No comimos perdices

Capítulo 2

Cuando vi allí a Marco me dije a mi misma:

"No puede ser!! Él odia el Pinks!! Siempre va a los antros más detestables de la ciudad, donde decir drogas y alcohol es poco!"

Es entonces cuando me doy cuenta de que está con una chica; rubia, alta, ojos color café, buen cuerpo, es más; buenísimo, pero me convenzo a mi misma de que estoy mejor yo; aún así el rencor aumenta, siento como una ola de furia recorre mi cuerpo en menos de 3 segundos, no puedo contenerme; quiero gritar, soltarlo todo, demostrarle a ese imbécil que no soy una chica cualquiera; soy LA CHICA y nadie me deja plantada con una nota. Cuando estoy a punto de gritar y soltarlo todo siento que alguien me da un ligero toque en la espalda, me giro.

-Heeey!! Bueno, bueno, a quien tenemos aquí;  sabe mamá que estás en un local con menos de 18 años?

-Hola Lucas- me limito a responder- te recuerdo que cumplo 18 el mes que viene.

-Es cierto; no puedo creer que mi hermanita se haga mayor, siempre serás mi bola de queso- dice mi hermano- en cualquier caso, este es Samuel- veo a un tipo alto, fortachón, de la edad de mi hermano, es decir, unos 21 años; tiene el pelo perfectamente colocado,cientos de pendientes en sus orejas, incluso unas cuantas dilataciones, veo como me sonríe; me encanta, deja ver una bonita sonrisa con unos hoyuelos que contrastan con sus bonitos ojos marrones.

-Encantado- se limita a decir; su voz es cálida pero dulce, me apasiona como mueve sus carnosos labios al hablar- Valeria, supongo

-Supones bien- río ¿Qué me pasa? ¿Es que se supone que me ha gustado? Acabo de dejarlo con Marco, no puede gustarme tan rápido una persona

- Bueno, vamos a tomar algo no?- dice Lucas; siempre me he sentido muy unida a mi hermano, hemos sido como uña y carne así que aviso a Carla de que me desplazaré del grupo un poco, pero que volveré pronto, el tiempo justo para tomar una cerveza y volverme, o lo que surja..