Capítulo 5: El accidente (asesinato)

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15 años.

Niall estaba sentado en el sofá con un cuaderno y dos libros a su lado. En el otro sillón se encontraba Liam, recitando los deberes que tenían para esa tarde. La mesa de centro estaba cubierta de comida chatarra que seguro a mí no me dejarían comer nunca, o al menos no frente a mi madre, que hace uno meses se le pegó la idea de llevar una vida saludable y natural.
Niall sonrió y golpeó con su lápiz a Liam.
De acuerdo, lo estaba espiando. Pero no era mi culpa que después de besarnos hace más de un año él no haya hablado del tema. Volvíamos a la relación de antes, esa de los buenos días y aquí no ha sucedido nada. Ya no siquiera sabía si tenía celos, había fingido estar interesada en otros chicos, pero Niall me ignoraba y seguía con su vida.
Incluso, tuvo una novia.
Me costó mucho admitirlo, pero al final tuve que hacerlo. La verdad estaba frente a mis ojos y yo me vendaba para quedar ciega, me gustaba Niall y no podía evitarlo.
Aún lo odiaba, a final de cuentas era un intruso en mi casa aunque lo conozca de niño, pero por otro lado era inevitable no sentir ese hormigueo en la piel cada vez que él sonreía o cuando su mirada se iluminaba y demostraba lo feliz que era.
No era bueno para mi salud mental, me desvelaba pensando en por qué me ya no me hablaba. Tampoco lo era para mi sistema nervioso y respiratorio, mi corazón se aceleraba de una manera increíble cuando estaba cerca de él y me faltaba el aire cuando él me decía todas las mañanas "Buenos días".
Algo andaba mal conmigo. Hace unos años me habría del segundo piso por la hasta que mi cabeza sangrara y recobrara la razón, sin embargo, ahora no me importaba demasiado.
Estúpido amor que no controlaba a las personas, ¿hacer que me enamorara de Niall?
Estúpido, estúpido, estúpido.
Y Niall volvió a sonreír y dejé de pensar por unos cuantos minutos.
—¿Espiando a tu amor? —salté del susto al oír la voz de Mike en mi oído. Como estaba en las escaleras, rodé hasta llegar abajo y chocar con un ruido seco contra el suelo.
—¿Qué fue eso? —escuché que preguntó Niall.
No alcancé a levantarme antes de que Liam y Niall llegaran hasta donde yo había caído. Tirada en el suelo, con el cabello sobre el rostro y con Mike diez escalones más arriba riéndose, no era un buen momento para que Niall me viera. Sin mencionar que él ya sabía como lucía cada mañana, esto era peor.
Liam me ayudó a pararme, Niall se quedó mirándonos y no movió ni un dedo. A veces su actitud me molestaba. No tenía ninguna enfermedad contagiosa ni tampoco lo iba a morder si me tocaba.
—Gracias, Liam —le dije cuando me quitó el cabello del rostro.
—De nada. Aunque me gustaría saber cómo fue que te caíste.
—Porque es torpe, se tropieza con sus propios pies —dijo Niall.
Eso dolió.
Fue un comentario frío y tosco. Ni una mirada, ni una emoción.
Agarró a Liam del brazo y se lo llevó de regreso al sofá para continuar haciendo los deberes.
—Amargado —dije en voz alta para que él lo alcanzara a escuchar.
—Reprobada —golpe bajo por parte de Niall.
—Idiota —contraataqué.
Aparte de los saludos matutinos, teníamos una pequeña rutina que se daba en casos especiales como estos: pelearnos como niños de seis años por una tontería.
—Rubia idiota —me contestó él. Era el momento de la artillería pesada.
Le hice una seña a Mike para que bajara y me acompañara hasta los chicos. Mike estaba encantado, amaba molestar a Niall a costa mía. Al igual que a mí a costa de Niall.
—Liam, nunca me canso de felicitarte por tu excelente interpretación como Romeo en la obra escolar. Fue estupendo, de verdad tienes futuro como actor —le dije, acercándome a ellos con Mike a mis espaldas. Nos sentamos en el mismo sofá y botamos los libros al suelo para hacernos espacio. Niall nos dedicó una mirada amenazadora.
—Fue todo un éxito, lástima que Niall no haya podido conseguir el papel. Seguro la caída del balcón de los Capuleto fue dolorosa —agregó Mike.
