Tu Arrogante Elegancia

ESPECIAL NATAQUINO

Pasaron 2 horas después de que Aquino se había quedado en el carro.
Los chicos se habían ido a dormir, Natalan era el único despierto el cual tenía hambre pero le daba pereza cocinarse algo así que decidió salir de su cuarto y fue a buscar  a Aquino para que le pudiera cocinar algo de comer.
Al salir de su habitación encontró el departamento silencioso y deprimente solo se escuchaba la respiración de los chicos al acercarse a la puerta de sus habitaciones o el sonido de los carros al pasar.
Natalan busco por las habitaciones, los baños, la cocina, y todo el departamento.
Al no encontrar a nadie en el departamento recordó lo que había escuchado horas atrás de la platica con Duxo... Aquino se había quedado en el carro en el estacionamiento, salió del departamento y fue al estacionamiento, como pudo entro y busco el carro tal y como lo había describido Duxo.
Estubo caminando por varios minutos en busca del carro hasta que al fin lo encontró, se asomo por las ventanas y lo vio dormido.
Golpeó con fuerza la puerta para que despertará, al intentar abrir la puerta vio que no tenía seguro entrando sin necesidad de que Aquino le abriera la puerta.
Entro y cerró la puerta con seguro... Se acercó a Aquino y lo observo con cuidado, sus mejillas carmesí, sus labios pomposos y rojos, su pelo castaño que estaba hacia la misma dirección en dónde estaba recostada su cabeza, cubriendo un poco sus ojos, su piel morena pero pálida, y su piel erizada por el frío.
Natalan lo destapó de su sudadera notando que debajo de la delgada camisa holgada sus pezones por la fricción y frío se habían estimulado y puestos duro.  Natalan miro el pecho ajeno y empezó a acariciar el mismo provocando ruidos obscenos del menor unos como  "mgh~" "ah..~" y Jadeos simples, algo que provocó una erección en el cuerpo del azabache.
Agarro al menor y lo sentó en su regazo haciendo que el menor pujiera y se dignara a abrir los ojos y alterarse al ver a Natalan.
El azabache miro con una sonrisa pícara a "su menor",  le quitó la camisa y empezó a besar el pecho ajeno acariciando sus pezones, pecho y haciendo masajes circulares con sus pulgares arriba de sus pezones...

– ngh..~ ahh...~ ¡N-natalan!...~

– Dime Rey, ¿Que pasa?~

– ¡Dejame en paz!..~

– Mmm... No~

El Más alto empezó a desnudar al más bajo y lo tumbó en los asientos. Se puso encima de el y desabrochó su pantalón y saco su miembro posicionándolo en la entrada del menor.
Aquino tuvo una reacción nerviosa,nuevamente su cuerpo le fallaba, su boca pedía a ruegos que parará mientras que su cuerpo rogaba por más , movió sus caderas hacia abajo rozando con el miembro del azabache... Levanto la mirada chocando con esos ojos uno negro y el otro azul, Natalan sonrió y metió de una estocada su miembro.
El castaño arqueo su espalda y pego un gemido con algo de fuerza, aún que anteriormente haya ya sentido esa experiencia, Seguía siendo algo torpe y aún no se había acostumbrado a la sensación de ser penetrado o tener algo caliente y palpitante dentro de el .
Con las piernas temblando intento alejarse del azabache el cual tenía un fuerte agarre en sus caderas y empezaba a dar penetradas desesperadas...
Cambiaron de posición con un cansado castaño encima del azabache el cual lo miraba

– Eres perfecto... ¿Lo sabías?~

– No necesito tus estúpidos halagos, no me vas a convencer de no odiarte

El castaño en un intento inútil de salir de esa situación, se agarro de los hombros del azabache y se levantó asi logrando llegar a sacar casi todo el miembro ajeno, al sentir un ligero dolor en sus piernas que no soportaron el peso lo hicieron caer nuevamente en el miembro del azabache metiéndolo en el