Sentí como golpeaban la puerta de casa con insistencia, fui corriendo y abrí a puerta sin más. Tenía que dejar de hacer eso, un día me iban a robar hasta la dignidad.
Sin darme tiempo a nada vi como un hombre alto entro a mi casa a la velocidad de la luz y se apoyó en la puerta ya cerrada, agitado. Por su cuerpo y cabello me parecía conocido, aunque lograba ver su cara, estaba cubriéndosela con las manos intentado recuperar el aliento.
-E-eh ¿Hola?- Bien, estúpida, se metió en tu casa y vos lo saludas.
-Uh, hola, disculpa-sacó sus manos de su cara dejándome verlo. Y entonces lo reconocí, no podía creer que lo tenía enfrente después de tanto tiempo y tanto esperar. Después de tantos años ¿Cómo era posible?
-¿Qué? ¿R-Rubén?- Estaba sin aliento, no asimilaba el tenerlo enfrente mío, dios, había soñado este momento tantas veces.
-Ah, me conoces.
-S-si.- Sacudí mi cabeza- Perdón, soy Azul.
-Lindo nombre.- Sonrió y el mundo pareció detenerse- y bueno tu... ya sabes el mío.
-Sí y... ¿Por qué te metiste a mi casa? – Reí casi sin creerlo- Digo, no es que me moleste.
-Disculpa, es que iba por la calle y unos chavales se me pusieron enfrente para robarme, sólo reaccioné a correr.- Dijo luego de una risa.
-A-ah, sí, acá pasan mucho esas cosas, no te preocupes- sonreí tratando de mostrarme tranquila, luchando por decir bien cada palabra sin largarme a llorar.- ¿Querés... queres algo?
-Agua por favor, si no es mucha molestia- Suspiró y sonrió cansado. Yo sonreí en respuesta.
Iba hacia la cocina a pasos lentos al principio, hasta que llegué a una parte del pasillo en la que no podía ser vista y empecé a correr y a saltar como nena de cinco años. Tenía una sonrisa en mi cara que no se iba y las lágrimas empezaban a aparecer mientras que buscaba lo que él me había pedido.
-Dios Azul, calmate- Murmuré para mí misma.
Mé arreglé un poco para volver al living, mi cara estaba hecha un asco gracias al rimmel que se había corrido a causa de las lágrimas.
Le extendí un vaso con agua a Rubén, el cual me miro agradecido.
-Gracias, no sabes todo lo que corrí- Río cortamente y se apresuró a tomar el líquido.
Yo me encargaba de ver detalladamente todas sus facciones, como una psicópata o algo así. Se veía más viejo ya que habían pasados años desde que me había ido del fandom, ese lugar tan lindo que ya no existía.
Él ya debía tener unos 30 largos, para mi sorpresa estaba muy estilizado y se podían observar sus bíceps bien marcados, sonreí, quien lo diría...
Terminó el vaso con rapidez y me miró.
-Y tú... ¿Eras fan o sólo me conocías así porque sí?- Reímos.
-No, si- Volvimos a reír- en realidad yo... era del fandom- cientos de recuerdos cruzaron mi mente y de inmediato me invadió la tristeza, extrañaba mucho ese lugar.
-¿De verdad?- Me miró asombrado- Oh, te quiero, ahre-Casi me caigo cuando lo escuché decir esas palabras sagradas en el fandom, reí fuerte y agradecí tenerlo acá.
-Sí, era un lindo lugar- Me senté en uno de los sillones del living e hice un gesto con la mirada para que él también lo hiciera.
-Cuéntame, quiero saber- Sonreía y se removía en el sillón entusiasmado, es que ni siquiera parecía de 30.
-Bueno, el fandom era un lugar muy lindo, habían grupos de amigos y hasta parejas, todos ahí por lo mismo-Lo pensé un poco y verdaderamente era alucinante lo que podían hacer juntas personas con intereses en común- Cuando había salseo o bardo era genial- Reí al recordar cosas- no sabes lo que era cuando había wigetta o rubelangel, cuando vos o algún otro youtuber alcanzaba otro millón, cuando se juntaban todos para la E3 o cuando iban a festivales de música. Nosotros lo disfrutábamos como si estuviéramos ahí con ustedes.
-Vaya- se veía realmente sorprendido- Nunca había podido hablar de esto con alguien, es que siempre con los fans era un hola, foto y adiós, nunca tuve tanto tiempo con un fan para hablar de esto, es... acojonante- Río por, quizás, décima vez.
-Supongo- Me encogí de hombros, realmente sentía como si estuviera hablando con un amigo de toda la vida.- La pasábamos muy bien y cuando vos y Mangel, bueno, se fueron de youtube; nada fue igual, te juro que aunque habían otros youtubers y eso nada era igual. Faltaba algo y ese algo eran ustedes. Todavía nadie entiende porque se fueron...- No quería hacerlo sentir mal ni mucho menos, pero lo tenía acá y quería saber la razón, después de todo ya no había fandom, no había nadie a quien contársela.
-Lo siento- Bajó la cabeza- No es algo de lo que me guste hablar, ¿Sabes? Mejor sigue hablándome del fandom- Volvió a su característica sonrisa de siempre.
-Bueno, cuando un youtuber le contestaba a alguien era un griterío en tu TL- Reí casi por veinteava ves- Y más si esa persona era muy querida o algo así, siempre nos felicitábamos entre nosotros, no puedo imaginar que sentían ustedes cuándo veían eso en sus notificaciones.
-Era muy raro si,- Soltó una risita- pero a mí me parecía normal.
-Menos mal.- Sonreí- ¿Y alguna vez leíste las cartas que te hacían? Digo, esas que te enviaban por menciones.
-Sí, me gustaba leerlas, aunque a veces pasaba de ellas porque se volvía un poco molesto- Torció su sonrisa.
-Te entiendo, yo tampoco me bancaría leer tantas cartas por día, está bien que las hacíamos con todo el amor del mundo, pero si, puede ser molesto.- Estaba feliz de que se hubiera tomado tiempo de leerlas.
Quise cambiar de tema, esto me estaba entristeciendo bastante.
-¿Y? ¿Conseguiste novia?- Sonreí y él lo hizo casi al instante.
-Pues sí, un par...- Lo miré entre sorprendida y divertida.
-¿Y ahora?
-Hace dos años estoy con una chica, Emma.
-Qué bueno, me alegro mucho- Y de verdad lo hacía, él merecía todo el amor del mundo, sea de quién sea.
-Yo también, no sabes lo difícil que era tener una buena persona a tu lado antes- Sonrió triste y feliz, yo sólo sonreí.
-Y ¿Qué haces por Buenos Aires?
-Venía de viaje, sólo unos días.
-¿Y tu novia también vino?
-No. Quería estar unos días solo.
-Ah...
-¿Y tú? ¿Estudias, trabajas...?
-Estudio música y tengo una banda- Sonreí con orgullo.
-Bueno bueno, tenemos aquí a una música importante- Las últimas dos palabras las pronunció con un aire de sofisticación que me hizo soltar una gran carcajada.-Cambiando de tema ¿No sabes nada de los otros chicos del fandom?
-Bueno sí, de algunos, teníamos grupos de Whatsapp y todavía tengo sus números, aunque capaz los cambiaron...
-¿Y si...
-¿Qué?
-Probemos llamar a algunos.- Sonreí de oreja a oreja y él también lo hizo.
Buscamos algunos números, también en Skype, para nuestra sorpresa muchísimos seguían conservando sus números asique los llamamos y les mandamos audios; ellos podían estar más felices, después de todo Rubén había sido su ídolo.
-Coño, es muy tarde, tengo que irme- Enseguida me desilusioné, creía que se iba a quedar un tiempo más, pero entendí que ya era demasiado.
-Claro.- Sonreí llevándolo hasta la puerta.
-Un gusto haberte conocido Azul.
-El gusto es mío.
Reí con nerviosismo y lo abracé por primera y última vez.