Kaleb 19

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Jane era tan deliciosa por dentro como por fuera. Su cuerpo respondía a mis caricias y mis besos entregándose apasionada y sumisamente. Entrar en ella fue como tocar el cielo con las manos , tan apretada y húmeda que me costo contenerme para no venirme vergonzosamente rápido.

 Desate sus manos porque quería sentirlas sobre mi, y disfrute como nunca de cada caricia, del roce de sus uñas en mi espalda como una gata salvaje, de sus manos en mi cabello jalándolo fuerte. La Hice venir de nuevo porque lo estaba perdiendo y ya no podía aguantar mas mi propio orgasmo. Para mi sorpresa cuando me vine en ella Jane me acompaño con otro orgasmo que exprimió todo mi placer.

La bese suavemente mientras ella luchaba por respirar. Me levante y descarte el preservativo, fui al comedor y volví con dos copas de champaña pero cuando entre ella estaba relajada y profundamente dormida. Bebí la mía observándola, tan hermosa, tan perfecta en su propia piel. 

La visión de su cuerpo desnudo entre mis sabanas me dio paz, deje las copas y por primera vez en mi vida, me acosté en mi cama con una mujer y la abrace hasta quedarme dormido.

SALVAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora