¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
El bullicio lejano se siente cada vez más y más cercano a medida que sus ojos se abren con lentitud.
Los rayos del sol se colaban tímidamente por entre las cortinas, iluminando la habitación solo un poco.
A pesar de eso, estaba oscuro, parecia que los demás se habian esforzado en mantener todo en su lugar para no interrumpir su sueño.
Las risas y conversaciones se vuelven más claras cuando por fin entiende sus alrededores.
La sala de estar estaba casi vacía, solo las mantas, envolturas de snacks y cartas de uno delatando la diversión que habían tenido la noche anterior.
Además de él, algo más, algo más que pesaba sobre su cuerpo y cuyo cabello cosquilleaba en su barbilla.
Se remueve un poco, volteando hacia abajo. Lo primero que nota, rizos rubios, alborotados. Después, una respiración pausada y suave, como si no hubiera estado tan cómodo en toda su vida.
Pestañea varias veces, aún intentando procesar la situación.
Intenta incorporarse, pero el peso sobre su cuerpo se lo impide.
Extiende el brazo, tomando su teléfono de la mesita a su lado, lo enciende solo para ver la hora.
09:19 AM.
Aún era algo temprano, pero sus amigos ya se habían levantado, y, por lo que oía, parecía que estaban desayunando.
Observa alrededor, buscando una forma de zafarse del adormilado agarre de su amigo.
Intenta moverse lentamente a un lado, dejando a Walker en el colchón, aunque eso no es posible.
El rubio sobre él frunce el ceño, quejándose entre sueños y volviéndose a acomodar, sus brazos se deslizan aún más alrededor de su cuerpo.