensamente porque no quería dar explicaciones de nada.
Entre a mi habitación, me cambie y me tire a la cama. Me sentía tan desesperada. En realidad todo era mi culpa, yo había comenzado con este "jueguito" y ahora todo se me salía de las manos. -Te lo advertí- Me dijo mi conciencia -No te involucres con alguien como él- ¿Por qué me sentía de esta manera? ¿Por qué me molestaba que el fuera tan tarado?
-¿Por qué haces eso Kyuhyun? "Solo quería besarte porque soy un mujeriego ¿Ok?" Esas palabras llegaron a mi cabeza y el coraje me invadió más.
-¡Soy una tonta! Completamente tonta -dije y golpee mi almohada-
Fui una tonta al pensar que él... Que él podría... ¡NO! Alguien como Kyuhyun nunca cambiaría. Yo no puedo... No puedo fijarme en alguien como ese tarado. Eso no terminaría nada bien, al menos para mí. ¡Tengo que evitar a Cho Kyuhyun a como dé lugar! Creo que lo mejor es dejar las cosas hasta aquí y confesarle la verdad a mi jalmoni.
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Sus palabras invadieron mi cabeza, se repetían una y otra vez, yo era un error en su vida, tal vez no debimos conocernos, por qué tuvo que gustarme, por qué tenía que ser tan irresistiblemente atractiva ante mis ojos, por qué deseaba tanto su cuerpo, sus labios, su piel, todo su ser. Necesitaba deshacerme de ese hormigueo en las manos, la desesperación me estaba consumiendo, tenía que hacer algo pronto.
No podía creer que me dejara ahí parado, sin decir nada más, con esa desesperación que me volvía más loco que ella misma. Comencé a correr como ella lo hizo, sólo para ver si las ansias bajaban un poco de nivel, pero fue imposible, me sentía impotente, abrí la puerta del auto. Manejé como desesperado por las avenidas hasta encontrar algo que atrajo mi atención, frene pisando a fondo, el ruido de las llantas hizo que ella saltara del susto. Bajé el cristal y ella se acercó tímida
-No deberías andar sola a estas horas - aparecía el seductor que guardé por muchos días. Ella me miró sorprendida
-¡tú...! ¡Tú eres...! - estaba a punto de gritar
-Si guardas silencio puedo darte más que un autógrafo - exclamé de inmediato y ella se calmó antes de anunciar que era yo quien le hablaba. Le hice un gesto indicando que subiera al auto. Estaba muy emocionada, me dijo su nombre, pero nunca pongo atención a esa parte. Me contaba cuanto adoraba a Súper Junior y que yo era su ídolo y todo eso que las "fans" me dicen cuando suben a mi auto, normalmente se vuelven fans estando conmigo, porque procuro no involucrarme con quienes realmente son mis fans.
Un lindo lugar para que se sintiera cómoda, ella sabía a lo que venía. Servicio a la habitación, frutos exóticos y una botella de vino, se me antojaba un poco de champagne, pero ya había tomado vino, así que... La verdad es que si no hablara tanto sería bastante atractiva para mí, sólo vi delineadas curvas y me detuve, pero no había mucho que apreciar. En fin podría quitarme las ansias por lo menos. Pretendí escucharla por un rato mientras mi razón se perdía en el alcohol, pronto empezaría la acción. Me había dicho "mujeriego", pues eso soy y es lo que seguiré siendo.
Sentados al filo de la cama, me acerqué lentamente, un poco mareado pero no tanto para no saber hacia dónde ir, quise ser gentil, pero ella quería ir rápido, al parecer no era la primera vez que hacía esto. En lugar de que yo la acomodara, ella me jaló quedando debajo mío, parpadeé varias veces para ver mejor, la vista se había nublado por el brusco movimiento al jalarme. Me besó, como siempre en este tipo de situaciones fui un descarado, nunca cerraba los ojos más que con Fer, entonces ella apareció. Un flash me hizo empujar a la chica.
-¿Qué pasa? - preguntó desconcertada
-Nada - negué sacudiendo la cabeza. Ella sonrió coqueta queriendo atraer mi atención de nuevo, pero al verla mi vista nublada me engañó de nuevo. Estaba viendo a Fer diciendo "Olvidaba que eres mujeriego", de nuevo sus palabras y la forma en que lo dijo hicieron que mi pecho se comprimiera, recordar sus ojos cristalizados y la inocencia de su persona me provocó remordimiento hasta más no poder, era un dolor tan intenso como cuando me rompieron el corazón ¿¿eso era lo que yo estaba haciendo?? ¿¿Le estaba rompiendo el corazón a Fer?? A la persona que me hizo sentir real satisfacción y que movió algo en mi interior con tan solo besarme ¿¿A esa persona la estaba haciendo sufrir??
La chica me miró extrañada, quería decirme algo, pero no sé porque no habló, yo no podía seguir con esto, ni siquiera pude tocarla
-Disculpa - me levanté y acomodé mi camisa - No puedo hacerle esto. - Tomé mi celular y me dirigí a la puerta, no sé porque me había referido a ella, su imagen no salía de mi mente y sólo estaba pensando en Fer.
-Si la quieres no la hagas sufrir - aquella chica habló antes de que yo pudiera abrir la puerta de la habitación ¿Cómo sabía que había alguien? ¿Cómo supo que me detuve de hacer lo que tenía planeado, por no lastimar a alguien que quiero? ¡Un momento! ¿Quiero a Fer?
Salí del hotel y conduje hasta la casa sin que mi tempanito pudiera salir de mi cabeza ¿Qué estaba haciendo? Si tan sólo ella me hubiera dejado comprobar con ese beso al aire, qué es lo que siento por ella. Cuando la vi por primera vez supe la que quería bajo mis sábanas, pero ahora siento que eso no es todo lo que busco, hasta hace unas horas estaba seguro de mi objetivo, pero sus palabras, todo lo que me dijo, cambió mi perspectiva es que acaso ¿podré volver a creer en el amor?
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Me quede con los ojos cerrados, pensando en todo lo que estaba pasando. Mi celular sonó, me frote los ojos y mire quien me llamaba. "Llamada entrante T.E" T.E era el nombre con el que tenía guardado a Kyuhyun "Tarado egocéntrico" "T.E" Estaba decidiendo entre apretar el botón verde o apretar el rojo, pero ¿Qué quería decirme? ¿Qué iba a decirle? Decidí no contestar. No quería hablar con él.
-No puedo, no puedo lastimarme más -las lágrimas salían de nuevo- ¡No quiero empezar a quererte tarado!
¿Estaba empezando a quererlo? ¿Porque al corazón a veces le gusta ser masoquista? Pero no podía culpar a nadie de lo que pasaba porque yo me lo había buscado. Mi celular sonó de nuevo, esta vez era un mensaje "No me ignores tempanito, quiero que hablemos. O por lo menos dime si llegaste bien a tu casa porque me preocupo por ti" ¿Se preocupa por mí? Le respondí: "Llegue bien a casa, no tienes porque "preocuparte". Ahora solo quiero descansar, no quiero hablar con nadie"
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Le llame al tempanito en cuanto el semáforo se ponía en rojo. El teléfono me dio un tono, dos tonos, tres tonos y la voz pregrabada del celular sonó "El número que usted marco no está disponible, favor de dejar un mensaje después del tono" Ella no quería hablar conmigo ¿Por qué? Yo debía hablar con ella, tenía que aclarar esta revolución que sentía en mí ser.
Ya que las llamadas no las respondía, le mande un mensaje, esperando que me respondiera:
"No me ignores tempanito, quiero que hablemos. O por lo menos dime si llegaste bien a tu casa porque me preocupo por ti" Dudaba en mandarlo. ¿De verdad le diría que me preocupo por ella? Decidí enviarlo porque era verdad, me preocupaba porque hubiera llegado con bien, ella era mi responsabilidad y tenía que cuidarla. A los tres minutos recibí mi respuesta: "Llegue bien a casa, no tienes porque "preocuparte". Ahora solo quiero descansar, no quiero hablar con nadie" Era la respuesta más fría que pude haber recibido en la vida. Creo que lo mejor es no molestarla.
No había podido acostarme con aquella chica que no recuerdo su nombre, ni siquiera había podido quitarme la ansiedad. Quería desahogarme, necesitaba hacerlo. Y solo conocía una persona para eso. Mi noona Victoria
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-¿Hola? -Me contesto
-Necesito hablar contigo ¿Puedes?
- Si, pero no quiero salir, así que te espero en mi departamento
-De acuerdo, estoy cerca. Te veo en 15 minutos -colgué-
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Llegue a casa de Victoria y la vi en la entrada de su departamento despidiéndose de un chico. Creo que llegue en mal momento. El chico le dio un beso en los labios, abordo un auto y se perdió de vista. Fue ahí cuando baje
-Si interrumpía algo me lo hubieras dicho -salto al oír mi voz-
-¡Para nada! Sabes que antes de cualquier chico, estás tú oppa
-¿Nueva conquista? -sonreí-
-Un lindo amigo -sonrío- Pero estoy segura que no viniste a preguntarme sobre mi vida privada ¿O sí?
-No, necesito un consejo -le dije mientras entraba detrás de ella-
¿Un consejo? ¿Sobre qué? -me pregunto sin mirarme
-Mmm... ¿Cómo sabes cuándo te gusta alguien?
Abrió los ojos sorprendida, se acercó lentamente y se sentó a mi lado. Al parecer sus oídos no entendían el porqué de mi pregunta
-¿Qué pasa Oppa?
-¿Podrías contestar mi pregunta?
-Kyuhyun ¿A ti te gusta alguien?
-¡Victoria! Deja de contestarme con más preguntas
-Pues es que nunca pensé que tu tuvieras curiosidad sobre eso
-¡Solo es curiosidad! -mentí-
-¿Seguro? -Asentí y me miro a los ojos- A ti te gusta una chica
-Ya te dije que no, solamente...
-No te lo pregunte. Lo estoy confirmando... A ti te gusta una chica -la mire- ¿Cómo se llama?
-¡Ya te dije que no hay ninguna chica!
-Puedes decir eso, pero la verdad es que si te gusta alguien. Te conozco oppa y sé que a ti te interesa una chica y no solamente para una noche. No sé cómo se llama ella, pero sé que te tiene en sus manos. Solo mírate, te la mencione un poco y tu mirada tomo un brillo especial
-Victoria... -dije con reproche-
-Está bien, pero saber que alguien te gusta no es difícil -la mire con curiosidad- Simplemente esa persona te hace sentir cosas que nunca sentiste con alguien mas, te hace sentir en paz y solo buscas alguna excusa para estar cerca -¿Excusa?, ¿Sera que yo busco excusas para estar con Fer? - ¿O no es así? -En este momento preferirías estar con ella que conmigo ¿verdad oppa?
-Victoria no empieces. ¡Sabes que tengo corazón de hielo! - ¿¿hielo?? ¿¿Estoy pensando en mi tempanito?? ¡Dios! ¿Qué me está pasando? Y ¿Desde cuando Fer se volvió "mi" tempanito?
-Como sea... ¿¿quieres un café?? - estaba tan perdido en mis pensamientos que no escuché a mi noona - Kyuhyun! Kyu... ¡Kyuhyun! - gritó mi nombre
-¿Qué? ¿Qué pasa??
-¿Estás bien? - se acercó a mí - ¡me estás asustando!
-No, tranquila, estoy bien, sólo que recordé que tenía que ver a Sungmin y ya es tarde - me puse de pie - gracias por el consejo, te veo después noona - besé su mejilla y me apresuré a salir, no quería que siguiera preguntándome quien era la afortunada o ¿¿debo decir desafortunada?? Soy tan malo que podría lastimar fácilmente a Fer.
Me puse mi chaqueta, hacía un poco de frío, pero no quise subir al auto, preferí recorrer las calles un rato y que el aire enfriara mi cabeza, así podría pensar mejor las cosas, pero esa ansiedad no se iba con nada. De un momento a otro acepté y confirmé lo que ya sabía, pero precisamente no quería aceptar, no por negarme sino por otras cuestiones fuera de mi alcance, como ya dije, aunque sea tan mujeriego y parezca un imbécil, no me gusta lastimar a las personas y menos con las que convivo seguido.
