-No me vas a pillar tan fácilmente. - le grito a Dani que está al otro lado de la mesa, justo en frente mía.
-Eso lo dirás tú, enana. -Dice sonriente y juguetón.
-Oh, venga.-Resopló Jesús que estaba viendo la tele tirado en el sofá.-¿No podéis parar? Qué pesados.
-Que se huela esa envidia, hermano.-Responde Dani, aún con la mirada fija en mis ojos.
Este chico me mata. Con su sonrisa, con su todo. Es perfecto.
(...)
Tomates...Lechugas...Las salchichas...
Vuelvo a mirar la lista de la compra. Hay algo que no está escrito.
"Joder, me falta algo" Me repito a mí misma una y otra vez.
Me quedo un par de minutos pensativa hasta que una voz a mi derecha me pregunta:
-¿Buscas algo, preciosa?-Acompañado de una risita, coge un paquete con varias lonchas de queso y las tira al carro.
-Sí...Pero la verdad es que no me acuerdo.
"Tampax, tampax, ¡tampax!" Me viene a la cabeza.
-¡Los tampax!-Grito mirando a la nada y sonrío.
Cuando dirijo la mirada al chico, este, me mira estrañado.
-Perdón. Es que al fin lo recordé. Voy al pasillo...-No me dejó terminar.
-Sí, sí. Comprendo. Bueno, yo voy a comprar más cosas. -Me guiña un ojo y se va, un poco estrañado, la verdad.-antes de irte, búscame y así hablamos. Soy Javi. -Y con eso se despide.
Cojo los tampax y las últimas cosas, y me dirijo a caja para pagar. Hay poquísima gente , así que pago y me voy.
Voy por la mitad de camino cuándo...
"Ostias, el del queso".
Puf, da pereza ir otra vez a buscarle.
-¡Lucía!-Gritan a mi espalda.
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¿Quién creéis que la llama?
He tardado en subir, pero ya estoy aquí de nuevo. Lo siento.
Un beso muy grande a todas.
