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Sus ojos se concentraban en el cereal qué parecía estar revolviendo hace horas, pero hacia solo unos minutos había comenzado stream, solo estaba esperando que los viewers aumenten.
La pantalla reflejaba una animación de un chico castaño, sentado en su cama, rodeado de libros mientras leía uno atentamente. Una ventana a su lado mostraba que era de noche, una lámpara siendo la única luz que ayudaba a guiar sus ojos a través de los párrafos.
Esa era su pantalla de espera, una que se apegaba bastante a la realidad de lo que hacía cuando tenía tiempo libre y nulas ganas de stremear.
Los Froot Loops flotaban sobre la leche que había servido en un bowl, la cuchara removiéndolos con desinterés mientras su cerebro se tomaba el tiempo de repasar todo lo ocurrido dos días atrás, como si quisiera distraerlo de la tarea que debía realizar.
Recuerda pasar tiempo con el cast, reír con Leah y Dior, bromear con Walker y conversar animadamente con Aryan.
Sus sentimientos se encontraban alejados de lo que él creía que serían luego de aquella noche: No se sentía abrumado, ni ansioso por todas las cosas que podría haber hecho diferente, como siempre le sucedía luego de experimentar algo nuevo. Al contrario, lo recordaba con tranquilidad, casi con nostalgia, como queriendo volver a vivir la experiencia solamente para sentirse como lo hizo.
Por primera vez en mucho tiempo, se sintió en paz.
Los amigos de Leah lo habían recibido de la mejor manera, incluyéndolo en las conversaciones e interesandose por lo que tenía que decir.
Charlie y Aryan le preguntaron como era ser streamer.
Dior consultó si conocía a algún otro streamer famoso.
Olivea comentó que se veía como un trabajo interesante.
Walker apostó que podía vencerlo en el juego que eligiera.