La voz de Sandra

¡Por fin llegó el día!

Era sobre el día 21 de junio si no recuerdo mal, me quedaba más de un mes de vacaciones y estaba muy contenta con las notas que había sacado, todo sobresalientes.
Yo era una chica rubia de 15 años, con los mofletes rojos, una piel fina, bastante clarita y unos ojos verdes;
Estudiaba mucho para los exámenes y me gustaba mucho hacer deporte.
Esa mañana fuí mucho más motivada de lo normal, me levanté sobre las 10, desperté a mi hermana Laura saltando en su cama. Laura era una chica morena, con los ojos marrones y un poco mas bajita que yo, tenía un año menos y era lo que más quería del mundo. Fuimos corriendo a la cama de mis padres, les despertamos gritando como locas, estabamos súper emocionadas y contentas porque había llegado el día de ir al parque acuático por primera vez que tanto tiempo habíamos estado deseando que llegara.
Bajamos a desayunar como un rayo y como siempre me tomé un vaso de leche con colacao y 1 magdalena,
mis padres estuvieron hablando de sus trabajos como siempre, yo no me enteré de nada pero estuve todo el desayuno mirándolos y asintiendo con la cabeza.
Nos acabamos el vaso, lo llevamos a la pila y subimos corriendo a nuestra habitación para vestirnos, mi madre ya nos había dejado los bikinis en la mesa de nuestra habitación y también mi camiseta y uno de mis pantalones preferidos.
Con todo preparado bajamos otra vez a toda prisa hacia la puerta de nuestra casa y mis padres ya estaban llevando todo lo que necesitabamos para el viaje, antes de salir por la puerta oí una voz muy oscura y siniestra que me dijo:
-Pasémos un buen día jajaja.
Yo pensé que me lo había dicho mi hermana a sí que me giré para enseñarle una sonrisa pero allí no había nadie, me giré otra vez hacia el coche y mi hermana estaba ya sentada en el asiento, no sabía de donde había venido esa voz pero no le di mucha importancia.