Capitulo 1

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10 años después...

Yo estaba sentada en el porche de mi casa, bueno, no era una casa en realidad, de hecho era una choza ubicada en un oasis en medio del desierto Kadaos, ubicado en una parte muy oculta de la antigua Grecia. Éramos invisibles ante el ojo mortal.

Me cansé de estar sentada puesto que mi trasero ardía. A esta hora del día todo estaba tan caliente que ni siquiera estar bajo la sombra de mi porche impedía que sintiera mi piel quemándose.

No soporte el calor, así que fui a la pileta a tomar un baño. Estaba a punto de quitarme la camisa, hasta que un escalofrío recorrió los bellos de mi nuca, ahí estaba de nuevo, esa sensación escalofriante que siento cuando alguien me observa.

Me di vuelta y aparté las hojas de las plantas que me impedían verlo y le grité.

-¡Mierda Scott ya basta, joder deja de observarme solo me quiero bañar en paz!

-Eh, tranquila, no pienses mal, solo buscaba algo que se me perdió por aquí.

Lo fulminé con la mirada mientras observaba como él se adentraba a la choza, rodé los ojos, ese chico siempre buscaba la forma de irritarme cada día, esperé hasta que ya no pude escuchar sus pasos para darme vuelta y seguir con lo mío,

***

Estaba acostada en el sofá comiéndome un plátano cuando me di cuenta que ya era tarde y que tenía que hacer la misma rutina... Me levante del sillón y fui hasta la entrada aun sintiendo el escalofrío en mi nuca, estaba segura de que esta vez no era Scott, pero lo ignore. Hay muchos brujos en este desierto y pasan por aquí a cada momento- Me dije a mi misma para calmarme un poco. Fui a asegurar las cerraduras de las puertas, mientras Scott aseguraba las ventanas. Era fácil asegurar todo puesto que nuestra choza solo consistía en 3 puertas y 3 ventanas. Ahora solo faltaba el campo de fuerza.

Scott salió y dibujó el circulo alrededor de la choza, cuando ya hubo terminado el circulo él dijo un conjuro mágico egipcio, y entonces apareció, el campo de fuerza, acompañado con su irritante y molesto ruidito.

Se supone que cuando Scott termina el campo de fuerza yo me siento más segura, pero hoy no, el cosquilleo aún estaba presente. Fui a mi habitación decidida a dormir, un tonto cosquilleo no me va a detener de irme a dormir, así que simplemente lo ignore y me acurruque bajo mis lindas sabanas y caí en brazos de Morfeo.

***

Me levante sobresaltada por un ardor en mi Mejilla izquierda, el tonto de Scott me había abofeteado.

-¿Qué caraj...- no pude terminar mi frase ya que escuche el rugir de una bestia y el chirrido de sus miles de patas contra el campo de fuerza. De repente escuche el sonido de una explosión, inmediatamente supe que aquella bestia estaba destruyendo nuestro campo de fuerza. Fui a mi armario el momento en que Scott salía de mi cuarto desenfundando su espada para dirigirse al cuarto de almacenamiento. Mientras yo sacaba mi espada, un carcaj de flechas y unas cuantas dagas del armario. Vivimos en un desierto mágico así que adquirimos estas cosas de los herreros celestiales que fueron expulsados del cielo eso los hace ángeles caídos o algo así en realidad nunca les he preguntado que son ya que si lo haces ello se ofenden, y créeme no quieres ver a esos herreros ofendidos. Fui al baño y cogí un botiquín de primeros auxilios. Corrí tras Scott al cuarto de almacenamiento y comencé a llenar una mochila con provisiones al igual que él. Mientras escuchaba el crujir de metal contra meta y una expulsión enorme.