Regresé por mi auto un tanto apresurado y conduje hasta llegar a mi destino, ya no dudaba, pero mi mente se negaba.
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-¡¿Hija estás en casa?! - escuché la voz de mi appa desde la sala, no quería salir de mi habitación, pero debía contestar o se preocuparía
-¡Aquí estoy! - grité desde mi cama
-¿Puedes venir por favor? - con mucha flojera me levanté, tallé mis ojos y salí de la habitación acomodando mi cabello, entré a su habitación y vi que estaba con una chica del servicio indicándole qué ropa colocar en sus maletas
-¿Qué es eso? - pregunté sin más
-Hija de verdad lo siento, pero tengo que ir a Macao a arreglar unos asuntos muy importantes, ya sabes negocios son negocios, no pensé que surgiera algo así tan de repente - se veía un poco preocupado
-¿Me dejarás sola? - creo que eso le incomodó más
-No, estarás con las chicas - se refería a las de servicio - y están todos los empleados, si quieres mañana te vas con tu jalmoni - sonrió muy fingido
-Descuida estaré bien, es sólo que me sorprendió un poco - torcí la boca - y ¿cuando regresas?
-aún no sé, pero por lo menos en una semana - abrí los ojos sorprendida, pero no dije nada que pudiera preocuparlo más
-está bien appa, ¡cuídate mucho por favor! -tomó una maleta y el mayordomo tomó el resto
-Tú también Fer, cuídate - besó mi frente - ¡te amo! - lo acompañé hasta la entrada y lo vi alejarse en el auto hasta que lo perdí de vista, de alguna forma empecé a sentir nostalgia y aunado con los sentimientos que ya traía me sentí un tanto incómoda.
Regresé a mi habitación y puse algo de música, me tiré boca abajo sobre la cama y quise perderme en un profundo sueño, lo estaba logrando cuando sentí que algo vibró a mi lado. Abrí mi ojo para ver el celular a vibrando, lo tomé y al ver quien era lo aventé al otro lado de la cama, pero seguía vibrando y molestándome. Estiré la mano y colgué, pero seguía sonando y vibrando y me enojé tanto que contesté de muy mala gana
-¿Qué quieres?- alcé la voz - ¡te dije que no quiero hablar con nadie!
-Entonces no hables - fruncí el ceño - sólo ábreme la puerta - ahora abrí los ojos más que sorprendida ¿¿acaso estaba afuera de mi casa?? - me asomé por el ventanal, pero no alcancé a ver nada, estaba muy oscuro, así que abrí la ventana y un aire helado entro de repente, cerré de inmediato, colgué y pensé en que si no lo dejaba entrar se congelaría allá afuera, lo sé, no soy tan desalmada. Me apresuré a salir, pero me detuve a revisar que las chicas del servicio o el mayordomo no anduvieran cerca, por suerte era lo suficientemente tarde y se habían ido a dormir en sus respectivas casas, cada quien tiene la suya en la parte trasera del jardín. Me escabullí hasta la entrada, abrí la puerta y corrí hasta la reja atravesando el jardín principal
-¿Qué haces aquí? - pregunté un poco en susurro
-Creí que no querías hablar - se burló mientras abría la reja
-No seas tonto!! - el aire sopló congelando mi cuerpo, había salido de rápido que no pensé en ponerme un suéter, pero Kyu se quitó su chaqueta y me colocó alrededor, al acercase a mí tuve una sensación tan cálida que dudé en que fuera el Kyuhyun que conocía. Nos apresuramos a entrar, pero le dije que no hiciera ningún ruido, porque podríamos despertar al servicio. Entramos a la casa y de inmediato le ofrecí un café
-¡Que amable! Gracias - dijo en un tono algo raro para mí, volteé a verlo un poco desconcertada y creo que entendió mi duda - pensé que no querías hablar con nadie - entonces mi confusión volvió y mi actitud de buena onda cambió de repente como toda persona bipolar
-¡Pues tú no dejas de molestar! - reclamé
-¿Te estoy molestando?
-¡Qué pregunta! Claro que me estás molestando, te dije por teléfono que no quería hablar con nadie, pero parece que no entiendes porque hasta mi casa viniste a dar... y ahora si descubren que estás aquí, ¡mi padre me va a matar!
-¡Yo no te dije que me dejaras entrar! - reprochó
-¡¿No me pediste que abriera la puerta?! - levantó ambas cejas dándose cuenta de que yo tenía razón
-Pues... - tartamudeó - pues... pues si tanto te molesto mejor me voy!! - dio la vuelta, pero antes de que pudiera dar un paso lo detuve poniendo mi mano en su pecho
-¡Pues fíjate que no! - Me miró más sorprendido - es muy tarde y afuera está haciendo mucho frío, no voy a dejar que te vayas así - arqueó una ceja - no quiero que te enfermes y no puedas cantar y después me culpen por eso - mentí un poco ya que en realidad si me importaba su salud
-¿Solo te importa que cante? - supongo que esperaba una respuesta linda, que animara la cara de pocos amigos que había puesto
-Sólo... no soy tan fría como tú piensas - sonreí - vamos a estar en paz por lo que resta de hoy ¿te parece? - lo acerqué al desayunador mientras preparaba café, pero antes de que pudiera agregar agua caliente me hizo a un lado y él preparó dos deliciosas tazas de café - No sabía que pudieras preparar algo tan rico - Le había puesto leche, quiso hacer figuras, pero no le salió ninguna, reí por su infortunio y sólo pudo responderme con un puchero.
Estábamos muy divertidos con sus trucos y no me di cuenta del pequeño escándalo que estábamos haciendo, de repente volteé a la ventana que da vista a la casa de servicio y vi que una luz estaba encendida, de seguro nos habían escuchado
-¡Rápido sube, sube! - Me quité la chaqueta y empujé a Kyuhyun por las escaleras para que subiera a mi habitación - ¡rápido escóndete! - subió como adolescente que llega por la madruga de una fiesta y trata de no despertar a sus padres, apresurado y escabulléndose. De pronto se abrió la puerta trasera de la cocina
-Señorita ¿está bien? - una de las chicas vino a ver qué pasaba
-Sí, estoy bien. Sólo tenía frío y vine a prepararme café - sonreí fingidamente
-Me hubiera avisado para preparárselo yo
-No te preocupes, pude sola - guiñé mi ojo y vi que la tasa de Kyu estaba sobre la barra junto a la mía, ella preguntaría por qué había dos tazas, así que inmediato me paré frente a ella para taparlas - Ya puedes retirarte, estoy bien - ella intentó ver, pero no la dejé. Se rindió y se retiró después de hacer una reverencia
Suspiré para tranquilizarme, recogí las cosas que habíamos ocupado, tomé las tazas y subí las escaleras, pensé que Kyu estaría en mi habitación, pero cuando llegué al pasillo de arriba me sorprendí de verlo vagando sin saber a dónde ir
-¿Qué haces?
-Esperándote - tomó su taza - gracias - reí con fastidio y le indiqué por dónde ir - ¿Tú appa no está?
-No, salió de improvisto - entramos a mi habitación y le dije que se podía sentar en el sillón frente a mi cama y yo por supuesto me senté en la cama
-¿Y cuando regresa? - estaba muy curioso
-No lo sé, podría ser hoy o mañana - quería mentir para que no fuera a intentar algo indebido, sabía que no lo haría si yo no se lo permitía, pero debía tomar precauciones
-Pues no creo que regrese hoy - tenía razón, era obvio
-¿Tú qué sabes? - reclamé
-Bueno no importa, lo que sí importa es que no nos descubrieron - rio
-Pues casi lo hacen, tuve que tapar las tazas, sino fuera por ti no tendría que mentir - le mostré mi lengua
-cómo si no fueras traviesa, todos lo somos - guiñó su ojo
-Pues de chica si era muy traviesa, pero ahora no tanto, procuro obedecer - se burló sin poder resistirse - ¡¿qué?! ¿No me crees?
