capitulo 21

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Gerard me había llevado a un parque que estaba un poco cerca.

Nos sentamos en una banca a observar el ambiente. Estaba muy nerviosa no sabia que hacer.

- Ggerard dije tartamudeando.

- mm

- gracias

- por que?

- por lo de hace rato, yo en verdad pensé que Esteban era de confiar que el era diferente y no de el tipo de persona que hace un rato demostró ser.

- no tienes que agradecerme no me perdonaria si algo malo te llega a pasar.

- como sabias lo que hiba a pasar?
Digo no creo que hayas pasado casualmente por el sótano es un lugar alejado.

- hace varias semanas estaba cambiandome en los vestidores de hombres y escuche que hiban a hacer una apuesta. Consistía en acostarse contigo. Te quería decir que estabas en peligro pero tu no me hacías caso. Me porte como un estúpido la ultima vez, así que empeze a vigilarte. Claro todo por tu propio bien.

Note que se sonrojo un poco, se veía lindo y adorable.

- de todas maneras gracias. Supongo que despues de todo las cartas si eran una broma.

- cartas? Pregunto extrañado.

- si toda la semana me llegaba una carta diferente pero ninguna tenia nombre, supongo que eran parte de la trampa de Esteban.

Empeze a titiretear de frío. Gerard lo noto y se quito su sudadera y me la dio.

- toma.

- pero te puedes enfermar mejor usala tu.

- prefiero enfermarme a que tu tengas frío. Además a sido una noche algo mala para ti así que por favor tomala.

- gracias.

Aunque Gerard lo negaba su piel blanca estaba chinita. No quería que se enfermara y si algo le llega a pasar yo lo cuidare lo prometo después de todo le debo muchos favores.

Para mi esto era difícil yo no soy de dar afecto pero quería que sintiera un poco de calor.

Tome la iniciativa y le di un abrazo cálido. Para que se diera cuenta de cuanto lo estimo.

El al principio me rechazo pero después acepto el abrazo.

En un susurro cerca de su oído le dije:

- gracias por protejerme.

- de nada pequeña.

Ya era noche y Gerard decidió llevarme a mi casa.

El camino fue silencioso pero agradable. Entre a casa y no había nadie.

Subí directo a mi cuarto me quite el disfraz y me puse la pijama que era una playera larga que me llegaba por debajo del muslo. Tome un poco de te y me quede completamente dormida.

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