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Mis ojos rojos, las lagrimas que se desbordan una por una, tinieblas entre las cuales tu recuerdo se pasea, ahí esta oscuro, insulso, queriendo regresar, intento ser fuerte pero no puedo ya no mas, porque tu ausencia me mata poco a poco, es como tragar una gota de cianuro cada minuto, hasta ver que mi alma se marchita lentamente, así hasta matarme, entre mas agonizo, tus memorias mas se ríen de mi, si cansada estoy de ti, de mi, de lo "nuestro" si es así que se puede llamar, porque aún después de terminado nada queda borrado, no podemos hacer de cuenta que nada paso, porque somos y seremos desconocidos por lo que nos reste de vida y aún así con todo eso se que siempre te amare como lo hice desde el primer día que entraste en mi corazón.

Cartas no entregadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora