I CAN SEE YOU || Steve Harrington

Capitulo 18 ᯓ★

Luego de un largo y agotador viaje, el grupo finalmente pudo visualizar el cartel verde con el nombre "War Zone" en letras amarillas brillantes. Era un momento esperado, pero la tensión se podía cortar con un cuchillo. Steve estacionó la furgoneta detrás del local, asegurándose de que Eddie, quien se escondía en la parte trasera, no fuera descubierto y no tuviera que bajar.

Erica fue la primera en abrir las puertas del local. El bullicio que las rodeaba era abrumador; el lugar estaba repleto de gente, un mar de rostros que se movían con desinterés, ajenos a su misión. La multitud era una buena cobertura, pero la sensación de estar en terreno hostil nunca desapareció del todo. Olive miró a su costado y vio una pizarra de corcho repleta de folletos con la leyenda "Se busca", donde destacaba la imagen de Eddie. Miro hacia los demás con preocupación.

Robin: Y no queríamos aldeanos violentos... —dijo a Nancy, sus ojos escaneando la sala en busca de cualquier indicio de peligro.

Nancy: Hagámoslo... rápido

Erica: Estoy de acuerdo

Los grupos comenzaron a separarse. Steve, Robin y Olive fueron por un lado, mientras que Nancy, Erica y Max se quedaron solas. Mientras las amigas se dirigían a la sección de suministros, Erica se apresuró a elegir la gasolina.

Cuando finalmente lograron hacerse con lo necesario, Steve se unió a ellas, colocándose una chaqueta camuflada que hacía juego con su remera verde.

Robin: ¿Cuántos crees que necesitamos? —Preguntó tratando de concentrarse en la tarea a mano.

Steve: Cinco o seis —contestó acercándose por detrás de Olive y colocando una mano en su cintura. Ella sintió un escalofrío agradable recorrer su espalda y se giró, sorprendida.

Olive: Te ves bien, Harrington —dijo esta, mientras le acomodaba el cuello de la campera. Steve sonrió, disfrutando de la cercanía.

Steve: ¿Qué tienes ahí? ¿Un arco y flecha?

Olive: Ajam, mi padre me enseñó a usarlo cuando era pequeña —Ambos rieron.

Robin había dejado de poner gasolina en el carrito al darse cuenta de que Vicky estaba en el local. El pánico la invadió, miró a Steve, quien parecía tan ajeno a su tormento interno.

Steve: ¿Y, Robin? ¿No te acercarás a ella? —preguntó Steve, con un tono burlón que no ocultaba su preocupación.

Robin: No hables. —Contestó algo fría. Dio un paso hacia adelante, pero se vio forzada a retroceder al ver que el novio de Vicky había llegado a donde estaba la pelirroja.

Dan: ¡Wow! ¿Me atacarás con eso o qué? —preguntó a su novia antes de besarla, mostrando una confianza que hacía que el estómago de Robin se retorciera.

Vicky: Si así te portas bien, si.

Los ojos de Robin estaban llorosos; tenía ganas de gritar en una almohada o de salir corriendo. Olive, quien la observaba de cerca, notó su expresión y puso una mano en su hombro.

Olive: ¿Necesitas que haga algo? ¿Quieres que atropelle al rubio mal teñido con mi auto? —Robin la miró, horrorizada, mientras Steve no sabía si reír o lanzarse a buscar a un terapeuta de emergencia.

Steve: ¡Por Dios, Olive! ¿Por qué siempre tu primer instinto es violento ? —exclamó Steve, entre sorprendido y divertido– Ademas, ¿Rubio mal teñido?

Olive: Las cosas no se arreglan con palmaditas en la espalda. Pero, claro, si prefieres dejar que el universo se encargue... ¡Es tu vida, no la mía!  —frunció el ceño Olive, claramente frustrada. Era un clásico de su personalidad.