Capítulo 9

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Lyla y Bruno estaban reunidos con el resto de sus compañeros en el restaurante del hotel, el chico llevaba unas gafas negras para ocultar sus ojeras, además no se sentía bien, tenía una terrible cruda. La cosa no fue muy diferente para Lyla, ella también se sentía un poco mal

— Entonces estuvo buena la fiesta— aseguró Alex con una estridente voz y golpeando al espalda de Bruno

— ¡Baja la voz!— dijo Bruno llevándose la mano a la cabeza

— Eso les pasa por no invitarnos— rió el otro reportero

Al poco tiempo llegó un mesero con un par de vasos de agua y aspirinas para Lyla y Bruno

— ¿Y esto?— preguntó la chica al mesero

— Se los mandan de la mesa de allá— indicó antes de irse y señaló justo la mesa en donde estaba Tom y Benedict

— Ya ves Bruno, no tiene caso que lo ocultes ustedes dos se fueron de fiesta con el elenco y no nos invitaron— dijo Alex subiendo aún más la voz para molestar a sus dos compañeros

— ¿Cómo sabes que fuimos juntos?— dijo Lyla tragando las pastillas

— Brunito llegó pasadas de las 4 de la mañana, no me quiso decir que había ido contigo, pero es obvio porque se vieron para la cena. Además ve, todos los actores vienen con una terrible cruda ¡igual que ustedes!— explicó y lo último lo dijo gritando

— ¡Cállate!— le gritó Bruno y al instante se arrepintió por el dolor que le dio, Alex rió se estaba divirtiendo molestando a sus dos colegas –Además no me dejaste dormir, se puso a editar su video a esa hora— lo acusó con su amiga

— Oigan, ¿yo por qué no comparto la habitación con nadie?— preguntó Lyla, se le hacía raro ser la única que no tuviera un molesto compañero de habitación del cual quejarse

— Te explicó: tú eres editora y nosotros reporteros, así de fácil— dijo Bruno. En cuanto terminaron de desayunar continuaron con su trabajo, Lyla estaba por su cuenta, no dejó que la presencia de Tom, Donovan y Johnny la afectaran durante toda la tarde, incluso, se atrevió a agendar una entrevista a solas con Johnny.

Lyla estaba en su habitación leyendo la nota que había hecho antes de poder mandarla cuando su celular sonó

— ¿Todo bien?— preguntó Nate sin saludar

— Sí, justo te estaba mandando el trabajo de hoy— dijo ella cerrando su laptop

— Perfecto. Oye... me piden los altos mandos una entrevista con Johnny... Si no puedes hacerla se la encargo a otro de los reporteros que están cubriendo también— se apresuró a decir

— Nate, ¡me ofendes!— fingió indignación –Ya sabía que me ibas a pedir esto y ya tengo mi entrevista agendada para mañana, así que no te preocupes— dijo ella dejándose caer en la cama

— ¡Perfecto! Esa es mi editora favorita— Lyla comenzó a reír ante el comentario –Entonces lo de la madrugada, ¿sólo fue una crisis?— preguntó

— No fue una crisis, en serio no quiero estar más aquí. Por suerte a no me he topado con ninguno de los tres, pero en cuanto esto termine me voy— aclaró Lyla

— Está bien, ya te tengo una pila de trabajo para cuando llegues— bromeó Nate

— Me agrada. Nate te dejo, tengo que ir a comer algo— se despidió de su jefe y se dispuso a bajar a comer algo.

Estaba de lo más tranquila sentada en una de las mesas que quedaban cerca de uno de los grandes ventanales del restaurante, había visto que en el otro extrema estaba Tom, pero había optado por ignorarlo, al fin y al cabo ya no eran novios, y si necesitaba algo él tendría que acercarse. Se colocó sus audífonos mientras escuchaba algo de música de U-Kiss mientras disfrutaba de una hamburguesa, se le ocurrieron unas cuantas preguntas que le haría a los chicos del grupo en cuando llegara el momento de entrevistarlos a su regreso a su preciada oficina, sólo 2 días más...

My Mistakes Were Made For YouDonde viven las historias. Descúbrelo ahora