Capítulo 7

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-¡La mejor fiesta del siglo!- vociferaron todos los presentes alzando una copa llena de un líquido rojo intenso, la música de fondo no paraba de sonar, contribuyendo al ruido. Las luces flasheaban y cambiaban de color conforme pasaba el tiempo.

Todos disfrutaban en el medio de la playa, bailando al ritmo de la música.

Ya no hay rastro de aquel lindo lugar tranquilo y relajante. A unos metros del agua cristalina se encontraba un escenario con un famoso Disc Jockey en el centro, a los lados, máquinas de humo infestaban el aire, sobre éstas unas luces parpadeantes colgaban sobre un pedazo de metal, el lugar cambió drásticamente en tan solo unas horas, aunque a decir verdad sí que habían hecho un buen trabajo organizando su última fiesta.

...


Luego de que Alonso interrumpiera el hermoso momento que tuvieron los protagonistas, el manager salió de la sala, se dirigió a donde se encontraban con una cara de furia y literalmente arrastró a Jos, alejándolo de ella. Sin más remedio, Alonso lo siguió y ella se quedó sola, con todos sus retorcidos pensamientos y una confusión tremenda. No sabía cómo reaccionar a esto, ni siquiera se consideraba linda, siempre fue víctima de acoso por el simple hecho de pertenecer a una familia rica y no vestirse con ropa costosa, su autoestima siempre estuvo por los suelos hasta que llegó a la secundaria, ahí conoció a sus actuales mejores amigas, las tres siempre estuvieron en el mismo salón de clases sin embargo nunca se dirigieron la palabra hasta que un día la profesora favorita del trío las juntó, pues eran las únicas que no tenían un grupo, así creció una amistad que con el paso del tiempo más personas se sumaban, aquellas personas que no formaban parte de las populares se unieron poco a poco, creando una familia, donde nadie despreciaba a uno por algo o por lo otro. Y sin darse cuenta, aquella familia superó a los demás aunque Noelle siempre era la sombra de sus mejores amigas, ellas siempre sobresalían en todo, mientras que ella se quedaba en la oscuridad, una era buena en todas las materias y la otra hacía deportes extremos, llamando así la atención de casi todos los chicos. Y ¿ella? Tan sólo mantenía notas altas, pero no lo suficiente para ser la mejor, se escondía detrás de los libros, evitando la realidad y sólo socializaba con su grupo de amigos.

Volvió nuevamente al baño, tan sólo estaba a unos pasos de ella, abrió la puerta con un pie y se miró directamente desde el espejo, reflejaba a una persona diferente, más alivianada, más segura. Por primera vez pudo ser ella misma frente un chico y ¡hasta le cortejó sin ayuda alguna! Sonrió a su reflejo y se dispuso a lavarse las manos. Al salir, pudo escuchar un ritmo muy reconocido por ella, se estaba perdiendo la presentación de los chicos. Apresuró su paso en las escaleras y abrió la puerta que conducía a la sala. Nuevamente atrajo toda la atención. Hasta los que se encontraban cantando, volvieron su mirada hacia ella. Noelle caminó evitando esas miradas, hacia la mesa familiar que tenían.

-Esta vez sí que te tomaste tu tiempo, ¿Qué hacías en el baño?- regañó su madre.

-Bueno, tuve mis necesidades- respondió ella intentando librarse de la verdadera respuesta.

-Aha, sí- continuó su madre no muy convencida.

Noelle se enfocó totalmente en el performance de los chicos, no sólo miraba a Jos, si no a todos, siempre estuvo esperando este momento, su boyband favorita se encontraba a unos metros. Estaban cantando Ángel Cruel y ella sentía que cada vez que Jos cantaba, se dirigía a ella, como si la canción estuviera hecha para Noelle, pero era sólo parte de su imaginación. Trataba de evitar gritar, pues el lugar era muy sofisticado para eso, sin embargo era una misión muy difícil. Contenía sus gritos con ambas manos sobre su boca, no podía creer que tenía el privilegio de verlos cantar. 

Ella lo miró y en ese mismo instante él también dirigió su mirada hacia ella, notó que él le había guiñado, por dentro ella estaba gritando con todas sus fuerzas y por supuesto, sus mejillas tomaron un rojo carmesí, como es usual. El escenario no era muy grande, apenas cabían los cinco integrantes de la banda, además no era realmente un escenario, tan solo un pedazo de madera sobre el piso, pintado de color negro. El piano que estaba al principio en el centro, se encuentra ahora al lado derecho, detrás de la banda. La iluminación era demasiado elegante, no cuadraba con el estilo de la banda.

Al terminar de cantar, ella aplaudió con todas sus fuerzas, sonreía sin esforzarse, un brillo se alojaba en sus ojos, y sus manos sudaban. Ellos agradecieron y bajaron del escenario, encaminándose a la mesa que les pertenecía.

El anfitrión retomó su trabajo, presentando a otro grupo que procedía de argentina; Smile, aún no eran muy conocidos mundialmente, no obstante en su país eran un éxito total.

Ella buscó su celular en la pequeña bolsa turquesa, tenía un muchas notificaciones en twitter pues su celular no paraba de vibrar. Revisó y se dio cuenta de que acertó, él publicó una foto etiquetándola y en la descripción sólo contenía un punto, un inverosímil punto.

Miles de coders respondían a aquella publicación, algunas con furia, otras defendiendo, inventando rumores, preguntando... Ya saben lo que Noelle o cualquiera coder haría si revisara el perfil de Jos.

De pronto un mensaje la interrumpió.

"¿Te gustó nuestra presentación?"

Ella miró hacia él con una sonrisa.

"¿Cuál? ¿La de los cinco chicos? El pelinegro del medio parece que se enchina las pestañas con los instrumentos de su madre. De seguro se lo roba  ¿lo notaste?"

"Sí, aunque tal vez los tenga así por naturaleza. ¿Viste el lunar que tenía sobre el labio? Era gigante."

"Hahaha ¿cómo sabes que es un lunar? tal vez era una inocente mosca que se posó ahí. Pobre mosca..."

"Eey ya te estás pasando. ¿Sabes? Por tu culpa recibí un gran regaño."

Una sonrisa se formó en sus labios y decidió no contestar.

Las puertas se abrieron, dando paso a las personas que trabajaban allí. Tenían bandejas, todas cubiertas de pedazos de exquisitos pasteles de sabores variados. Esta vez aquellas personas empezaron a servir cerca de ella. Noelle no podía resistirse a lo que sea que contenía azúcar. Miraba con deseo, ni siquiera sintió cómo un hilo de saliva escapaba de su boca.

Al otro lado de la sala, Jos contemplaba la cara de ella, se reía con discreción e intentó tomarle unas cuantas fotos para burlarse de ella luego.


Una típica historia romántica. Jos CanelaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora