Tarda en decirlo, parece que le cuesta.
- Mamá, quiere que nos llevemos mejor. Ella no va a estar tanto tiempo como antes en casa, está trabajando en no sé donde y pues... -dice con algo de inseguridad.
¿Convivir con mi hermano? Nunca me lo había planteado. Él tiene 19 años, tampoco hay tanta diferencia.
- Si es lo que hay que hacer... Espero que podamos convivir en paz. -se me escapa una sonrisa.
Mi hermano aparta la mirada creo que un poco confundido por lo que acabo de hacer, yo tampoco sé bien lo que he hecho, ha sido un acto reflejo.
Me dirijo a mi cuarto por el largo pasillo celeste cielo; me quedo parada en la puerta de una habitación, la de Raquel. Está como siempre, está igual que ella la dejó al irse. Cierro la puerta reteniendo las lágrimas y entro en mi habitación.
Abro el portátil buscando información sobre lo que pasó esta mañana, busco por dos horas... y nada. Decido rendirme y
le envío un mensaje a Jordan.- "Hola Jordan, he estado mucho tiempo buscando cosas en internet y no encuentro nada, creo que tú sabes qué tengo."
Contesta a los pocos minutos.
- "Sam, es normal que sientas eso a tu edad, son cosas normales. No te preocupes más."
Quizá tenga razón, no debería preocuparme más. Al fin y al cabo, el sabe más que yo; si mal no recuerdo, perdió la virginidad con 15, fue con una chica borracha. Personalmente, a mi no me gustaría hacerlo con cualquiera...
Algo interrumpe mis pensamientos. Un mensaje.- "Vente esta noche con mis amigos, va a haber varias chicas y no te aburrirás. Anímate anda."
Decido ir por el caso de no estar encerrada en casa todo el día. Me voy al armario y busco qué ponerme.
- ¡Lo encontré!
La camisa de cuadros azul y negra que tanto me gusta. Me la pruebo a ver si me queda bien.
- Me queda de maravilla, ¡qué ilusión! -esbozo una sonrisa de tranquilidad.
Vaqueros rotos y negros, camisa de cuadros azul y negra y converse negras. A veces pienso que voy vestida de negro siempre, debería cambiar de vez en cuando.
Voy al baño y me maquillo un poco, me plancho el pelo y lo dejo suelto. No sé porque pero me veo estupenda.Son las 6:54 pm, quedan dos horas todavía. Qué hago, qué hago... Salgo de mi cuarto en busca de algo que esté desordenado, a por algo de comer o incluso a mi hermano.
Efectivamente, toda la cocina está desordenada, platos en el fregadero y mesa sucia, muy típico de Eric.
Me dispongo a empezar con mi tarea cuando entra mi hermano a casa, no me ve ya que la cocina está a la derecha de la entrada y el salón a la izquierda; en el salón está el pasillo con las cuatro habitaciones y los dos baños; mi casa es grande.Mi hermano va cogido de la mano por una chica... oh no, otra vez no. Lo mejor será que limpie la cocina, sí, eso es, sin preocuparme de lo que pueda pasar.
El agua del fregadero cae sobre mis manos, está fría pero es acogedora, mientras friego miro por la ventana, veo a los niños jugar, a los padres y madres charlando, un niño cayéndose del columpio y la madre pasando. Nunca me han entusiasmado demasiado los niños, sinceramente me repugnan. Termino de fregar y limpio la mesa, dejando así la cocina como los chorros del oro.Son las 7:32 pm, se me hace raro que no se haya escuchado ningún golpe repetitivo o algún grito. Me voy a mi cuarto a coger el móvil para quedar antes con Jordan en su casa.
- "Oye, puedo ir a tu casa un poco antes?"
- "Claro."
Cojo las llaves, el móvil y una chaqueta por si hace frío. Salgo del edificio y empiezo a andar, la casa de Jordan está a 10 minutos aproximadamente de la mía así que llego en seguida. Llamo al timbre, escalera 3 primero H, me abre de inmediato. Hace un frío de espanto fuera y al entrar en el cálido edificio, me entra un escalofrío sobreacogedor.
Subo las escaleras a toda prisa y me encuentro a Jordan apoyado en el marco de la puerta esperándome. En cuanto me ve, abre los ojos como platos, seguramente por como voy, él no está acostumbrado a verme así de "arreglada", esto para mí es arreglada.- Hola pandita. -me da un abrazo y me invita a pasar con la mano- ya sabes donde está mi habitación, yo voy en un momento.
Recorro la casa de Jordan, no ha cambiado nada desde la última vez que vine, creo que son 4 meses los que llevo sin venir aquí. Siempre me gustaron las vistas que tenía hacia una plaza muy tranquila.
Me siento en la cama y echo un vistazo por encima a todas las cosas de la habitación, no hay nada que me llame la atención así que espero a que venga Jordan.
- Siento la espera, estaba recogiendo el baño. -dice ordenando todavía más el escritorio. Jordan siempre fue un chico muy ordenado, ¿me atrevería a decir perfeccionista?
Se sienta a mi lado en la cama y me ofrece fumar en la terraza, sin pensármelo dos veces acepto.
La terraza es lo único que ha cambiado de toda su casa, ahora no tiene ventanas, es al aire libre, como un balcón.Nos sentamos en un banco de madera con cojines y saca dos cigarros, los enciende y me da uno. Empieza a hablar de algo que no entiendo bien lo que és, mientras me fumo el cigarro de Chesterfield; el humo denso inunda mis pulmones, pero una mano me hace expulsarlo violentamente casi ahogándome. La mano de Jordan está sobre mi muslo, me aprieta y la quita.
¿Qué acaba de pasar?- Jordan.
- Dime. -dice como si no hubiera pasado nada.
- ¿A qué se debe ese repentino gesto?
- He visto que no me escuchabas y de algún modo tenía que llamar tu atención. -ríe burlón.
- Jajaja, qué gracioso. -digo acabándome el cigarro seria.
- Ahora viene una de las chicas que te dije.
- ¿Cómo se llama?
- Alicia.
No creo que sea esa Alicia, es imposible que sea esa Alicia.
Pasa un rato y llaman a la puerta. Jordan va en seguida a abrir.
- ¡Hola mijita! -se escucha a lo lejos.
- Hola, pasa a la terraza, ya sabes donde es.
- Sí, claro, como si no lo supiera. -se ríen los dos. Me pongo tensa, muy tensa.
Escucho los pasos de Alicia cada vez más cerca, cada vez más...
- Uh, hola, soy Alicia...
- Hola.
- Me suenas mucho, oye. -suelta una risita.
Es irritante a simple vista. Tiene el pelo rojo y un piercing en la nariz, un septum. Va vestida provocativa y fresca para ser invierno, lleva un vestido muy pequeño y apretado haciendo que le suba el pecho de una manera descomunal.
- Bueno, ¿nos vamos u os vais a quedar ahí? -dice Jordan burlón.
- Claro mijita. -me lanza una mirada asesina y se va hacia delante con Jordan.
Vaya noche me espera...
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Help me to live
Teen FictionSamanta Rodríguez es una chica más del montón, no tiene ninguna cualidad, no hace ningún deporte y tampoco tiene amigas populares. Un día empieza a salir con un grupo de gente; Sam cambia repentinamente, haciendo de su mundo un caos. ¿Te atreves a a...