Teenage Dream

CAPÍTULO 3. - MICHAEL WANTS ANOTHER SLICE

Irene

Cuando llegamos al hotel, le envío un whatsapp a Calum diciendole que habíamos llegado bien. Él me respondió con tres monos y un beso.

Marta me contó su experiencia con Ashton mientras yo le hacía una trenza para dormir.

Las dos caimos rendidas a la cama recordando el mejor día de nuestras vidas.

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Planeamos una salida de chicas para la tarde. Recorrimos un centro comercial y acabamos con las manos repletas de bolsas.

Un mensaje en mi móvil cambió el sentido de la tarde, ya que Michael nos invitó a jugar al FIFA y a comer pizza, de nuevo.

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Cuando la furgoneta que Luke conducía llegó al hotel, subimos a la suite de los chicos. Pudimos escuchar desde el ascensor como Ash y Cal cantaban "MICHAEL WANTS ANOTHER SLICE, PIZZA PIZZA!".

Al entrar, encontramos al moreno en calzoncillos, al rizado dando golpes en la mesa al ritmo de la canción y a Mike haciendo la croqueta en el sofá. Todo muy normal.

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Ashton decide grabar la escena y subirla a instagram. Marta y yo salimos saltando por la sala mientras cantamos "American Idiot".

Llevabamos varias horas jugando cuándo el móvil del batería sonó por tercera vez.

-¿Otra vez la semáforo dando por culo? - Preguntó Luke interesado
-Voy a cogerlo, ahora vuelvo. - Ashton salió del salón y mi amiga aprovechó para cuestionar sobre la tal "semáforo"

-No me digais que es Bryanna, maldita zorra - soltó una risotada - ¿Se puede saber por qué la llamais así?

-Porque a partir de las 12 nadie la respeta. - Aclaró Calum tan tranquilo.

Empezamos a reírnos hasta que Ash con ojos llorosos entró a la habitación.

-Ash tío, ¿estás bien? - Preguntó Hood dándole un abrazo.

-Está con otro, cree que la estoy engañando porque en el video salen ellas- nos señala a la castaña y a mi - y se ha ido con el vecino, puto Ramón, sabía que le tenía ganas. - Sollozó en el hombro de Cal.

-Si molestamos nos vamos, no pasa nada. -Sinceré

-Si me traéis una pizza con pepperoni os podéis quedar - dijo Mike para cortar la tensión.

-Marchando, invita la casa. - Sonrió Marta contenta.

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Cuando acabamos de comer y la sonrisa del chico de ojos hazel volvió a su rostro, decidimos que era la hora de regresar a casa.

Nos despedimos de todos y Luke, de nuevo, nos acompañó a nuestro destino.

Lo invitamos a subir pero se negó porque tenía que consolar a Flettcher.

Marta

Las 4:15am y aún sigo intentando conciliar el sueño, pero mi mente sigue demasiado ocupada pensando apodos para la perra de Bry.

Irene descansa plácidamente a mi lado, por tanto cojo mis pitillos negros con mi camisa roja de cuadros y salgo de la habitación.

Encontré un parque cercano y ocupé un banco. La soledad se apoderó de mi cuerpo mientras las hojas se revolvían con el viento. Era mayo, pero el tiempo en el centro peninsular era frío.

Mi bolsillo vibró y corriendo llevé mi mano a él. Un mensaje de Ashton iluminaba la pantalla.

"He visto tu última hora y me he preocupado, estás bien? Podemos vernos? Ash xx."

"Estoy bien, el sueño no llega a mi esta noche. Que haces tú despierto a estas horas? Deberías descansar. Podemos vernos cuándo y dónde quieras. Marta xx"

"Quiero verte ahora y así te explico el porqué de mi insomnio. Dime sitio y allí estaré. Ashy♡"

"Estoy en un parque, al lado de mi hotel. No tardes. Marty♡"

"Qué haces en un parque sola a estas horas? Te podrían a ver violado o algo así. No te muevas, en cinco minutos estoy allí.♡"

Bloqueo el teléfono y miro al cielo. Luna llena, noche de lobos.

Me quedo observando las constelaciones cuando escucho el ruido de unas botas sobre las hierbas del lugar. Ashton aparece con sus típicos pitillos negros y un gorro de lana azul a conjunto con su camisa. Me levanto y lo abrazo, realmente lo necesitaba. De cerca puedo ver unas bolsas negras debajo de sus preciosos ojos.

-Lo hemos dejado - una fiesta se originó en mi cuerpo a la vez que sentía pena por él. Puta zorra. - Al parecer el vecino se metió en sus bragas antes de que yo la llamara de nuevo. Todas las 5SOSFAM tenían razón.

Lo abracé con fuerza antes de que continuara su discurso. Nos sentamos en el banco y trato de consolarlo señalandole formas en las estrellas.

Empiezo a hablarle de mi vida en Sevilla y lo bien que lo pasamos en la feria la semana pasada, como cogí la mayor botrachera de mi vida.

No sé como, pero acabamos haciéndonos cosquillas el uno al otro. Ash cayó al suelo y seguido de él, yo. Nuestras respiraciones se mezclaron y pude sentir brillo en sus ojos. Acercó su boca a mis labios, he hice una cosa de la qué más tarde me arrepentí.