Yo dejaba que mis amigos me molestaran con Niall en situaciones que requerían de sus comentarios. Como ni Fati, Sol y Abi estaban aquí, me quedaba Mike. No era la mejor opción porque a veces se le iba de las manos el asunto, pero era eso o pelear sola contra el chico rubio.
—No funcionara, Mike. Además, no quería el papel —dijo Niall. Miré a Liam, quien escondía la risa detrás de un cojín. Todo el mundo sabía que a Niall no le gustaba perder.
—Que lástima. Gracias a Dios te tocó audicionar conmigo, soy muy mala actriz —dije. Pude notar como Niall se tensaba, nunca antes habíamos abordado el tema de la audición y supongo que hacerlo con Liam y Mike como público no era algo cómodo.
—No es tu culpa, Jenna. Lo que pasa es que Niall exageró mucho el beso —terminó por decir Liam. Los tres reímos, mientras a Niall se le teñían las mejillas de rojo.
—¡Bueno, perdón por querer hacer un buen trabajo, no soy un mediocre como tú! —exclamó de pronto. Se formó un extraño silencio.
—Pero tú dijiste que no querías el papel, vamos, no te alteres —atiné a decir para alivianar el ambiente. Liam y Mike asintieron, dándome la razón.
—No me hables. Vámonos, Liam —este último se encogió de hombros y se disculpó por el comportamiento de Niall y ambos se fueron a su habitación para seguir haciendo sus deberes.
—Bueno, no fue tan divertido esta vez. Algo le pasa a Niall y es tu misión averiguar qué —me dijo Mike. Yo lo miré incrédula, ¿acaso no había escuchado a Niall? Estaba enojado, y yo no era la persona más paciente a la hora de ayudar a los demás con sus problemas.
—Paso, no quiero que me grite.
Él enarcó una ceja y comió una de las cuantas cosas que había en la mesa. Yo hice lo mismo, mamá estaba en clases de yoga o algo así, así que nadie me podía regañar.
—Bueno, entonces deberíamos comenzar a hacer nuestro trabajo de ciencias.
—Creo que mejor iré a ver que le pasa a Niall—le dije inmediatamente. Mike sonrió y se levantó.
—Vamos, antes que le ponga llave a la puerta —subimos la escalera y nos quedamos frente a la puerta de Niall a oír lo que hablaban.
Era una pena no tener a mis amigas en la misma clase. Ellas iban en el mismo curso que Niall, mientras que yo con Mike. Era divertido y pasábamos la mayor parte del día molestando a los demás o durmiendo, aunque a Mike le iba mejor. No me quería contar su secreto para no prestar atención en clases y sacar buenas calificaciones, pero estaba segura de que no copiaba, él jamás haría eso. Además, se sentaba conmigo para los exámenes ¿qué caso tenía copiarme a mí?
—Aún no sé por qué seguimos escuchando a hurtadillas las conversaciones de Niall —le susurré a Mike. Él me hizo callar, tapándome la boca con su mano.
—No hagas ruido —dijo.
Supongo que esto jamás cambiaría, siempre espiaríamos a Niall. O al menos, yo. Era un impulso, algo más poderoso que yo. Era como una atracción mágica hacia su puerta que hacía pegar mi oreja a la madera.
—...Comenzaré a practicar para sacar mi licencia de conducir y eso me tiene muy alterado... —dijo Niall, con la voz apagada a causa de la distancia y la obstrucción de las paredes.
—Ya comprendo, por eso estás tan pesado —concluyó Liam.
—Sí, espero que Jenna no me odie más de lo normal, pero si estuviera en mi lugar...
Y dejé de escuchar.
Me separé de la puerta, enojada, emocionada, alterada y ¿confundida?
Tenía un punto a mi favor: había hablado de mí. En contra: sabía que lo odiaba y eso no era bueno.
Pero estaba confundida porque por un momento creí que se preocupaba por mí. Luego se me pasó la posibilidad de que no lo estuviera por mí, sino por el trabajo de Maura. Porque si yo decía que Niall me trataba mal, ellos se irían a la calle y tendrían que volver a la casa de su abuela.
Cuando llegaron me asombró no ver sus maletas, tardé años en descubrir que Maura se había escapado con sus hijos porque su marido era un completo imbécil. Había huido para darles un futuro mejor a sus hijos. Por eso yo jamás la perjudicaría, la quería demasiado para hacerle eso. Además, estaba el pequeño hecho de que Niall también se iría y eso significaría el fin de mi carrera en espionaje.
Y no podía permitir eso.

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Marry Me {niall horan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora