él

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luke no sabía cómo alguna chica a la que nunca había visto antes pudo haberlo hecho reconsiderar su decisión de acabar con su vida con unas cuantas palabras y una vacía promesa.

quince razones

¿lo valía? ¿era esta pequeña chispa que ella de alguna forma había encendido en él - iluminando las oscuras guedejas de su jodida vida - en verdad tan especial? sinceramente lo dudaba.

pero la cálida convicción de su meñique todavía asegurado con el de él, mucho después de que habían terminado de hablar, contradijo las sensaciones de desconfianza que lo estaban molestando en este punto. de repente parado en ese reborde no se sentía como un anhelo de muerte. lo hacía sentir más ligero (no que alguna vez lo admitiría, dios no lo quiera).

entonces, sintió su meñique ser tirado al ella sentarse en el reborde, piernas colgando peligrosamente en la orilla al acomodarse por sí sola. él la imitó, nunca dejando que su pequeña conexión se rompiera mientras se acercaba más cerca a su fulgor.

y entonces la realización lo atacó como una luz disparada. ella era radiante. era colorida y amable y hermosa, aunque apenas él podía distinguir sus facciones. era la encarnación de todo lo que él deseaba ser, y aquí estaba ella, tratando de arreglar algo que estaba ya demasiado roto para arreglar.

"esto es un error," él dijo impulsivamente. "yo soy un error. nunca debiste haber venido hasta aquí arriba."

él rápidamente desconectó su meñique del suyo y fregó sus manos entre sí toscamente, ignorando la fría brisa que hacía su espina dorsal temblar. la miró desde el rabillo del ojo, encontrándose con su estática mirada.

"no lo dices en serio," ella dijo suavemente.

"¡lo hago!" argumentó "dios, lo hago. eres tan.....no como yo. ¿no lo entiendes? estoy jodido. todo y todos los que me importaban ya no están. ¿y sabes porqué es eso? ¡es por mí! lo arruino todo. jodido infierno, ¿por qué apareciste? ¿ah? ¿por qué no sólo me dejaste saltar?"

sus puños estaban comprimidos en su regazo y su rostro estaba rojo con esfuerzo, y miró a todos lados excepto a ella. él quería saltar, ahí mismo, en ese instante, pero no podía soportar saber que lastimaría a una persona como ella en los últimos momentos de su vida. ella no merecía el dolor de ver a alguien suicidarse. era demasiado pura.

"porque me importas"

"ni siquiera sabes mi nombre," él respondió rápidamente con resentimiento.

ella balanceó sus piernas y se deslizó del reborde hasta la azotea, tropezando un poco mientras estabilizó su calzado en la superficie del concreto. él ni siquiera volteó.

"entonces dime tu nombre," contestó desesperadamente. "dime todo sobre ti. quiero saber cómo caminas. cómo hablas. cómo comes. qué amas. qué detestas. tal vez no sepa nada sobre ti, pero sí sé que no voy a dejarte hacer esto. sólo déjame entrar. por favor."

solamente hacia su pequeño gimoteo él giró su cabeza. sus fríos ojos azules se encontraron con los de ella avellana suplicantes e inmediatamente, la culpa abordó sus sentidos. con un suave gruñido, finalmente bajó de ese estúpido reborde hacia la azotea, directamente al frente de ella. juró haberla escuchado suspirar en alivio y él casi sonrió.

"soy luke hemmings," él finalmente se presentó y ella le sonrió.

"noelle devereaux," rió vagamente. "es un placer conocerte, luke."

el sonido de su nombre deslizándose de su lengua creó que una desconocida sensación de felicidad brotara en su pecho. era cálida y no estaba muy seguro de porqué había dejado aquella sensación escabullirse en primer lugar.

"igualmente, noelle."

fifteen ❦ lrhDonde viven las historias. Descúbrelo ahora