Forever Together-George Harrison

Romeo y Julieta

Mientras mama le daba los últimos toques a mi maquillaje, el cual era muy ligero. Un poco de rubor y sombras que muy fácilmente podían pasar por alto. Pero no podía concentrarme al 100% en mi papel, tenia un huracán en mi mente.

La noche anterior después de que Lucy confesara que el polvo que le dio a Maureen era un vomitivo, esta lleno el cuarto del pobre George de vomito, y, después de semejante vergüenza se fue pidiéndole a George mil y un disculpas y diciendo que no iba a participar en la obra.

Obviamente yo iba a ser Julieta, el papel que tanto he añorado, sin embargo estaba sumamente nerviosa. Siento un nudo en mi estomago junto con ganas de vomitar, sumándole un sudor frío que recorría mi espalda.

-Lista cariño- me dijo mama- quedaste preciosa.

Y así era, al mirarme al espejo me impresiono ver el trabajo de mi madre, el pintalabios rosa pétalo resaltaba mis pecas en mi piel pálida. Y los rulos que le hizo mi madre a mi cabello ondulado eran extraordinarios, mi cabello naranja combinaba con mis ojos color ámbar.

Tenia puesto un vestido medieval que no estaba para nada mas

-¡Penny!, George ya llego- dijo mi padre

Al bajar las escaleras mis manos no paraban de temblar y de sudar frió, mantuve la vista fija en los escalones para así evitar caerme

-Te ves bien hija.

Al subir la vista, mi mirada se encontró con la de George, el cual le brillaban sus ojos y me dedico una hermosa sonrisa que me transmitió confianza y seguridad en mi misma, George confiaba en mi.

Entrelazo su brazo con el mio y dijo

-Lista?

No pude apartar los nervios de mi. Y no eran nervios por la obra, ni por hacer el ridículo enfrente de tantas personas. Los nervios no eran por decepcionar al señor Patterson, ni por mi papel de Julieta, estos se fueron en el mismo instante que George me dijo con una sola sonrisa que todo estaría bien, que lo iba a hacer bien.

Mis nervios eran por la mismísima presencia de George, era por el como su mirada me traspasaba como una lanza, mis nervios eran por el contacto de su brazo con el mio. Mis nervios eran por su presencia de caballero, el cual con el disfraz de Romeo se veía tan exquisito que si fuera un buñuelo me lo comería sin pensarlo dos veces...

-Lista...- y sonreí en mi interior

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Al llegar al teatro absolutamente todos estaban yendo de aquí para allá, tomando grandes bocanadas de aire.

Cuando ya era la Hora de empezar, sentí un gran mareo que me azotaba. Sentí que me iba a desvanecer, tenia ganas de vomitar, de gritar y sobretodo de escapar de aquí.

¡Maldita Lucy!, si no le hubiese dicho que deseaba el papel de Julieta no hubiese puesto vomitivo a la bebida de Maureen y en este mismo instante estuviera sentada en la oscuridad, entre el publico, admirando la obra de teatro que sin duda alguna se iba a presentar.

-¡ACCIÓN!- Grito el Señor Patterson desde su asiento de director.

-Oh no... No... No lo puedo hacer- en ese momento cuando iba a escapar como toda una cobarde, George me tomo de los hombres y me miro fijamente. ¡Dios Mio! Se veía tan pero tan guapo con su peinado y sus ojos penetrantes. El traje de realeza le asentaba muy bien.

Se ve tan guapo, tan alto , tan elegante y hasta mas maduro!

-Tranquilízate Penny, calma. Lo vas a hacer magníficamente, lo harás bien

- Y como lo sabes George?, ¿Como lo sabes?

- Porque... confio en ti

Esas 4 palabras me dieron la valentía que en algunos segundos se esfumaron

George...¿ Que haría sin ti?

Asentí y me dispuse a salir en la escena en que aparecía.

Todo fue de maravilla, una vez que empece mi parlamente la seguridad me invadió. Por el rabillo del ojo todo lo que veía era negro, era como si no hubiese nadie mirándome, y eso aumento mi seguridad.

Ya en la parte de la azotea, cuando me dispuse mirar el publico, me sentí tan bien, porque se notaba que estaban disfrutando de todo.

-Romeo...Romeo, ¿Donde estas que no te veo?

George salio de su escondite. Al subir lentamente las escaleras que estaban frente a mi torre me acorde de algo... ¡Tengo que besar a George!

No es que no hubiese besado a George antes, pero eso fue hace años y solo eramos unos críos.

Mis mejillas se tornaron carmesí, cualquiera que me viera pensaría que me echaron exceso de rubor.

Trate en vano de controlar mi corazón el cual danzaba de felicidad, y las dichosas mariposas volaban como si un enorme viento las molestara. George estaba a centímetros de mi cara.

Y todo paso en cámara lenta. Lo único que sentía era a el, el publico desapareció, el Señor Patterson desapareció, mis padres desaparecieron, los actores y actrices desaparecieron, incluso Romeo y Julieta desaparecieron, solo quedamos George y yo...

George con una gran delicadeza poso sus labios con los míos, eran suaves como algodón y dulces como el azúcar, eran celestiales los lentos movimientos que hacia con su boca.

Ternura... fue la única palabra que me vino a la mente.

No me percate sino hasta después que termino el beso, que tanto el como yo temblábamos.

Me miro inocentemente, y yo lo mire sorprendida y emocionada por la actitud de los dos.

Ese día me sentí viva por primera vez, se desato en mi interior un fuego difícil de calmar, sentí que todo era posible, que podía volar; Es mas, en este momento estaba en las nubes.

Esa noche no pude dormir pensando en la burbuja que habíamos creado George y yo, este era un mundo en el que nuestras miradas cómplices eran de dulzura y deseo; ocultábamos nuestro amor de los demás, aunque supiéramos que en algún futuro no tan cercanos pudiésemos darnos expresiones de cariño mejores que el vino. En este mundo podemos confiar uno del otro, un mundo sin sufrimiento ni dolor; por que sabemos que si uno de los dos fallamos, el otro siempre estará allí a su lado para ayudarlo a levantarse...

Amo esta burbuja que creamos George y yo...