AL siguiente día Lisa se levantó y como siempre recibió una llamada de Jonathan, entonces ella supo que ya todo estaría bien. Aunque a Esteban no le parecía la idea de que lisa saldriera con el, lo único que podía hacer era seguirlo hasta obtener pruebas de que era una mala persona o que por lo menos le quitará la sensación de que no era bueno para su hermana.
Jonathan no había llamado a lisa para pedirle que salieran sólo la llamó para ver como estaba, así que Esteban aprovechó para ver que es lo que hacía cuando no estaba con Lisa.
Esteban le dijo a lisa que saldría con sus amigos sólo por un momento, pero la verdad es que fue a la casa de Jonathan para así poder seguirlo.
Jonathan salió de su casa por que había quedado de verse con unos amigos, así que Esteban lo siguió hasta ese lugar. Cuando llegaron Esteban se sentó en una mesa que no estaba muy lejos que la de ellos, y en donde lograba escuchar todo lo que hablaban.
Amigos: hola, al fin viniste.
Jonathan: si, me retrase un poco pero ya estoy aquí para hablar de negociosn.
Amigos: si, bueno lo primero que hay que hacer para poder vender más es....
Jonathan: que pasa ( se voltea ).
Amigos: ese no es el hermano de Lisa.
Jonathan: si ( molestó ) esperen aquí voy a ver. ( camina hacia el ). Jonathan: que haces aquí?
Esteban: viendo que pido de comer.
Jonathan: no me trates de engañar, se que me estás espiando.
Esteban: que? No, claro que no!
Jonathan: se que no te agradó y por eso me sigues pero créeme que no hago nada malo.
Esteban: esta bien, lo siento no debí seguirte.
Jonathan: no, no importa, sólo ya no lo vuelvas a hacer y ya.
Esteban: si, bueno mejor me voy y te dejó con tus amigos. Esteban se fue a su casa con Lisa.
Amigos: que estaba haciendo qui? Jonathan: me estaba siguiendo para ver lo que hacía.
Amigos: por que? No le caes bien.
Jonathan: no, no confía en mi y tengo que hacer algo para que no me descubra.
Amigos: bueno y que hacemos ahora, seguimos hablando.
Jonathan: no, saben que mejor hablemos en otro momento.
Así que cada uno se fue a su casa y hablarían de su negocio otro día, cuando estuvieran seguros de que nadie escucha nada.
