5 Días para la fiesta.

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Solamente dormía aquel niño es su cómoda cama. El reloj marcaban las 5:56 AM. Solo faltaban 4 minutos y empezaría el día.

Sonó en toda la calma. El rígido sonido del abrir y cerrar de la puerta de la habitación. Alguien había entrado agachado. Tratando de no hacer mas ruido para que el que dormía no se despertara.

Se acerco a una esquina. En ella estaba aquella pequeña colección de peluches del menor.

Aprovecho el momento para sacar lo que necesitaba. E irse rápido de aquella habitación.

[6:00 AM]

Derrepente sonó el despertador.

El pequeño niño se removió entre las sabanas. Aunque estuviera de vacaciones. Aun le daba un poco de flojera el hecho de levantarse. En especial por aquel frío de esos días.

Machuco como sea el despertador tratando de apagarlo y se sentó en la cama luego de un rato.

Bostezo un poco, aun cansado. No logro dormir muy bien en la noche. Escucho unos ruidos que lo dejaban intranquilo.

-¡Arriba bueno para nada!.- le grito aquel chico entrando en la habitación. -Ya me levante, basura.- le respondió el niño de igual manera.

-A mi me guardas respeto, muchacho.- dijo apuntando con el dedo. -Si claro, cuando tu me respetes a mi.- respondió el niño en voz baja mirando hacia otro lado.

El chico solo suspiro. -Bueno, arriba. Debemos salir mas tarde. Si me buscas, estoy en la cocina preparando el desayuno.- le dijo el chico saliendo de la habitación.

El nino se quito las sabanas de encima y luego se sentó en la orilla de la cama.

Hoy seria un día agitado.

Saco un poco de ropa, para luego cambiarse la pijama y quedar presentable para lo que después tuvieran que hacer.

El niño salio de la habitación. El reloj ya marcaban las 6:23.

-¿Papá aun no llega?.- pregunto en niño entrando a el baño para lavarse la cara y dejando la puerta abierta.

-No, aun no. Ya debe de llegar. No tardara tanto.- respondió el mayor de los dos. Tomando el mango de la sartén y sacando el tocino y los huevos a un plato.

-Creo que se esta tardando. La pizzería esta casi al lado. No debería tardar tanto.- replico el niño secándose el rostro. Con una toalla. -Ya sabes como es su jefe. Talvez esta una hora extra o... No lo se.- respondió el chico poniendo tres platos en la mesa con el desayuno servido. -Ya, gusano. Ven a comer.- agrego.

El niño salio del baño y se dirigió a la sala que compartía espacio con el comedor.

El chico ya estaba sentado en uno de los extremos. Mientras el niño salio a la cocina al darse cuenta que no habían tazas sobre la mesa.

Después de buscarlas las llevo a la mesa. Y se sentó en su respectivo asiento.

-Bien...- el chico junto sus manos y el niño imito la acción. -Gracias, Dios. Por darnos un día mas de vida y un nuevo despertar. Y esperamos a que mañana sea un nuevo día. Amén.- dijo el chico. -Amén.- siguió el niño.

El mayor tomó uno de los vasos y se sirvió un poco del jugo.

Empezaron a desayunar sin ninguna molestia. Hasta que sonó que alguien toco la puerta fuertemente.

-Hmm. Yo voy.- dijo el niño tragando un bocado rápido y bajando de su silla para dirigirse a la puerta.

-¿Quien es?.- pregunto el niño apoyándose en la puerta. -Soy yo.- se escucho al otro lado.

1983 (Finalizada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora