Cierta Melodía Melancólica

Capítulo IV

Entre sueños Alice logró recordar a alguien que conoció durante su vida humana, esa única persona que la aceptó y la quiso, realmente no recordaba el nombre del chico, tampoco recordaba mucho su cara por completo, pero estaba segura que ella había estado enamorada de él por mucho tiempo.

Se conocieron una noche fría y oscura en Francia, Alice estaba tan triste que esa misma noche había decidido que escaparía de todo, hasta que ya no tuviera fuerzas para vivir más, cayó agotada en un parque; mientras se mecía en el columpio, este chico se acercó a ella y tras ponerle su chaqueta encima le dijo "Las mujeres, en especial una tan linda como tú, lucen mejor sonriendo" Alice al inicio pensó que se trataba de algún pervertido que quería abusar de ella, pero pasaron mucho tiempo juntos después de platicar esa noche, él le subía el ánimo todos los días, logró hacerla reír, y le devolvió su felicidad por mucho tiempo.

Cuando ella por fin decidió declararle su amor, él, por razones personales, se vio obligado a alejarse de ella y tras darle un gran beso le dijo -Me da gustó saber que soy tan importante en tu vida, pero es hora de que aprendas que la única persona que puede ser más importante, eres tú misma, así que quiero saber que de ahora en adelante serás feliz- 

Así fue como se despidió de ese único amigo humano al que jamás volvió a ver.

-Alice, voy pasar- interrumpió Anthony su sueño -ya es hora de levantarse hay mucho por hacer y la noche es corta-

Ella reclamó emitiendo un gran bostezo -Estaba teniendo un buen sueño ¿Por qué me despertaste?-

-Lo sé, la realidad es que no quería interrumpir, pero si te dejaba dormir más no tendríamos tiempo suficiente-

-Te he dicho que me molesta que espíes mis mente, hay cosas privadas que me gustaría no las supiera nadie- se quejó.

-Bueno es tu culpa, tus pensamientos son muy intensos, además, me dio curiosidad saber sobre tu amor humano-

-No quiero hablar de eso- dijo apenada -no fue tan importante-

-Lo fue para ti ¿No es cierto? ¿Cómo era él?- insistió.

-No lo recuerdo del todo- explicó -pero si llegué a sentir algo muy grande por él, siempre trataba de hacerme reír y era muy cariñoso conmigo, la realidad es que me salvó de un gran abismo en el que estaba cayendo, claro que ya nunca lo volví a ver y si lo hice probablemente ya no lo recuerdo-

-¿Sigues pensando en eso? No podrás concentrarte en tus nuevas responsabilidades si sigues pensando siempre en lo mismo-

-Bueno y ¿qué harías tu en mi lugar?- le dijo aun frustrada

-Iremos a ver a Jack, por más que me desagrade, es cierto que él te podrá ayudar, eso haremos- 38

Alice soltó una sonrisa relajada, sabía que Anthony solo quería ayudarla, eso la conmovió, aunque Jack y él siempre habían llevado una gran rivalidad dado que, nunca estaban de acuerdo en nada, Anthony siempre había hecho su mayor esfuerzo aunque se tratara de él, con tal de ayudarla, incluso esa noche el lucía más animado de la misma Alice.

-Oye- le dijo Alice antes de salir -ni una palabra a James amenos que yo lo autorice ¿entendido?-

-Como tú mandes- le respondió Anthony con algo de gracia.

Tras salir a las calles de Londres, les costó algunas horas encontrarse con Jack, estando tan oscuro, era más fácil para él ocultarse y hasta la media noche, por fin, decidió mostrarse.

-Me dio gracia el verlos tan desesperados buscándome, perdónenme no quise molestaros- se burló.

-No tiene nada de gracia, Alice te busca para algo importante- le reclamó Anthony