Querido Manhattan :
Quiero que antes de que lea, mire el reloj. Concentre su atención en el segundero. El tiempo pasa, y yo sigo aquí con aquel vestido de flores que le gustaba tanto. Sigo esperándole, nunca dejé de hacerlo. Sigo esperándole en ese puente en el cual prometimos quemar y leer mil recuerdos y pensamientos. Aquí estoy, con el reloj en mano viendo como pasan los minutos, las horas, los días, y aun no aparece. Esté donde esté, ¿no le duele? ¿No le duele estar a 6.402km de nosotros y no poder abrazarnos de nuevo? ¿No le duele no poder volver a besarme la frente para decirme que todo saldría bien (y así ha sido)? Que lo suelte, vamos. Sé que duele, pero desde luego a mí me está matando.
¿Sabes? Duele mucho echarle tanto de menos, Manhattan. Me duele pasar por sitios en los cuales compartí momentos con él, y entonces vuelvo a ese momento cerrando los ojos, pero durle abrirlos y no tenerle enfrente. Duele ponerme el pijama pensando que le conocí con este puesto. 'Es una puta loca', debió pensar nada más verme.
Es imposible ver un sugus y no reir por esos tantísimos que le dí. Duele ver el Valle de lejos, ese en el cual fur la única persona a la cual yo quería cerca mía. Ese día fue el único que me abrazó de tal manera que me sentí saliendo de un agujero. Me abrazó con fuerza a pesar de que le dejara perdido con mi rimel y mi gloss.
No puedo evitar pasar por ti y verle en todos tus rincones. No puedo evitar vernos a ambos reflejados. Que quede claro que todas esas conversaciones que me hicieron llorar en esa plaza, no las cambiaré jamás. Tampoco olvidaré que me besara la muñeca, y que me la tomara y mirándome a los ojos, muy dolido, dijera 'Es que no se lo digo a cualquiera, pero eres preciosa'. No puedo ir a las Vegas sin recordar ese concierto al que ambos asistimos y por el que daríamos todo para repetirlo una vez más.
No olvidaré ese 31 de mayo en el que por fín tuve valor de decir lo bonita que era. El brillo de sus ojos me hizo pensar; 'Joder, y yo que por esos ojos mato. Esos son los ojos que quiero que me miren toda la vida. Toda chica tiene derecho a que alguien en el mundo la mire así'. Fue el día en el que me tomó, y me besó al fin. Juro que fue algo mágico e indefinible para mí.
Le confié mi vida a s sus manos, y le dí el tan importante 'IDEM' para mí. Nunca me arrepentiré de que ahora sea cosa de dos. Y, ¿cómo pasear por la calle sin recordar esa llave de judo que me hizo tirándome al suelo para que le perdonara? Claramente, lo hice al final. Siempre lo haría.
Te prometo que no hay día que pase sin que abrace su foto, esa que descansa bajo mi almohada, y que le recuerde. Y bueno, su olor... Creo que podría definirse como la peor tortura conocida. Solo pensar que habría un día en el que los extrañaría tanto, me hace arrepentirme de no haberlo disfrutado un poco más. Y que decir de las promesas. Que a pesar de discursiones, lo hemos logrado. Lo estamos logrando, por el momento, y así será. Jamás rompió las promesas que hicimos uniendo los meñiques a distancia.
Duele ver a esas 'pequeñas' de las cuales, gracias a él, me libré. Creo, que jamás en la vida me he mirado a un espejo y me he visto tan segura. Solo me hace falta verle, contigo de fondo, y ver que está tomándome la mano a través de la distancia de alguna manera, para sentirme fuerte.
También duele ver en el interior de mi bolsillo esa foto de ambos que me regaló. Jamás olvidaré lo que escribió destrás para despedirse.
'Hazme sentir cuando me vaya que todo lo que hemos pasado haya sido para algo', dijo. Y aquí estoy agarrando esa fotografía de la cual no me olvido nunca. Hicimos promesas. Compartimos los silencios. Hicimos la promesa de leer cada recuerdo nuestro en mi querido puente. Y sé que nada más vuelvas, vendrá a por mí, e iremos.
