Kaleb 38

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El almuerzo con Liz fue un fracaso. Me llevo a un restaurante donde los periodistas no dejaron de tomarnos fotografías  y ella aprovechan cualquier momento para acercarse a mi incluso haciendo risas tontas para que los fotógrafos creyeran que había mas de lo que había. Me había hartado, cuarenta minutos después no había logrado terminar mi almuerzo y estaba fastidiado con su charla de como nuestra ultima salida había disparado un buen contrato y me encontré pensando en Jane otra vez, en su cuerpo, en su sonrisa , en su forma de aferrarse a mi durante su sueño. 

Me quede mirándola dormir y acaricie su pelo , ella sonreía en sueños y susurro de repente "Yo también te amo..." había escuchado a muchas mujeres decirme te amo de forma interesada y falsa pero esa confesión en sueño disparo mis miedos otra vez, estaba enamorada de mi y yo la estaba jodiendo de todas las maneras posibles.

Sabia que había ido a almorzar con Dylan y estaba seguro de que habían hablado de su historia con Serra , pero cuando Dylan me envió un mensaje en medio del almuerzo diciéndome que era el idiota mas grande del mundo me di cuenta de que ella se había descargado con el hablando de nosotros.

Cuando salimos del restaurante Liz se pego a mi brazo como una molesta lapa, los periodistas comenzaron a hacer preguntas sobre si había una relación entre nosotros y cuando llegue a mi Aston Martin ya estaba mas que enfadado, me di vuelta y le dije a los periodistas

_ la señorita Moore y yo no tenemos ninguna relación mas que casual  si dio otra impresión están equivocados, no somos nada _  Los periodistas tomaron nota y podía sentir la rabia fluyendo de Liz a mi lado en el auto

_ eres un bastardo..._ murmuro entre dientes mientras seguía sonriendo a los fotógrafos

_ ya deberías saberlo_ dije molesto. La ignore a ella y a sus reclamos el resto del camino.

 Deje mi auto en el estacionamiento y me fui sin si quiera mirarla mientras sentía sus tacones furiosos caminar hacia la salida.

Volví a la oficina y Jane ya se encontraba allí. Por la tarde teníamos una reunión con Alicia Davis  manager de una importante empresa de internet que quería saber sobre nuestros sistemas anti hackers.

Ella tenia 35 años,  divorciada , sin hijos comprometida con su carrera coleccionaba amantes jóvenes y era unan reina del hielo. En cierta forma me veía reflejado en ella. Era dura en los negocios , practica y trepadora. Era atractiva a su modo, elegante y distinguida. Pero no había ningún tipo de pasión en ella salvo por los negocios.

La reunión fue perfecta: los datos de Jane y su presentación fueron impecables. incluso Alicia quedo perpleja al preguntarle datos específicos que no yo sabia y Jane respondió como una profesional 

Los datos de Jane y su presentación de memoria habían vencido todos los obstáculos con Florence. Sin embargo sentí un recelo de parte de Florence hacia Jane más que nada por su juventud. Sin embargo al final de la reunión vi la admiración en sus ojos por ella y me sentí orgulloso. No sé que me poseyó para invitarla a ser mi cita en la gala y ante mi asombro acepto encantada y hasta flirteo conmigo.


La noche de la gala estaba en la sala de la mansión tomando un trago con Eric y Florence mientras Jane terminaba de cambiarse. La presencia de Florence disminuyo la tensión que había entre Eric y yo. Florence llevaba un vestido de gala negro con mangas largas y espalda abierta y el cabello recogido en un moño elegante y pendientes de diamantes como único adorno. Era sobria y elegante. Pero no podía encontrarla atractiva, aunque su charla inteligente era un cambio a los continuos parloteos sin sentido de mis acompañantes normales.

Pero entonces Jane llego al borde de la escalera y mi mundo colapso. Llevaba un hermoso y elegante vestido color marfil con escote palabra de honor estilo sirena. Era puro y simple, de seda que quedaba a su cuerpo con un perfecto guante al cuerpo. Reconocí el conjunto de joyas que llevaba. Era un sencillo conjunto de gargantilla y aros y pulsera de esmeraldas en forma de lágrimas sutil y elegante. Yo se lo había regalado por impulso en Paris. Sus ojos estaban maquillados oscuros pero su boca era un durazno perfecto. Su pelo estaba elegantemente recogido en una trenza francesa que iba de un lado a otro de su cabeza como si fuera una corona. Sencillamente quitaba la respiración. Tanto Eric como yo nos quedamos mudos ante su belleza, pero Eric reacciono primero yendo a su encuentro.

_ eres una visión del paraíso Jane..._ dijo besándole la mano.

Note la mano de Florence tomando mi brazo quizás con un poco de demasiada fuerza. Le sonreí a Jane porque no podía expresar en palabras como me sentía. Quizás nunca podría. Pero al verla salir del brazo de Eric esa noche supe que había cometido un gran error al invitar a Florence en vez de ir con ella solos.


SALVAMEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora