•Capítulo 1

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Acababa de recoger toda la ropa de mi armario y puesto en la maleta. Desgraciadamente no había espacio para mis libros así que cogí una mochila y puse todos los que pude en ella. Bajé escaleras abajo, mi madre había muerto hace dos semanas y mi padre decidió que nos mudemos a otra casa que teníamos en Inglaterra, me despedí de todos los amigos que tenía aquí en Alemania.
Estuve tres años aquí y la verdad es que los dos primeros fueron horribles, siempre me insultaban, hablaban a mis espaldas pero por una parte me ayudó, deje de romper a llorar por cada palabra que decian sobre mi, me volvi más fuerte y dejé de hacerles caso. Al tercer año, conoci a dos chicas, Eli y Sam, ellas habian pasado por lo mismo pero ahora nos habiamos vuelto tan intimas que nos daba igual los que nos rodeban.

Bajé, cerré la puerta de casa y fui directa a la limusina de mi padre y si, somos ricos, pero nunca se lo dije a nadie de mis amigos, no queria que me siguieran por mi dinero sino por mi personalidad. Estuve entretenida intentando grabar cada lugar que veía durante el camino.

Recuerdo que cuando vine por primera vez a Alemania, fue a la fuerza porque mi padre tenia que crear un empresa nueva aquí, llore como si no hubiera mañana y apresar de ello, me trageron.

Recuerdo mi primer día de clase, todos me miraron mal, en la clase de Educación física los chicos se metieron conmigo, intente defenderme, pero ellos eran cinco y yo una, no tenía ni el veinticinco por ciento de posibilidades de ganarles.
Lloré en el recreo y nadie tuvo la cortesía de calmar me o dar me ánimos.

Estuve dos años con lo mismo, siempre que podían se metían conmigo. Pero me hize más fuerte y las palabras dejaron de afectar me, cada que decían algo de mi enfrente de toda la clase yo les hacía callar con una palabra. En el último año, dos nuevas alumnas fueron trasladadas a mi clase por haber repetido. Y ahí es cuando hice amigos por primera vez en tres años.

(...)

Entré con dificultad al aeropuerto, entregué mi pasaporte y mi billete y me dirigí al avión tras haber escuchado el número de mi vuelo.
Me senté al final del avión, así no seria molestada por niños ni ancianos con dificultades respiratorias.

Me puse mis auriculares y me conecté a instagram, me encantaba esa app, yo era muy poco popular tenía unos sesenta y cuatro seguidores y yo...bueno seguía a dos mil veinticinco personas, raro verdad. Puse una canción en youtube, era la nueva canción de one direction y sinceramente me encantó, estuve un rato respondiendo mensajes de whatsapp, instagram...etc. Cuando el avión estaba completamente lleno, apagué el móvil y decidí echar me la siesta aunque eran las doce de la mañana.

Cuando me desperté, cogí mi mochila que pesaba toneladas y me dirigí a la fila para coger la maleta.
Comenzaba a perder la paciensia ya que han pasado más de dos horas y aun no encontraba mi maleta. Decidí dirigir me a preguntar sobre ella en información.

- siento decir esto, pero...su maleta no se encuentra en ninguna parte del aeropuerto...- dijo, intentando simular una sonrisa.

- genial...¿mi día va a ir a peor?- Murmuré lo más bajo posible y sin dar las gracias, ni despedirme salí para buscar a la limusina que me esperara fuera del aeropuerto y fue en balde tampoco la encontraba.

Tras estar harta de esperar cogí un autobús y era ¡horrible! casi ni respiraba allí. Y lo peor de todo es que una mujer que iba a parir se sentó junto a mi, y cada vez que sentía dolores me agarraba el brazo con fuerza como si en cualquier momento me fuera a arrancarlo. Y hay más, cuando iba a bajar ella "sin querer" me empujó y caí al charco de barro que había justo debajo de mi...respire profundo y me dirigí a la siguiente calle que es donde se encontraba mi casa.

Toque el timbre con el peor humor del mundo, así que como alguien me hable exploto. Cuando una de las encargadas de la limpieza abrió la puerta me miró con los ojos como platos, yo en cambio entre y subí al tercer piso, directa a mi cuarto, más frustrada imposible.

Dejé mi mochila que solo contenía libros y fui al armario para ver si había ropa vieja de antes de que viniera, todas me quedaban pequeñas, al parecer he engordado bastante debo empezar a hacer deporte. Baje las escales y le pedí a una de las que trabajaban aquí que si me podría prestar ropa aunque fuera grande, lo único que había era ropa de chico, y se me hacia raro y tenía un olor muy varonil de los que te cautivan desde el principio.

(...)

Tras haberme duchado, me puse los jeans una talla casi mayor que yo y una camiseta que en ella ponia "Nirvana", el dueño de esta camisa si tiene gustos buenos para grupos de musica.
Bajé las escaleras, mi tripa no dejaba de rugir, asi que decidí coger un zumo de naranja y un bocadillo que ya estaba echo en la nevera, miro a los dos lados y lo cogi para darle un enorme mordisco. ¡oh! era el más rico de todos.

- asi que robando el bocadillo de los demás, eh...- me volteé chocando con su pecho, subí la cabeza poco a poco notando el poco espacio que nos separaba, ¡dios mío! era el chico más sexi que jamás había visto, al notar su sonrisa de burla al verme babear, me puse recta y le mire con cara.

- se puede saber ¿quien eres?¿qué haces aquí?

- soy tu nuevo mayordomo y estoy aquí por que "alguien" me ha robado el sándwich...- joder, sus ojos son pura belleza, y lo malo de mi es que lo que pensaba lo hacía o lo decía y eso era un gran defecto mío.

- Que...¿Qué haces?- dijo notando que me acercaba a él, acerque mi mano hacia su cara, la quería tocar y no iba a ser como las típicas chicas que se quedan con las ganas, ¡oh santo cielo! su piel era muy suave...- tengo miedo...- dijo susurrando, para luego separarse de mi un poco.

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¡Hola! esta es mi nueva novela y como veis la protagonista tiene bastante mala suerte y es rara en el sentido de hacer a veces lo que piensa.

Espero que le deís una oportunidad, seguro qué reireís, hareís muecas, flipareís...etc

Gracias...espero que esta novela llegue lejos c':

•Un nuevo mayordomo•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora