Capítulo 7

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Abrí los ojos encontrándome en un gran terreno verde. Miré mis manos; estas estaban limpias y mi ropa era diferente a la que traía. Di unos pasos por la gran hierba que me llegaba a mis rodillas. Miles de dientes de león se veían por todos lados. Tomé uno de ellos y soplé viendo como se iban volando las pequeñas partes.
Una luz se asomaba por todo el lugar. Alcé la vista viendo un extenso techo azul que no se podía ver en donde terminaba. ¿Dónde está Mircanti? Entrecerré los ojos al ver la fuente de la luz que iluminaba el sitio. Jamás la había visto, tuve que cerrar los ojos por un momento al sentir un dolor en ellos al verla. Mi cabello empezó a volar por todas partes al sentir el aire, era cálido. Cerré los ojos preguntándome en dónde estaba, qué lugar era este y cómo había llegado.

Risas se escucharon por todo el lugar. Pude ver como a lo lejos se veían niños corriendo. Todos ellos sonreían,cantaban y bailaban. Fruncí el ceño y me acerque para verlos mejor. Se dirigían hacia el bosque dejando atrás este paisaje.
Uno de ellos se percató de que los seguía. Su tono de piel era morena  y sus ojos no los distinguía muy bien por la luz de arriba. Noté que el llevaba ropa parecida a la mía, al igual que los demás niños. Extendió su mano hacia mí.

-¿Vendrás con nosotros?- Una sonrisa se extendió por todo su rostro. Sonreí sin responder. Por alguna razón sentía confianza al estar con él. Empezamos a correr junto con los demás.
Paramos enfrente del bosque pero había algo extraño en él.

-Son dimensiones- Habló el mismo niño señalándome las dos dimensiones que se encontraban en frente de nosotros.

-¿Para qué son?- Me puse de puntitas para poder ver mejor. El niño sólo soltó una carcajada.

De una de las dimensiones salió una mujer. Su cabello era castaño y ondulado. Traía un vestido blanco del mismo tono que mi ropa. Señaló las dos dimensiones y después todos los niños empezaron a correr hacia ellas. Unos entraban al de la izquierda y otros al de la derecha. Sin darme cuenta ya era la única que faltaba. La mujer me observó y con una pequeña sonrisa se acercó a mí.

-¿Cuál lado vas a escoger Aura?

Todo se volvió borroso y cuando pude ver de nuevo con claridad ya no estaba esa mujer, ni las dimensiones, ni los niños, ni ese lugar hermoso. Me sorprendí al ver que estaba caminando. Nico y Zoe estaban enfrente de mi platicando. Giré un poco mi rostro, pude ver a mi izquierda a Nolan, este sonrió y siguió caminando. Pasos se escuchaban atrás de mí por lo que supuse que era Dominic.
No había muchos árboles en esta zona y la hierba estaba de un color amarillo en vez de tener que estar verde. Habían algunas flores pero la mayoría ya estaban secas. No se parecía en nada al lugar con el que había soñado. Ese lugar era hermoso; algunas veces las mejores cosas pasan en tu mente.
Alcé mis manos al recordar lo limpias que estaban pero me desilusioné al ver que estaban sucias y con cortadas. Ya no traía puesta esa linda ropa; en cambio de eso, vestía ropa vieja.
Tenía tantas preguntas que rondaban por mi cabeza. ¿Que había pasado? ¿Qué era ese sueño? ¿Cuándo empezamos a seguir nuestro viaje? Y más que nada...¿Cuándo había despertado? ¿Acaso soy sonámbula? Esto cada vez era más confuso y difícil de entender.

-¿Estás bien? Llevas todo el camino muy distraída- Nolan tocó mi hombro para que le pusiera atención.

-Sí, estoy bien. Como tu dijiste, algo distraída- Mi voz se escuchaba extraña, o tal vez sólo era mi imaginación. ¿Hola? ¿Hola? Probando. Uno, dos, tres. Sí, se escucha extraño.
Tengo tantos pensamientos en mi cabeza todo el tiempo. Es divertido imaginar millones de historias y situaciones pero eso a veces también cansa porque no me puedo concentrar.
Concéntrate Aura, sé que tu puedes hacerlo. ¡Vamos Aura, vamos! No debe ser tan difícil ¡Tú puedes!¡No puede ser, ya estoy hablando conmigo misma! y lo peor de todo es que ya me distraje por pensar en esto. Soy un caso perdido.

El secreto de AuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora