Un engaño, lo deje pasar, decidí perdonar y darle otra oportunidad, me engaño nuevamente, ya se le estaba haciendo costumbre, estaba harta, pero como se lidia con una hombre peligroso, con un hombre que no tiene control, agresivo, sin escrúpulos...sin corazón. Recuerdo la vez que lo afronte, estaba decidida a dejarlo.
-Ya estoy harta de esto Jack, no permitiré que me sigas engañando. -Le dije firme. Él me miro como si le acabara de contar algún chiste y soltó la carcajada.
-Cálmate mujer. -Me dijo dejándose caer al sofá.
-Ya no quiero nada contigo. -Me puse enfrente de él. De inmediato él se paró, me hice pequeña ya que él estaba mucho más alto que yo.
-Escúchame bien estúpida, tu, a mí, no me vas a dejar. -Me apunto con el dedo índice, su mirada era obscura, jamás me había hablado así, me estremecí. Sí, me había engañado muchas veces, pero jamás en nuestras discusiones, me había hablado de esa forma, nunca. Me obligue a salir de mi trance tratando de identificar al hombre que se encontraba enfrente de mí.
-¿Disculpa?. -Entrecerré los ojos, poniéndome las manos en la cintura.
-¡Lo que escuchaste!. -Me grito.-Mira imbécil, tú, a mí, no me vas andar hablando así. -Escupí. Era la primera vez que nos peleábamos de esa manera. Fue ahí cuando sentí el dolor más grande, me sentía aturdida, todo mi mundo se fue cayendo, un dolor punzante se apodero de mi rostro, me veía ahí, tirada en el piso, Jack, me había golpeado.
-Para que aprendas a respetarme. -Dijo. ¿Quién era él? Era un completo extraño ahora, lo mire recelosa desde el piso tocándome la mejilla, estaba tan asombrada que mis palabras no salieron, solo las lágrimas.
-¡Mierda no llores!. -Se pasó las manos desesperadamente por el cabello. Esto estaba mal, soy yo la que debería de estar enojada, después de tantas veces que lo perdone, de tantas veces que me engaño, internamente me dije que me lo merecía, por no dejarlo la primera vez que lo descubrí revolcándose con mi supuesta amiga. Me sentía tan confundida, hubiera deseado que todo esto fuera un maldito sueño, Jack y yo éramos una pareja perfecta, eran dos años perfectos. En el tercero empezaron los problemas, sus infidelidades. Jack era un chico lindo, amable, respetuoso y podría seguir con la lista de cosas buenas, realmente no sé qué le sucedió.
-Y pobre de ti que le digas a alguien de esto. -Amenazo. Me sentía asfixiada.
-Desde este momento, terminamos. -Dije sollozando. Seguía en el frio pisó. Él se agacho riendo.-Terminaremos, cuando yo diga. -Dijo finalmente.
-¡No!. -Dije desesperada con lágrimas en los ojos. Este me agarra del cabello halándome hacía arriba.
-Mira, si tu me dejas, te juro que matare a tus padres. -Me aprieta más fuerte del cabello. Quería gritar, salir corriendo, pero no podía. Él era el mismísimo diablo en persona. No tenía ni idea de quien es Jack Anderson. Estaba totalmente perdida.
Ya habían pasado dos meses después de eso, quería pedir ayuda, pero no podía, me sentía aterrada, amenazo a mis padres de muerte, no podía creerlo, tantas veces que fuimos a comer con ellos, tantas veces que nos fuimos de día de campo, mis padres lo amaban, decían que era el hombre perfecto para mí,-¡Emma!, ¿qué te paso en la cara?. -Preguntó Hanna aterrada, que enseguida me vio entrando al salón de clases, instantáneamente me agache. Jack me golpeaba cada vez que se le daba la maldita gana, y si me defendía, era peor.
-Am, me caí y me pegue en el piso, ya sabes que soy muy torpe. -Me encogí de hombros.
-¡Dios!, Ten más cuidado Emma. -Me dice acercándose a ver el enorme morete que se encontraba en mi mejilla. Al instante me aleje.
-¿Segura que te caíste?. -Pregunto dudosa.-Sí, -Dije desviando la mirada de la suya. Me senté y al instante Hanna me siguió para sentarse al asiento vació que se encontraba a un lado de mí.
Hanna había sido mi amiga desde que entramos a la universidad, ella fue la que me apoyo en el último año en donde mis problemas empezaron con Jack, odiaba con todas sus fuerzas a Sharon, con la que Jack me engaño y obviamente odiaba a un más a Jack. Lo cierto era que tenía miedo de contarle mis problemas con él, me costaba mucho decirle ya que esta de inmediato iría con Jack a decirle un sin fin de maldiciones y reclamos, tenía miedo de que este le hiciera daño también.
Ya estábamos en nuestro último año de Administración, recuerdo que vivía con Hanna en su departamento, Jack iba siempre a visitarme y después de un tiempo me pidió que me mudara con él, Ahora estaba atrapada, me tenía prisionera, ahora todo el tiempo tenía miedo.
Hanna y yo no éramos ni populares ni unas don nadie, pero todo el mundo sabía quiénes éramos, en cambio Jack si era popular, debido a su buen comportamiento, 'por ser un perfecto héroe, todos lo amaban, defendía a los que no podían defenderse de los ataques repentinos de aquel problemático y cretino chico, Henry Cox.

ESTÁS LEYENDO
Conspiración
Teen FictionLa historia de un Ángel que quizo quemarse al ver un infierno que le gusto. -Anónimo