-¡Para nada! - se burlaba de mí
No sé cuánto tiempo pasamos hablando de nuestras travesuras de pequeños, me contó cosas que nunca imaginé, suponía que era muy travieso, pero no pensé que llegara a tanto. Incluso a esta edad le gustaba jugarle bromas a sus hyungs. Le decía que era una persona tan infantil, pero se defendía cuando yo le contaba de las cosas que llegué a hacer. El tiempo se nos fue volando, estaba muy cansada, los ojos se me cerraban mientras decíamos puras tonterías, ya ni él sabía lo que decía porque también moría de sueño. Cerré mis ojos por un instante y al abrirlos Kyu ya estaba profundamente dormido en el sillón, se dejó caer y se acurrucó entre los cojines, me levanté con mucha pesadez y tomé una cobija para taparlo, lo cubrí bien para que no pasara frío. Parecía un angelito durmiendo de esa manera, no podía creer que ese rostro angelical pudiera ser tan pervertido apenas abriera los ojos. Sonreí al verlo así y un cosquilleo hizo revolución en mi estómago, acaricié su rostro haciendo a un lado el cabello que cubría su frente, le di un tierno beso y regresé a mi cama, me cobijé y quedé profundamente dormida, tanto como Kyuhyun.
Los golpes hacía mi puerta me indicaron que ya había amanecido. Me frote los ojos y pronuncie un "adelante" desganado.
-Señorita, su jalmoni está en casa, quiere verla
-Si claro dile que... ¡NOO!
Se me había olvidado que Kyuhyun estaba en el sillón. La chica dio un sobresalto de la impresión
-Pero señorita ¿Que esto que tiene aquí?
Por suerte, Kyuhyun se había tapado completamente, pues la cobija era lo suficientemente grande para taparlo por completo
-Solo es ropa aventada, yo... yo la acomodare -dije nerviosa-
-Yo lo hare, es mi trabajo
-¡NOO! -Ella se asustó de nuevo- Tu deberías ir a avisarle a mi jalmoni que salgo en un momento- Ella asintió y salió. Vaya este tonto sí que tiene el sueño pesado. Lo moví para que abriera los ojos
-¡Kyuhyun despierta! ¡Kyuhyun tienes que despertar!
-No molestes Sungmin -dijo adormilado-
-¡No estás en tu casa y no soy Sungmin!
-Pues quien quiera que seas, déjame dormir más -reclamo
-Soy Fer, estas en mi casa y mi ¡jalmoni está en la sala! -Rápidamente se sentó en el sillón con los ojos muy abiertos-
-¿Cómo? -pregunto asustado-
-¡Tienes que irte!
-¿Porque no salgo y saludo a tu jalmoni?
-¡¿Acaso quieres morir?! ¿O quieres que yo muera? ¡Mi appa no debe saber esto y menos mi jalmoni! -Mire hacia el otro lado y después lo mire a el -Saldrás por la ventana.
-¡¿ESTAS LOCA?! -Le indique con mi mano que bajara la voz- ¡Me voy a matar! ¡Son dos pisos!
-Pues hacemos una cuerda con las cobijas y bajas.
-¡No! Tú no aguantaras mi peso sosteniendo las cobijas cuando baje
-Puedo amarrarla a la orilla de la cama... ¿O tienes otra idea mejor?
-Sí, salir y saludar amablemente -sonrío-
-¡No! ¡Tú no has visto enojada a esa mujer! Créeme que sufrirás menos si bajas por las cobijas
-No me vas a obligar a hacer eso -¿Me estaba retando?
-¿En serio?
-Sí y es mi última palabra... ¡No puedo creer que esté haciendo esto! -me dijo mientras se paraba en el marco de la ventana para poder salir
-Ya no te quejes y baja con cuidado
-Me la debes tempanito -Comenzó a bajar lentamente hasta que llego a la orilla de la cobija
-Con cuidado no te vayas a soltar de golpe porque... -se soltó-
Auch!! -se quejo
-Están los rosales con espinas -hice un gesto de dolor-
-¡Esta si me la voy a cobrar!
-Como sea ahora asegúrate de llegar a la reja sin ser visto
Lo mire desde que salió de los rosales sobándose el trasero, por lo que me tuve que aguantar la risa, hasta que llego a la reja, la cual abrió cuidadosamente. Se giró y se despidió de mí con un gesto con la mano y una sonrisa, le correspondí ambos y me metí a la ducha para arreglarme y ver a mi jalmoni, quien seguramente estaba muy desesperada...