Narra Lucía.
Mis padres junto los de Daniel y Jesús van acabando su comida hasta que después de quedarnos un rato charlando en la mesa todos juntos, salimos del restaurante.
Vamos caminando por la calle, los adultos delante y nosotros; Jesús, Daniel y yo, detrás.
Una mano helada me agarra del brazo, me giro y le miro confundida.
Es Jesús.-¿Quieres ir a "Kapital Young"? -Señala a esa discoteca abarrotada de jóvenes de 16-17-18, con copas bailando en la pista.
Siempre he oido hablar de esa discoteca, mis compañeros decían de ir alguna vez. Dejan entrar a jóvenes, y hay muchas actividades que hacer.-No estará mal. -Me separo de el brazo de Jesús para preguntarle a los padres.-Hemos pensado en ir a "kapital Young" Daniel, Jesús y yo. ¿Podemos?
Se miran entre ellos hasta que aceptan.
Estamos cruzando la carretera cuándo Dani me susurra algo.
-Quizá te tengas que cambiar de vestido.
-¿Qué? ¡Una mierda, este vestido me encanta!-Le digo molesta.
Entramos en la discoteca y pasamos por un letrero enorme que dice en letras amarillas: "KAPITAL YOUNG".Nos dirijimos a la pista para empezar a bailar, Jesús se pilla a una morena y empieza a bailar con ella.
-Voy a por unas copas, quédate por aquí, anda.-Le digo mientras me voy hacia la barra.
El camarero sonriente me atiende mientras limpia un poco la encimera.
-¿Qué la pongo bellezón?-Dice mientras se arrasca la perilla.
-Una copa de tequila y una copa de vodka, por favor, si puede ser.-Sonrío amablemente.
Él me guiña un ojo y me pone las dos copas. Le doy las gracias y me dirijo a Daniel.-Aquí está.-Se la entrego.
Se la bebe al momento, y yo hago lo mismo. Dejamos el vaso en una bandeja del camarero que pasa por nuestro lado en ese momento.-¿Bailas para mí?-Pregunta, y yo observo a las parejas que bailan sensualmente. Cómo la chica pasea su culo por todo el cuerpo de Jesús.
Sin más, cojo la mano de Daniel, le llevo a un sitio de la pista dónde hay poca gente y empiezo a bailar de espaldas a él, moviendo las caderas de arriba a abajo, él pone sus manos en mi cadera, y se mueve el también. Yo río y me muevo al compás de la música.
Bailo sin parar, agachándome y pasando mis manos por mis piernas, me doy la vuelta y cojo a Daniel de la camisa, le beso para provocarle. Un beso lento pero sensual. Me agacho y me agarro a su cinturón de cuero que sujetan sus pantalones vaqueros. Me restriego a su cuerpo, sin parar, siguiendo la música.
Cuándo subo otra vez, él me agarra de los brazos y me frena en seco.
-Te están desnudando con la mirada.-Me susurra, antes de que pudiera decir nada.Miro hacia mis lados, y en efecto, los jóvenes me están quitando la ropa poco a poco sólo con una simple mirada.
Al ver la parada de mi baile, los chicos comentan:
-Pero no pares de perrear, muchacha.-Me dice un chaval rubio.
Continuará...
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Pd: Gracias de nuevo por leerme.
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Pd3: Pronto seguiré, besos.