Perdiendo la vista

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Al día siguente me levanté bastante cansada al dormir mucho menos de lo habitual pero estaba contenta por el nuevo chico que había venido a clase.
Preparé la mochila, desayuné y fuí a la esquina con mis amigas, estuvimos el camino hablando de el nuevo chico, Louis, nos parecía un chico muy majo y amable, divertido y muy listo, todas nos encantó que este año estuviera en nuestra clase.
Llegamos al instuto y fuimos a buscar el aula donde nos tocaba dar la clase pero no la encontrabamos, íbamos arriba y abajo del instituto, todos los alumnos ya estaba es sus aulas menos nosotros, o eso pensábamos hasta que vimos a Louis solo en una esquina, estaba igual que nosotras mirando de lado a lado, fuimos con él y nos dimos cuenta de que estaban dando nuestra clase en el aula de enfrente y que a Louis le habían expulsado así que nos giramos y entramos al aula, todos se nos quedaron mirando y la profesora nos puso una amonestación por el retraso, nos sentamos las cuatro al fondo porque casi siempre estábamos hablando y así no se escuchaba tanto el barullo, cuando en medio de la explicación de nuestra nueva profesora Rosa, me dormí, caí muerta por el agotamiento, y tuve un sueño muy raro y profundo, me vi yo sola en mi casa con Marta, estábamos viendo una película de miedo cuando me levanté y dije que iba a por comida, después me vi cogiendo un machete, volvía ya sigilosamente por detrás del sofá, alzaba el brazo con el machete y se lo clavaba debajo de la oreja derecha, luego en el lado izquierdo, otra vez en el derecho y otra vez en el izquierdo al final acabó cayendo al suelo su cabeza justo, no sabía porqué pero me estaba empezando a gustar esa sensación.
Al fin del sueño la volví a escuchar:
-Así, tiene que ser así, Sandra.
Empecé a notar golpes en el brazo izquierdo, me desperté y vi la cara de la profesora Rosa enfrente mía y me gritó:
-¡Fuera de clase ahora mismo señorita Sandra!
Mis amigas empezaron a reirse y Rosa les advirtió que se callaran o les pondrían un parte a cada una.
Salí, como no, y me encontré a Louis, ya casi me había olvidado de él, le pregunté que porqué le habían echado de clase y me respondió que por quedarse dormido, me dijo que estudiar y antender le aburría mucho y no aguantaba sentado sin hacer nada y con una profesora que no se callara ni durante 1 minuto.
Estuvimos los dos sentados, apoyados en la pared, enfrente de la puerta de clase, hablando y hablando, poco a poco sentía que necesitaba que siguiera hablando, necesitaba estar viéndole, no podía aguantar un segundo mirando hacia otro lado y aparentemente él tampoco, estuvo toda la hora de clase mirándome fijamente, escuchándome todo el tiempo sin apartar los ojos de mi mirada, no podía creerme lo que estaba pasando, en apenas una día, en apenas cuestión de horas me había acabado enamorando del francés, del único chico de mi clase que apenas sabía hablar español sin decir una palabra en su idioma, supongo que eso era lo que me enamoraba, el acento que le ponía a las palabras, bueno, eso y también su cara y sus ojos, mi mirada se perdía en sus preciosos ojos marrones.
Cuando fuimos al patio, Marta sugirió que podríamos ver una película ese sábado, Celia y Paula dijeron que no podían, Celia porque tenía que ir al cumpleaños de su abuela, dijo que no podía faltar, cumplía los 80 y iba a ir toda la familia y Paula nos dijo que tenía partido de baloncesto, era el primer partido y depende de como lo hiciera le pondrían a jugar en más partidos o no así que tampoco podía faltar, quedaba yo, me acordé del sueño que había tenido, pero supuse que sería una tontería, le vi la cara a Marta, ya bastante decaída y le respondí:
-Yo sí quiero Marta, vente este sábado a mi casa con la película que más quieras ver.

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⏰ Última actualización: Jul 29, 2015 ⏰

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