No comimos perdices

Capítulo 5

Me monté en el coche de Carla mientras ella y Betty me hacían preguntas y preguntas; estoy demasiado cansada para prestarles atención y me limito a mirar por la ventanilla con la cabeza apoyada  en ella.  Al llegar a mi calle salgo del coche y les digo que les contaré todo mañana; pero que ahora estoy extremadamente cansada. Entro en casa y veo que soy la primera de mis dos hermanos en llegar; al ser más mayores que yo se suelen quedar más rato de fiesta. Mis padres ya están durmiendo, por lo que no hago ruido e intento entrar en mi habitación lo más silenciosa posible para desvestirme, desmaquillarme y ponerme el pijama. A eso de las 5 de la mañana oigo que la puerta de la entrada se cierra y me despierta; es mi hermana y deduzco que trae otro de sus ligues de una noche para dios quien sabe que... Siempre han dicho que mi hermana es una fresca; yo la quiero mucho pero hay cosas que no se pueden negar, de hecho, ella misma lo reconoce; supongo que es por ser tonta y enamorarse de alguien que no debía; ya que ahora solo busca lío para olvidarse de lo que es sentir el amor; me gustaría poder hablar con ella de eso algún día, pero no quiere hablar de temas de rompe -corazones... En cualquier caso; ya que estoy de nuevo despierta decido mirar el móvil y veo un mensaje. A decir verdad no sé quien es el chalado o chalada que escribe a las 5 de la mañana...

-Hola, hoy estabas preciosa-

Quien coño me ha escrito eso? Imposible que fuera Marco,tengo su número registrado; no es él, entonces caigo en Samuel.

-Samuel, que quieres?-

-Samuel? No guapa, no soy tan chulo ni tan prepotente, creo que tes estás equivocando-

No es Samuel?!?! Entonces quien es??? La verdad es que estoy un poco atontada

-Entonces... quien eres..?-

-El amor de tu vida, ese soy-