Sola

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Me siento en la cama abrazando mi cogín. Saco la cabeza por la ventana y noto el aire frío de la noche. El cielo está tan cubierto que no se aprecia ni la luna. Veo un par de montañas no muy lejos de mi. Una farola me deslumbra y me lloran los ojos de tanto mirarla. Un murciélago cruza buscando la luz. Lo único que oigo es la música Chill Out que sale por mis cascos. La calle está vacía y yo comiéndome la cabeza en busca de una razón a mi malestar. Encuentro mil excusas, pero ninguna me vale. Recibo un WhatsApp, pero no lo leo. Han perdido importancia para mi. Me tumbo en la cama después de ver pasar el tren. Miro la mesita de noche que hay al lado de mi cama y observo la fotografía que hay perfectamente colocada detrás de libros, apuntes y ropa interior. Me encanta. La canción ha cambiado. Ahora es una balada. La paso. Oigo una voz en la calle. Vuelvo a sacar la cabeza por la ventana. Veo a un gato negro en la acera de enfrente y a un hombre subirse en un coche blanco y feo. Llamo al gato. Se gira y me mira con esos ojos grandes y verdes. Me gustaría que Totoro estuviese conmigo ahora. No sé a qué viene mi pensamiento. Totoro es una especie de conejo gigante. No tiene nada que ver con un gato. Hay una huella de mano en la ventana. No es mía, así que decido limpiarla. Me acuerdo de que la música de mi móvil sigue sonando, pero antes me quité los cascos. Me los pongo y recibo un mensaje de mi madre de buenas noches. Le contesto y cierro el móvil. Ahora mi mayor preocupación será pensar en qué hacer para perder tiempo y buscar el sueño.

~Re La Tos~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora