- ¿Dónde vives? -dice poniéndose el cinturón.
- En la calle San Nicolás. -digo imitándolo.
Empieza a conducir, va absorto en la carretera. Parece mucho más serio de lo que pretende dar a entender. Tiene la nariz tipo águila, pero es bastante atrayente siendo él; tiene un piercing en la oreja rojo y otro mas arriba negro.
- ¿Y bien? -dice distrayéndome de mis pensamientos.
- ¿Eh?
- No sé, parecías ensimismada en mi perfil. -dice riéndose.
Me pongo colorada y miro por la ventanilla, apretando las manos contra los muslos.
- ¿Alex te ha pedido ya una cita?
¿Qué? ¿Cómo lo puede decir así de tranquilo? ¿Acaso Jordan me ha mentido?
- ¿Una cita?
- Sí, cada vez que hay una chica nueva en el grupo se vuelve como loco e intenta llevársela al bote siempre. Le da a todo lo que se mueve.
Me quedo atónita, ¿por qué me ha mentido Jordan sobre Alex? Tengo tantas preguntas en mi cabeza ahora mismo que no sé que decir.
Si digo que sí, tal vez me tome por facilona...- Bueno, me pidió una cita, pero le dije que no. -digo con tono seguro. Mentir, ha sido la opción más adecuada.
- Has sido lista, sí señor.
*Clinc, respuesta correcta*, suena en mi cabeza al decir eso.
- ¿Y qué pasa después de que salgan con Alex?
- Por lo que tengo entendido, se las folla y si le gusta el polvo le manda un mensaje, sino pues... no lo sé, la verdad. -dice riendo de nuevo.
No le veo la gracia a lo que acaba de decir. Es muy cruel hacer eso...
- ¿Qué número es?
- El 3... se me hace un poco molesto que me tengas que llevar hasta mi portal.
- Qué va, mujer. Si tengo que seguir recto ahora.
- Bueno, es igual, gracias por traerme. -nos damos dos besos y voy hacia el portal.
Al girarme, el coche ha desaparecido ya. Abro la puerta y voy hacia mi casa.
Nada más entrar huele raro. Miro a la cocina, nada; miro al salón, sorpresa.
- Hola, Sam. ¿Qué de tiempo, eh?
El amigo de mi hermano está aquí, y como no, ha traido porros consigo. Sigo adelante hacia mi cuarto sin pararme siquiera a saludar al gilipollas ese.
- ¡¿A dónde vas, guapa?!
Entro en mi cuarto pegando un portazo, sé que es tarde pero era necesario. Pongo una silla de modo de que el pomo de la puerta no gire y voy hacia el armario para coger el pijama.
Me tumbo en la cama, pongo música en el portátil y empiezo a mirar los pocos mensajes que me envían. Hay tres de Alex.
"Hola guapa", " Soy Alex", "Mañana a las 8 en la plaza". No sé qué contestar, así que le dejo en visto y me duermo.Me despierto y lo primero que hago es mirar el móvil por si Jordan me ha hablado, sin embargo me encuentro con que me ha metido en un grupo con todos los que estábamos ayer. Lo ignoro y voy a prepararme el desayuno.
- Buenos días, Sam. -dice Eric más alegre que de costumbre, pero siempre reservándose.- Espero que Ricky no hiciera mucho ruido anoche.
- No, tranquilo, ni lo escuché. -digo concentrada en la leche que cae en el bol de cereales de chocolate.
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Help me to live
Teen FictionSamanta Rodríguez es una chica más del montón, no tiene ninguna cualidad, no hace ningún deporte y tampoco tiene amigas populares. Un día empieza a salir con un grupo de gente; Sam cambia repentinamente, haciendo de su mundo un caos. ¿Te atreves a a...