- La penúltima capa del campo se ha ido.- Dijo Scott con voz tranquila. A veces me sorprendía como él puede mantener su vos calmada ante estas situaciones. Justo cuando termine de empacar mi mochila Scott me vio a los ojos y me dijo: - Nos vamos.- una nueva explosión sonó, la última capa había sido destruida y los rugidos de la bestia se hacían más fuertes. Así que corrimos a la puerta trasera de la choza, salimos y corrimos sin ver atrás, justo cuando salimos del terreno del campo de fuerza, la bestia nos observó, pero al parecer no éramos nosotros lo que él estaba buscando, me voltee a una distancia más larga para ver a la bestia arremetiendo contra la choza que nos había costado tanto construir, y fue nuestro hogar por mucho tiempo. Ahora estaba destrozada por la cosa más rara que había visto, y valla que había visto cosa raras. Ese monstruo era como de seis metros de alto. Se arrastraba con una horrible carne viscosa y escamas en todo el cuerpo, del cuello salía una cabeza de serpiente y otra de león, abajo sus patas eran como de un insecto, pero estas eran metálicas y tenía dos patas de león al final. Corrimos un poco más pero no resistí el impulso y el enojo, porque ese había sido mi hogar por diez años con mi brazo seque las lagrima que se aproximaban y saque tres flechas de mi carcaj, las puse en el arco y tire de ella, las flechas volaron velozmente por el aire y se depositaron el en el ojo de león de a bestia, este provoco que rugiera con furia se volteó a notros y corrió...

Me tomo un minuto darme cuenta de que Scott me estaba hablando por el miedo que me inundo, voltee a ver a Scott pero antes de eso yo ya había ocultado mi expresión.

-¡¡REACCIONA CARAJO!! Que estupidez la que acabas de hacer hombre.- Me gritaba enojado.

-¡¡¡ YA LO SÉ, SOY MUY CONSCIENTE DE ELLO AHORA, IDIOTA ESTÚPIDO!!!-Le grite de vuelta

- Si, bien, tengo un plan ya que lo cagaste todo. No quería pasar por ahí de nuevo pero debemos hacerlo.- Sabía a lo que se estaba refiriendo, el túnel en el que llegamos aquí hace diez años.

-OKEY!! VAMOS.- Le dije sobre el ruido que hacia la bestia al acercarse a nosotros – Pero date prisa.

-Oh, lo cagas todo y ahora me estas apurando.- Me dijo mientras yo lo fulminaba con la mirada.

Corrimos unos metros más y llegamos al punto del que estábamos hablando. El comenzó a recitar un hechizo mientras un cuadro comenzaba a brillar en la arena del desierto. El monstruo se estaba acercando y yo comencé a lanzar flecha pero este ni se inmutaba. Scott tenía los ojos cerrados y aún continuaba con el hechizo de apertura. Lo sentí parar y me tendió una poción de fuerza y me la tome. Sentí mi adrenalina aumentar, corrí hacia la bestia empuñando mi espada, sé que no valía mucho la pena porque yo era una minúscula cosita ante aquella inmensidad pero vale la pena intentar, debía proteger a Scott para que terminara el hechizo. Corrí encima de su cola, que se agitaba para bajarme pero yo me aferraba más a mi agarre, continúe subiendo hasta llegar a una de sus cabezas y la corte, un corte limpio y sencillo. Luego baje un poco a un punto en el que es posible matar desde la espalda perforando el corazón y sus pulmones. Pero cuando me di cuenta Scott sostenía mi arco y tres dagas, utilizando el arco para impulsar las dagas bañadas en oro celestial, tiro de ella y dio al punto que estaba planeando atacar. Provocando que casi me clavara una a mí. La bestia callo de cara conmigo en su espalda.

Me baje rápidamente y corrí hacia  donde estaba Scott esperándome de brazos cruzados.

-Te tardaste con este. – Me dijo encogiéndose de hombros.- Ahora mueve tu lindo y tonificado trasero al túnel.

- Casi me matas allí.- Me dirigí a su lado y saltamos a la oscuridad del túnel. Estábamos a salvo por ahora...

Iron HeartDonde viven las historias. Descúbrelo ahora