Capitulo 1

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Francia

POV Anastasia

me encontraba en mi habitación arreglándome para salir a la festa que darían en el Palacio Aviñon. mi amiga Katerine había insistido en que teníamos que asistir para conocer gente nueva y tal vez terminar saliendo con uno de los mas ricos de toda Francia o al menos eso era lo que ella quería. yo por mi parte no deseaba tener que enredarme con un ningún hombre que lo único que les interesa es conseguir una esposa trofeo para lucir en los eventos de la alta sociedad, que se abstenga de hacer amistades para andar hablando de todo el pueblo y que este encerrada en su hogar día y noche criando a sus hijos, ¡hombres!

Desde que cumplí la mayoría de edad me la he pasado en fiestas un tanto peculiares y a decir verdad ningún hombre con el que he estado me ha atraído de forma sentimental, solo es deseo carnal ¡por amor a Dios! no estamos en la época victoriana en donde las mujeres se debían a los lugares privados, con un estatus de sometimiento y del cuidado de sus hijos y del hogar, eso esta pasado de moda. En fin soy una libertina por naturaleza y por desgracia no tengo mas remedio que asistir al evento ya que mis padres también lo harán.

-Anastasia- entro mi madre por la puerta usando un vestido color negro y beige utilizando un corsé para realzar el busto y reducir la cintura, con muselinas con bordados y las mangas eran abombadas, hermoso pero extravagante para mi gusto - hija estas lista? se nos hace tarde para para el evento. queremos presentarte al hijo del conde Carrick Grey que también es un excelente juez tengo entendido. Es un joven muy agradable aunque no estoy segura de que sea el indicado para ti, dicen que es Gay pues nunca lo han visto en compañía femenina pero es el futuro heredero de una fortuna incalculable...

- Madre si piensas que tu y papa van a casarme con un desconocido estas alucinando sabes mi opinión acerca de eso y no pienso ser una esposa de adorno así sea en amo del universo.

-te aconsejo que no digas palabras que no vas a cumplir querida, ya sabes el refrán "de esta agua nunca beberé..."

-si, si. lo que tu digas madre pero de una vez te advierto que no me comportare como ustedes esperan que lo haga, y mas con un hombre que seguramente es un machista, y egocéntrico ademas. ahora quieres por favor darme privacidad para que pueda terminar de arreglarme, gracias.

Mi madre se dio vuelta para salir no sin antes darme una mirada de aquellas que te enterrarían diez metros bajo tierra. Adoro a mi madre pero aveces puede llegar a ser tan insoportable.


Nos encontrábamos en la entrada del palacio Borbón. Mi padre Raymond Steele platicaba con un señor un tanto fascista al cual no conocía y mi madre con su amiga de toda la vida Grace, al parecer ella era la esposa de aquel señor con el que mi padre estaba, pero ¿porque no lo había visto antes?. En fin era hora de adentrarnos en el gran palacio, pero cuando me di la vuelta colisione con un hombre ¡y que hombre! que por poco beso el suelo de la calle. tenia un traje inmaculado compuesto por un pantalón, una camisa de mangas largas y chaleco y una casaca con corte en la cintura y pliegues en los lados. tenia unos hermosos ojos grises y mirada oscura, labios perfectos, cuerpo de dios.

-Señorita le recomiendo que tenga mas cuidado la próxima vez- me dio una sonrisa de medio lado, como burlándose de mi -no estaré para salvarla de nuevo. -me guiño un ojo y se encamino hacia el palacio.

y yo me quede muda, parada en medio de la calle como una estatua. inmediatamente me sentí atraída por ese hombre pero obviamente no iba a dárselo a conocer a nadie, así que recobre mi compostura y me uní a la charla de mi madre con Grace.


Estaba platicando con mi amiga Katerine del pequeño tropiezo que tuve con aquel hombre, cuando mi padre llego hasta mi...

-Anastasia hija. ven quiero presentarte a mi buen amigo Carrick y su hijo.

Cuando llegamos a su lado me di cuenta de que era el mismo señor con el que platicaba en la entrada y su hijo el mismo con el que yo me tropeze. no podía creer que me había sentido atraída por ese déspota

-Carrick te presento a mi única y querida hija Anastasia -se giro a mi -Ana el es conde y juez Carrick Grey un muy buen amigo mio ademas de mi consejero - luego observo al joven que tenia a mi lado - y el es Christian Grey su hijo.

-un gusto conocerlos - cuando mire a Christian este tenia su mirada puesta en mi un tanto psicópata con su sonrisa malvada. Me atemorice.

-el gusto es nuestro Anastasia, eres muy bonita espero que tengamos el placer de tenerte en nuestro hogar para la cena que daremos el próximo sábado. -Mire a papa como preguntándole que se traían entre manos pero solo me dio un asentamiento con su cabeza.

-muchas gracias sera un honor. -me incline un poco en modo de despedida y me disculpe para retirarme aun con la mirada de Christian a mis espaldas. ese hombre si que daba miedo pero obviamente no me dejaría amilanar por el.

-Quien era el guapo con el que estabas Anastasia? - mi queridisima amiga Kate pregunto.

- es Christian Grey, quieres que te presente con El? - la mire burlona mente.

-claro que no. no me interesa, ya tengo puestos mis ojos en ese atractivo hombre de allá -señalo con el dedo mal disimulado a un chico rubio de ojos verdes.

-oh si. es el hijo de la amiga de mi madre. Grace. se llama Elliot. te llevar con El para que lo conozcas.

en cuanto nos encaminamos para llegar hasta Elliot, Christian se atravesó de nuevo en mi camino.

-Señorita Steele me concedería el honor de este baile? -mire de soslayo a Kate pero esta ya estaba lejos de nosotros.

-por supuesto señor Grey -masculle

nos dirigimos hasta el escenario. una pieza que tocaba la orquesta de paso suave sonaba en todo el salón.

-Es impresionante que una dama como usted asista a este tipo de eventos teniendo en cuenta que es una libertina que le fascina estar en el burdel de la Señora Elena LIncon -abrí mis ojos a mas no poder ¡no lo podía creer! acaso me había visto allí, y como se atrevía a llamarme así en mi cara.

- no es de su incumbencia señor, pero debo suponer que usted también va allí ¿no es así?

-eso tampoco es de su incumbencia señorita...-lo interrumpí

-entonces no se meta en donde no lo han llamado. Ahora si me disculpa me tengo que ir - lo mire con odio puro y salí corriendo de ese lugar. ¡lo soy! SOY UNA LIBERTINA pero no podía concebir que me llamara así, no en mi propia cara. maldito.



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