Y que decir del día que volví hecha un cuadro del parque de atracciones. Aun así para él estaba preciosa. No me arrepiento de que llevara mi jirafa a miles de kilómetros junto a él. Y mi colgante, bueno, era el objeto más importante de mi vida, hasta que llegó y le robó el puesto. Por eso, ahora lo conserva.
Duele oir 'No puedo vivir sin ti' y no tenerle para dedicársela de nuevo. Me dejaría en ella la voz si por él fuera.
Duele pasar por aquel lugar en el que le besé en unas fiestas. Necesitaba sentiroe, y le volveré a pedir perdón por ello. Pero esto es así. No sé si la palabra 'amor' es muy fuerte, pero cuando está lejos, me pierdo. Cuando no me mira, me ciego. Y pienso, que me muero el día en que me falte. Si eso no es amor, es que le amo simplemente. Se lo gritaría miles de veces aun que no pudiera escucharme, pero es que es así. 'No hay hombre tan cobarde a quien Amor no infunda el mayor valor y no le convierta en heroe'. Bien. Ahora dime que fue cobarde, porque no lo creo. El dios Amor le infundó el mayor valor, ya que es un heroe. Eso, es innegable.
Una vez me contaron que amantes son aquellos capaces de morir el uno por el otro, y ya te digo que yo moriría por él mil veces. Y sé, que si yo salto, él o vá después o simplemente la idea de que muera le va matando y me rescata de alguna manera. Siempre lo hace.
Mira, una vez el sabio Sócrates dijo: 'De ahí procede el amor que naturalmente sentimos los unos por los otros, que nos vuelve a nuestra primitiva naturaleza y hace todo por reunir a dos mitades y restablecerlas en nuestra antigua petfección'. El 'amor' que puede que sintamos el uno por el otro, hará que volvamos a encontrarnos. Y ya sea lo que sea, y pase lo que pase, sé que volveremos a abrazarnos como pocos saben. Ya que 'Estas dos mitades se buscan siempre' -continuó Sócrates-.
Pero pienso; se denomina amor al deseo de volver a recobrar aquel antiguo estado. Si eso es amor, ¿cuál es ese antiguo estado? Es posible, que sea añorar, sentir, querer, llorar, odiar, soñar... todo. Puede que fuera algo como lo que sentíamos.Y ahora, añoro ese estado.
le extraño. No entiendo lo que fuimos ni lo que somos. Pero sé, que podemos ser lo que queramos. Y por ahora, quiero ser la razón de su sonrisa y el brillo mágico de sus ojos. Que seamos, implacables. Inseparables. Que pongamos la mano en el fuego por el otro. Que nos corten las cabezas si no recordamos los buenos momentos juntos. Que seamos, felices. Oro por siempre. Nunca le dejaré.
Quiero que si lee esto algún día, sea lo fuerte que yo no fui. Sé que lo es. Conozco todas sus facetas, y querida Manhattan, es la persona más bella y fuerte del mundo.
A pesar de quererle de vuelta, sé que allí estás bien; que es "feliz", y solo pido que lo siga siendo. Quiero su sonrisa sincera y tiempo para ambos, ya me ocuparé yo de que sea inmortal; para siempre.
'Para siempre', ¿recuerdas? También lo prometimos. Y ahora, le prometo cumplir esa promesa, y lo siento, pero no dejaré que salga de mi vida.
Gracias una vez más por entrar y cambiarme. Gracias por poner mi mundo patas arriba y del revés. Gracias, por enseñarme a amar la vida y a aprender, que nunca todo está perdido. Gracias por mi heroe.
PD: Le espero, Le sigo esperando en la otra punta del mundo. Diré buenos días en sus buenas noches. Nos volveremos locos, sí, pero oe veré pronto y tendremos tiempo de solucionarlo. Te quiero, mi vida.