Capítulo 5

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Despierto en un cuarto que no es el mío. Las paredes son de un color azul marino muy bonito, y hay una pequeña mesita de noche a cada lado de la cama, que por cierto era muy grande, de tamaño matrimonial.

En una pared del cuarto hay una cartelera con fotos ¿mías? De repente se abre la puerta del cuarto y entra Jake con un semblante relajado

-¿Por qué hay fotos mías aquí?- le pregunto, e inmediatamente se pone un poco nervioso

-Verás... es algo un poco raro de explicar.

-Dime- le exijo.

-Yo desde el principio sabía quién era tu acosador.

-¡¿Qué?! ¡¿Cómo?! ¿Por qué no me lo habías dicho antes?-le pregunto. ARGGH Estoy demasiado molesta, siento como la sangre hierve bajo mi piel y solo puedo pensar en cómo fui usada por alguien a quien apenas conozco.

-Mira, a Chris siempre le gustaste, y como era tímido nunca te lo dijo. Después se fue de la ciudad por más o menos dos años, luego de eso volvió muy cambiado, no solo físicamente sino que ahora tenía una mentalidad de psicópata, lo único que no había cambiado era su "amor" mas bien obsesión por ti- dijo, haciendo unas comillas en el aire al momento que dijo la palabra amor.

-Sabía que él te acosaba, y por eso te invité a la fiesta, lo conozco y sabía que él se acercaría a ti e intentaría algo, en ese momento yo te salvaría y lo haría alejarse de ti para siempre, pero con todo el alboroto te perdí de vista y él te llevo al cuarto y pues...

-Ya basta- lo corte-estoy es mucho para procesar, solo déjame sola ¿si?

-Lo siento, Noah, solo te quería liberar de Chris, pero fallé.

-Te dije que es suficiente, Jake, desaparece de mi vida y déjame en paz. Ya viste lo que ocasionaste. Nunca volveré a ser la misma.

Su mirada se opaca, y puedo ver que mis palabras le han dolido. Pues que le duelan, por su culpa pasó esto. No me importa que sus intenciones hayan sido buenas, me han violado. Solo espero no haber quedado embarazada, o peor, haber cogido alguna enfermedad rara. Quién sabe por dónde habrá pasado ese gusano asqueroso. Maldito psicópata.

-Si eso es lo que quieres, nunca volverás a saber de mí, pero ten en cuenta de que yo solo quería ayudarte- sale del cuarto lentamente después de pronunciar esas últimas palabras. Tal vez sería la última vez que escucharía su voz. No sabía por qué, pero me dolía que me hubiera dejado así, sin más.

Rompo en llanto al momento en que cierra la puerta, ya no se qué hacer, odio mi vida.

Salgo de la habitación y me dirijo a la puerta principal. Era la casa de Jake. El patio estaba lleno de botellas y aún podía sentir el olor del cigarro. Parecía un apocalipsis. No se veía ni un alma, todo había terminado. Me abrigo en la densa oscuridad de la noche, camino sin rumbo alguno, no sé a dónde me dirijo.

AcosadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora