El callejón estaba oscuro y húmedo tenía unos cuantos charcos de agua sucia y olía a comida en mal estado, las sirenas de la policía se oían todavía lejos, eso me daría el tiempo suficiente para quitarme la mierda de encima.
Camine entre la hilera de botes de basura y de detrás de uno de ellos saque mi mochila tome un poco de agua y me saque los tacones que estaban torturando mis pies me recargue en la pared y lentamente me fui resbalando hasta quedar sentada en el suelo, había sido una noche larga y lo único que quería era darme un baño caliente e irme a la cama, esta noche había sido fácil, dos viejos de 40 años que no querían obedecer acuerdos, aunque habían dado pelea de un solo tiro le volé la cabeza a cada uno, después seguí con sus escoltas solo seis tipos fortachones y estúpidos, llevaba nueve años tratando con ese tipo de basura que ya era fácil deshacerme de ellos, definitivamente una tarea fácil.
las sirenas se oían más cerca de un salto me levante del suelo y empecé a quitarme el estúpido disfraz, la peluca fue la primera cosa de la que me deshice seguido de los lentes de contacto azules y el maquillaje, el abrigo que traía era negro y aterciopelado podría haberlo usado en otra ocasión de no ser por las manchas de sangre en él, de mi mochila saque un par de jeans una blusa y unos tenis deportivos me coloque una chaqueta y recogí los restos del disfraz los arroje en un contenedor de basura y los queme, tome mi mochila del suelo, me la colgué en la espalda y me asegure de que el fuego consumiera la única evidencia de mi entretenida noche. una vez convertido todo en cenizas vacié el resto de mi botella de agua en ellas, espere a que los policías pasaran y después de tres minutos Salí del callejón y me escabullí entre la multitud de personas que recorrían la avenida principal, camine tres cuadras hasta llegar al sitio donde había estacionado mi bonito y muy caro auto, quite la alarma de este y me subí dejando mi mochila en el lado del copiloto, saque mi diario escarlata de la guantera, definitivamente no era el típico y patético diario de una adolescente estúpida, no, este era más valioso y especial, me gustaba llenar este tipo de diarios este era el décimo y solo me faltaba una página para completarlo, con una pluma color rojo anote la fecha y los nombres de las ocho personas los encerré en un cuadro poniendo una estrella dorada sobre él, lindo, realmente lindo, una sonrisa se formó en mi rostro al ver que solo había espacio para unos cuatro nombres más y mi décimo diario estaría completo, mi sonrisa se hizo más grande al recordar el expediente nuevo que me habían entregado esta mañana, e imagine colocando los cuatro nombres faltantes seguido de la estrella dorada, definitivamente tenía que hacer un trabajo especial en ellos, probablemente los torturaría hasta hacerlos agonizar o les sacaría los ojos mientras estuvieran vivos o probablemente les retiraría la piel y los cortaría en pedacitos, no lo sé pero de algo si estoy segura tiene que ser doloroso.
Encendí el vehículo y subí el volumen del estéreo, mañana sería un largo día y tenía que dormir y comer algo.
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Mi primera historia, soy algo nueva escribiendo y me emociona un poquito compartirlo, espero les guste!!! Recuerda Comentar y Votar es Gratisss!
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Expediente 503.
Teen FictionTienes dos caminos: Matar o ser lo suficientemente inteligente para sobrevivir.