Estas acostado/a en tu habitación, con la puerta cerrada, la luz apagada, son las 12 de la noche y ese maldito insomnio que no te deja dormir, esos pensamientos tan absurdos que te destruyen por completo. Las lágrimas caen y no las puedes contener, muy en el fondo escuchas desde tu habitación, discusiones familiares, llantos, platos rotos, que más da, puertas rotas y paredes destruidas. Aún así sabes que tu eres quien esta más destruido/a que todo eso que esta allí afuera. Sabes que por más que de Todo este bien vas a sentir ese Vacío de por vida, Por todas las cosas vividas que buscan su fin.