Solo quedamos nosotros dos.

16 0 0
                                    

En multimedia además de mostrar los personajes, voy a subir lo que usa Camelia.


Llegué a casa en menos de 10 minutos, deje las llaves arriba de la mesa de vidrio del comedor. Tire mi bolso arriba del sillón gris de terciopelo en el living. Me senté en este y prendi el televisor, después de estar mirando un aburrido partido de fútbol americano decidí ir a la cocina a comer algo.
Escuche un ruido proveniente del cuarto de mi madre, me quede en el umbral de la cocina que daba al pasillo donde se encontraba la puerta del cuarto de mi madre, Teresa.

-¿Mamá?.- pregunte asomando mi cabeza hacia el pasillo.-¿Mamá estas en casa?.- nadie me respondió.
Me arme de valor y entre a su habitación, todo estaba ordenado como siempre. La ventana de su habitación estaba abierta. Sobre la mesita de noche había un papel, estaba cansada de encontrarlos. Lo recogí y leí lo que este contenía.

¿Sabes algo? Debe ser feo ser tu, tus padres te abandonan sin una razón Camelia. Vamos, fíjate que hay debajo de la almohada.

Tire al papel al piso, estaba cansada de esto. Agarre la almohada y la levante, debajo de esta había un sobre blanco. Me senté a lo indio en el piso y comencé a leerla.

"Queridos Camelia y Aaron:
que esto va a ser duro para ustedes y probablemente no lo van a entender, he decidido irme. No lo tomen a mal, no quiero que se sientan solos, vacíos. El deber me llama, necesito que se cuiden, que tengan cuidado de con quien se relacionan. No entenderán esto ahora, el destino nos volverá a juntar. Su padre debió cumplir con su deber primero, ahora la que sigue soy yo. No puedo decir mas nada mis pequeños, con el tiempo lo entenderán.
Los amo mas que a nada en este mundo, hasta pronto hijos."

No podía estar pasando esto, primero mi padre y ahora ella. Nos abandonaban como si fuéramos un saco de basura. Las lágrimas inundaban mi cara, mi vida estaba siendo una completa mierda. Solo me quedaba Aaron, él desde ahora era mi única familia.
Me levante del piso quitando mis lágrimas bruscamente, cogí las llaves del auto y salí de casa.
No podía parar de llorar, solo no podía. Sin darme cuenta estaba yendo a la playa mas cercana.
Aparque el auto, me quite las vans y me adentre en la arena fría.
Estábamos en primavera, había una brisa fresca. Eran las 23:00 de la noche, no me molestaba estar sola sabía cuidar de mi misma. Me senté enfrente de la orilla dibujando círculos en la arena, mis lágrimas no cesaban y tampoco pensaban hacerlo.
Me sentía un ser despreciable, ¿Que clase de padres abandonan a sus hijos? Los que no los quieren claro esta, nunca en mi vida me sentí tan débil. No entendía el porque de su partida, ¿Que clase de deber hacia que abandonaras a tu familia? Nada de esto tiene sentido, no para mi.

Fije mi vista en el agua, deseando que mi vida fuera diferente. No le había hecho el mal a nadie, siempre me lo habían hecho a mi, por lo visto era un franco fácil al cual hacer sufrir.
Tendría que llamar a Aaron pero decidí que no, se lo contaría por la mañana. Estaba con sus amigos y no quería estropearle la noche.

Tenía muchas incógnitas, la persona que me mandaba estas cartas era la misma, siempre la misma letra y el mismo color de tinta: rojo.
Debía averiguar y encontrar a esta persona, sabía mas de mi vida que yo misma. Y más que nada sabría la razón porque mis padres decidieron abandonarnos.

No tenía fuerzas para levantarme, para seguir adelante. Otra vez mas, mi barrera se debilita.

-------------------

Espero que les este gustando, muchas gracias por leer!!
xx

¿Acaso existe el amor?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora