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¡pídeme la luna!
📍Paris, France (maratón 1/4)
-Amor, ¿vamos por un postre o algo? Me dio antojo de algo dulce.
-Aquí tengo tu postre, mi reina - guiño su ojo.
-Okay...voy sola entonces - le di una cara de disgusto mientras tomaba mi bolsa.
Oscar tomó mi muñeca deteniéndome.
-Era una broma nomás, amor - rió abrazándome - ¿Qué tipo de postres quieres?
-No sé, pero como hace frío tal vez un pan y un café o algo. Vamos a ver qué encontramos.
Caminamos las calles de la hermosa ciudad de Paris. No me quiero ir de aquí. Seguimos caminando hasta encontrar un café en una esquina, estaba decorada de flores y colores hermosas.
-Te tengo una sorepresita, amor - dijo Oscar mientras comía su postre.
-¿Ah si? - asintió -¿Qué es o qué?
-Si te digo ya no va ser una sorpresa, mi amor - puso su mano en su cara -Lo único que te voy a decir es que tienes que estar lista a las 6:30. Ponte más hermosa de lo que ya estás - beso mi mano.
-El viaje ya es lo suficientemente, Oscar. No tienes que regalarme ni darme más sorpresas.
-Yo lo quiero hacer, amor. Está es la cereza del pastel.
Empecé a reírme de él porque se había llenado de chocolate.
-¿Que? ¿De qué te ríes? - no paraba de reír -Amor ya, dime.
-Estás lleno de chocolate, amor - lo limpié con una servilleta.
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Ya me encontraba arreglándome para la sorpresa que me tenía Oscar. La neta no tenía idea de que era. El ya me había regalado todo lo que uno puede pensar. Así era más que suficiente, pero conociendo a Oscar siempre sigue con sus regalos.
-¿Ya estás listo? - pregunté viendo como salía del baño ya arreglado.
-Yo sí, amor. Pero toma tu tiempo, no te apresures que todavía tenemos tiempo. - beso mi cabeza.
Seguía en lo mío, terminando mi maquillaje. Después de terminar mi maquillaje escogí lo que me quería poner. Decidí combinar con Oscar y ir de negro. Un vestido simple, pero bonito.
