-Aún lado estúpido, que no vez que voy a pasar. -Le dijo el chico más agresivo de la escuela a un estudiante de primer año que se encontraba en la puerta de la cafetería, este rápido se apartó temblando de miedo, y fue ahí cuando me perdí en mis recuerdos.
-¡Jack, ya no me pegues por favor!. -Le suplicaba, lloraba desgarradamente, el parecía no escucharme y seguía dándome patadas en el estómago, soltaba gritos ahogados y finalmente agarro mi cuerpo y lo aventó como si fuera un trapo haciendo que me pegará con el escalón de la escalera en la cara, sentí como fui perdiendo la conciencia poco a poco, me dolía todo el cuerpo.
-Y que no se te ocurra volver a llegar tarde. -Me dijo y salio de la casa, mi madre me pidió que la acompañará al doctor esa noche y llegue un poco tarde a la casa, debido a eso me busque una buena paliza, Jack creía que lo engañaba, cuando tendrá que comprender que no soy él. Después de un rato me levanté como pude y me vi en el espejo, tenía hinchada la cara, de inmediato pensé que dejaría un gran morete.
-Ese chico si que es una bestia. -Dijo Hanna sacándome de mis recuerdos.
-Am, ¿Qué? ¿De quien hablas?. -Parpadee rápidamente con el nombre Jack en mi mente.
-De Henry Cox, estás muy distraída Emma. -Me miró preocupada. Jack era igual de bestia que ese Henry Cox, pero a diferencia de él, Jack no lo demostraba, era un completo farsante ante todos. Siento que lo hacía aún más peligroso.
-si, ya sabes, la escuela y todo eso. -Inquiri.
-¿Y como vas con Jack?. -Preguntó, trague saliva fuertemente y mis manos empezaron a sudar.
-Bien. -Dije sería. Ella me miro entrecerrando los ojos.
-¿Bien?. -Preguntó ahora cruzando sus brazos. ¡maldición!.
-Escucha Hanna, no necesito que siempre estés metiéndote en mis asuntos. -Dije firme, me dolía hablarle así, pero solo quería alejarla de mi. Entre menos gente a mi lado, mejor.
-Emma dime que mierda esta pasando. -Dijo sería.
-¡Nada!. -Grite, agarre mis cosas y me fui de ahí, dejando a Hanna sola. No llores, maldita sea, no llores. Me dije a mi misma saliendo de la cafetería, quería decirle que estaba sufriendo, que día a día moría en silencio, que Jack, que Jack me golpeaba, pero no podía, Jack me tiene amenazada, que se supone que debo hacer si todos a los que amo corren peligro.
-Oh, Amor ahí estas. -Me estremecí, era él.
-No necesitas fingir, no hay nadie aquí. -Le dije fría y apreté los ojos, sentía que en cualquier momento me golpearia.
-¡Qué vez imbécil!. -Grito y me abrace a mí misma, y enseguida me abraza.
-Lo infelices que son. -Dijo riendo irónicamente. Y me di cuenta que era Henry Cox y vi cuando se perdió en el pasillo, venia atrás de mí y no me di cuenta, y me percate de que si había gente.
-Idiota, que te he dicho de no hablarme así aquí, ¿quieres que de un espectáculo?, ¿aquí?. -Me dijo entre dientes halándome en cabello.
-Sí, es lo que quiero, para que vean como eres realmente.
-¡Estúpida!, creo que aún no te he enseñado buenos modales. -Me aventó contra los casilleros, caí al piso y este siguio su camino, abrace mis piernas y empecé a llorar, cálidas lágrimas salían de mis ojos, esto era un infierno.
-Oye, ¿que te pasa?. -Levante la vista y lo vi, vi Henry Cox parado enfrente de mí, abrí la boca para hablar, pero este se adelantó.
-Sabes que, olvidado. -Dijo de mala gana y también siguió su camino. Escucharía todo, era mi pregunta. Jamás había visto a Henry Cox tan solidario.
Llegamos a casa, Jack había traído a unas mujeres, solo me límite a subir a mi habitación, ahora me engañaba enfrente de mis propios ojos.
-Ey, a donde vas, traenos bebidas. -Me ordenó, también era la sirviente de él y sus putas. Enseguida aparecí con las bebidas y esta vez me fui a mi habitación. Así vivía ahora, lloré hasta que me quede dormida. A la mañana siguiente me metí al cuarto de baño, tome una ducha caliente y me preguntaba que pasaría si muriera, tenía varios meses pensando en eso, que me asustaba. Esto es lo que ha logrado Jack Anderson, hacer que odie mi vida.
Llegamos a la escuela y Jack me tomo de la mano, todos nos sonreían, otros nos envidiaban, decían que eramos la pareja perfecta, y todo era una farsa, una maldita farsa.
-A ver niño, pagame lo que me debes. -Era Henry que amenazaba con su puño a un chico.
-Cox, deja al chico. -Dijo Jack apartándose de mi.
-¡Sierra la boca Anderson!. -Grito sin apartar los ojos del chico que tenía acorralado, toda la gente miraba aterrada la escena.
-Yo te voy a pagar, pero por favor suéltalo. -Dijo Jack con preocupación, era bueno actuando, maldito bastardo.
-Ver para creer. -Dijo Henry que ahora hacia contacto visual con Jack, este saca el dinero y se lo da.
-¡Largate!. -Le dice al chico. -Haciendo de héroe Jack, vaya, me sorprendes. -Me dedica una mirada y le sonríe irónicamente a Jack y se abre camino.
-Eso fue extraño. -Me sobresalte y vi que era Hanna que se encontraba atrás de mí. Jack me voltea a ver y camina el solo, ya que vio que Hanna esta conmigo.
-Hanna, perdón por lo de ayer, yo...-Empecé a decir pero esta me cayo.
-Calma si, no pasa nada, tienes razón en no meterme tanto a tu vida. -Me inundó una tristeza, veía que le dolía, era mi mejor amiga.
-Oh Hanna. -Le di un fuerte abrazo y trate de no llorar.
-No voltees, Henry Cox esta mirando para acá. -Y de inmediato abrí los ojos de par en par. voltee de golpe y Hanna me miro asombrada, la ignore. Mire fijamente al chico y este no apartó la mirada, seguía ahí viéndome, hasta que por fin se dio la vuelta y se fue.
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Conspiración
Teen FictionLa historia de un Ángel que quizo quemarse al ver un infierno que le gusto. -Anónimo