Primera y Ultima vez

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Lo que más me gusta de manejar bici es sentirme libre, como un pájaro. La Brisa acariciando mis mejillas y la luz del sol bañando mi cuerpo.

Era un hermoso día de verano, la gente caminaba feliz, los niños volando sus cometas, los ancianos daban de comer a las palomas y las chicas corrían. Me dirigía a casa de Lucy, mi mejor amiga, ya tenía varios días sin hablar con ella y quería hacerlo hoy antes del anochecer. Mientras me acercaba a casa de Lucy, soplo la brisa y me estremecí por el frío, así que me abracé. La casa de mi amiga era muy bonita, color blanco con detalles color crema. Subí las escaleras y toque la puerta...

-Vamos Lucy abre -susurre- me estoy congelando aquí afuera.

Al cabo de 2 minutos toque otra vez. Escuché una risa detrás de mi y giré, allí estaba la tonta de Maureen y su grupito.

-Pobre Penny, su "amiga" -dijo recalcando las comillas- no le dijo absolutamente nada de que se mudaba. (Maureen era la típica niñita rubia que se dedicaba a hacerme la vida picadillo)

-No pienses que te creeré Maureen -dije mirando hacia otra parte. En estas situaciones quien me defendía era Lucy, Maureen siempre me ha dado miedo, su mirada feroz de odio me asusta y no tiene miedo a la hora de golpearme, hasta que llegaba Lucy y me defendía de Maureen. Claro, Maureen se seguía metiendo conmigo pero no tanto como cuando teníamos 6 años y ya no me pegaba; pero ahora que Lucy se ha ido...-

-Pues no lo hagas, solo te dire que mi madre los vio irse con un camión de mudanza hace 3 días. -Mis ojos se abrieron como platos, era verdad!, Lucy y yo teníamos días sin hablar, y ya no me trataba igual que antes, estaba distante y fría conmigo. Que tonta fui! y pensaba que tenía problemas con sus padres!-.

- ¿Quién te defenderá Penny? Ahora estas sola... Completamente sola, sin amigos, sin nadie, porque no le importas a nadie del colegio.

-¡CALLATE! -Me tape los oidos y cerre los ojos-.

Era verdad todo lo que decia Maureen, no tenia amigos, no tenia a nadie... no le importo a nadie del colegio, pero era una verdad que no queria aceptar-.

-¿¡Qué dijiste Penny!? anda, mirame a la cara.

-No puede Maureen, te tiene miedo.

Se rieron juntas de mi, cuando abri los ojos y vi a Maureen, sus ojos estaban llenos de odio y furia, se acerco a mi y me dió un empujón.

-Niñita tonta...Veamos si esto te enseña a no volverme a gritar, vamos chicas.

Se fueron las tres, dejandome con mis lagrimas, sola...

A la mañana siguiente desperté con los ojos hinchados de tanto llorar, se lo conté a mi madre (lo de la mudanza de Lucy no lo de Maureen, resulta que mi mamá es muy sobreprotectora y formaría un espectaculo, quedaría como la niña chiquita de mama frente a todo el colegio) y me aconsejo que siguiera adelante, que conseguiría amigos. Esa mañana para relajarme salí a manejar bici casi hasta el anochecer, mi último día de vacaciones lo quería aprovechar así...

Al llegar a mi casa mi madre esta vestida hermosamente con un vestido amarillo y unos aretes.

-Lucy, vistete lo mejor que puedas, parece que tenemos nuevos vecinos y vamos a conocerlos.

Subí a mi cuarto y me puse mi vestido favorito, uno morado oscuro que resaltaba mi tés pálida. Mamá subió y me peinó con dos clinejas.

-Penny ¿Quieres que te cortemos el cabello? sabes que se utiliza corto, es la moda en 1952!

-No mami, me gusta mi cabello largo

-Bueno esta bien querida -dando los ultimos toques a mi peinado me volteo- ya estas. Que te parece? quedaste preciosa. Ahora vamos, bajemos que tu padre nos esta esperando.

Bajamos y salimos a la casa de al lado. Estaba nerviosísima, no me gustaba conocer a gente nueva.

Cuando tocamos la puerta nos abrió una señora muy bonita y elegante, tenía el cabello por las orejas y su color era marrón claro, sus ojos combinaban con su cabello.

-Oh! son ustedes que alegría!, pasen pasen. -nos abría más la puerta y nos hizo señas para sentarnos en su sofá.

-Harold, mi amor ven aquí -nos miró y dijo- mi nombre es Louise y mi esposo es Harold, tus padres ya se presentaron esta tarde, ¿Cuál es tu nombre querida?.

-M...Me llamo Penny Lane, Señorita Harrison.

-Oh no no! nada de Señorita Harrison! llámame Señorita Louise, por favor. -Reí, esta señora me cae muy bien, su voz era angelical y su risa contagiosa- ¿Cuántos años tienea Penny?

-Tengo 9 años.

-Oh! Mi hijo George tiene tu misma edad!.

-Excelente! -Dijo mi madre exclamando de felicidad- ¿viste Penny? puedes tener un amigo!.

ooh no! la señorita Harrison pudiese ser muy agradable pero no iba a ser amiga de un varón. Son revoltosos, comen mocos, no se bañan y además de lo único que hablan es de fútbol!

-George ven a saludar.

Y salió de la cocina un niño con ojos color azabache, su cabello negro como la noche, era delgado y alto para tener nueve años. Al mirarme sentí como su mirada se clavaba en mi corazón como mil cuchillos. Abrí mis ojos como platos ante lo lindo que me parecía este niño. George sonrió y me hizo señas para seguirlo.

-Siguelo Penny, juega un rato con él!

Miré a mis padre y ellos asintieron. Seguí a George a su habitación, era gigantesca, tenía muchos juguétes y encima de un baúl una caja de cristal con un sapo adentro, lo saco, lo acerco a mi cara y dijo:

-Buuuu!

-Que linda, ¿Cómo se llama?- quedé fascinada ante lo bonita que era.

-¿No te asusta?. -dijo sorprendido-

-Eeh pues no, me parece fascinante, y ¿cómo lo atrapaste? es muy difícil.

-Que rara eres -me miró de arriba a abajo- me gusta. -Sonrió a medio lado y mi corazón se aceleró, palpitaba y palpitaba, me sonroje como un tomate-

Y esta fue la primera y última vez que quedé enamorada de alguien, y así fue el sencillo comienzo de una hermosa amistad...

Forever Together-George HarrisonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora