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Habían pasado un par de semanas, y ahora Venus tenía más amigos de los que había tenido alguna vez en la vida.
Leah se convirtió en lo más cercano a su mejor amiga, aunque ella estaba ocupada con entrevistas y cosas del estilo y Venus estaba ocupado preparándose para el viaje a Las Vegas, hablaban cada que tenían la oportunidad.
A veces hablaba con Aryan, era más responder historias de Instagram mutuamente que una conversación continua.
Sabía con certeza que Walker veía sus streams, y por eso intentaba no hacer ninguna tontería como usualmente. Pero a veces hablaba con el rubio.
Y ahora, se encontraba sentado sobre la maleta, luchando contra el cierre que se rehusaba a cumplir con su función.
──¡Vamos, ni siquiera hay tanta ropa!──se queja mientras tira del cierre con fuerza.
Se interrumpe a sí mismo al oír la puerta de su habitación rechinar, indicando que alguien había entrado.
Voltea y ve a su hermanito, de pie en la puerta, fregandose el ojo derecho y sosteniendo su peluche.
──Lo siento, ¿hablé muy fuerte? ¿Te desperté?──pregunta dulcemente mientras se sienta en la cama y estira su brazo para que el niño se acerque.
Eliott comprende y da algunos pasos hacia delante, dejando que el mayor le acaricie el cabello.──No, no podía dormir...
──¿Por qué?
──Mañana te vas...──murmura tristemente.
El corazón de Venus se encoge de ternura.
──Aw, corazón.──Él abraza a su hermano, y siente como este se aferra a su cuerpo.──Tranquilo, tranquilo...
El adolescente deja que su hermano lo abrace con fuerza, mientras lo oye sollozar.
──No va a ser tanto tiempo, van a ser un par de días.──Intenta calmarlo, su mano pasando por el cabello de Eliott.